La etíope Assefa Tigst mejora el récord mundial femenino en el maratón de Berlín
Kipchoge, que no ha podido mejorar su récord en categoría masculina, sueña con bajar algún día de las dos horas en una carrera oficial
Pese a los reiterados intentos de los activistas del grupo ecologista Última Generación de interrumpir la carrera, el maratón de Berlín celebró este domingo un nuevo récord mundial femenino y el triunfo de la corredora etíope Assefa Tigst, que rebajó la marca planetaria a 2 horas 11 minutos y 52 segundos. En la categoría masculina, el keniata Eliud Kipchoge ganó de nuevo en la capital alemana con un tiempo de 2 horas 2 minutos y 42 segundos, pero no consiguió mejorar el récord mundial alcanzado en el mismo circuito en 2022 cuando corrió la distancia olímpica en 2 horas, 1 minuto y 9 segundos.
💥 𝘼𝙎𝙎𝙀𝙁𝘼 𝙋𝙐𝙇𝙑𝙀𝙍𝙄𝙕𝘼 𝙀𝙇 𝙍𝙀́𝘾𝙊𝙍𝘿 𝘿𝙀 𝙈𝘼𝙍𝘼𝙏𝙊́𝙉 𝘽𝘼𝙅𝘼𝙉𝘿𝙊 𝘿𝙊𝙎 𝙈𝙄𝙉𝙐𝙏𝙊𝙎 𝙀𝙇 𝙍𝙀́𝘾𝙊𝙍𝘿 𝘿𝙀𝙇 𝙈𝙐𝙉𝘿𝙊 𝘼𝙉𝙏𝙀𝙍𝙄𝙊𝙍 𝘾𝙊𝙉 𝟮:𝟭𝟭:𝟱𝟮
— Teledeporte (@teledeporte) September 24, 2023
👀 Lo que acabamos de ver es HISTORIA del atletismo. #BerlinMarathon pic.twitter.com/f0JAm3qnPQ
Assefa Tigst mejoró el récord mundial anterior, establecido por la keniata Brigid Kosgei en Chicago en 2019, en más de dos minutos. Por su parte, Kipchoge se convierte en el primer atleta que gana por quinta vez la prueba en la capital alemana (2015, 2017, 2018, 2022 y 2023) y supera la marca de la leyenda etíope Haile Gebrselassie, que se impuso consecutivamente en las ediciones celebradas entre 2006 y 2009. 45.000 corredores de 150 países participaron en una de las más populares pruebas de maratón en el circuito urbano de Berlín, que se considera el más rápido del mundo y en el que, desde 2003, se han batido nueve récords mundiales, incluido el de la corredora etíope este domingo.
Cuando estaba a punto de comenzar la carrera en la Calle del 17 de Junio, con la Puerta de Brandeburgo a sus espaldas, ocho jóvenes activistas de Última Generación trataron de bloquear el paso de los corredores con pancartas, pero fueron retirados rápidamente por policías y fuerzas de seguridad, que no pudieron impedir, sin embargo, el vertido de pintura naranja sobre el asfalto. Pese a todo, los corredores pudieron esquivar ese obstáculo y circular con normalidad. Poco después otro grupo de ecologistas intentó adherir sus manos a la carretera con pegamento rápido, operación que fue igualmente frustrada por la policía, que desplegó más de un millar de agentes para garantizar la celebración sin incidente de la competición.
Como es habitual, decenas de miles de berlineses se lanzaron a las calles y plazas de la capital alemana para animar a los corredores ruidosamente. En muchas esquinas y puntos estratégicos más de 70 bandas de música de todos los estilos calentaron el ambiente durante la prueba. Aunque los corredores profesionales terminan siempre la prueba muy adelantados, son miles los participantes que necesitan el doble y hasta el triple de tiempo para llegar a meta, por lo que la fiesta popular y el bloqueo del tráfico en el corazón de la capital alemana se prolonga hasta la media tarde.