¡Cómo apetece ver la final de Wimbledon!

Había dudas sobre los dos hace quince días: Djokovic por la lesión de menisco que le obligó a abandonar en Roland Garros y Alcaraz tras su derrota ante Jack Draper en Queens sin hacer un buen tenis y por el cansancio acumulado tras su victoria en Paris.

Hoy en día solo se juega al mejor de cinco sets en los 4 Grand Slams. Los partidos a cinco mangas son otro tenis. Cada partido implica un desgaste físico y mental brutal. Son duelos que duran entre 2 y 5 horas aproximadamente, y aunque hay una jornada de descanso entre partido y partido el cansancio se va acumulando y cada día van pesando más las piernas. Por todo ello los jugadores que alcanzan las últimas rondas en los cuatro grandes son siempre «portentos físicos» además de especialmente sólidos de cabeza.

Pues Carlos Alcaraz se ha convertido en un extraordinario jugador al mejor de cinco sets. Aguanta fenomenal de físico, su cabeza funciona bien durante mucho tiempo y gestiona correctamente sus «momentos de inspiración», afortunadamente mucho más frecuentes que sus habituales «desconexiones» y altibajos típicos del murciano.

En la final contra Djokovic deberá tener más «altos» que «bajos» porque el serbio tiene más nivel que todo lo que se ha encontrado hasta ahora. Aunque Carlitos es un jugador criado en tierra batida su juego y sus golpes se adaptan como anillo al dedo a la hierba del All England Lawn Tennis Club. Contra Nole deberá desplegar su mejor repertorio de saques planos, cortados y liftados, sus bombas de derecha y de revés, su revés cortado que apenas bota y por supuesto sus maravillosas dejadas. Será clave también cómo reste y como juegue los break points. Aunque cometa algunos fallos tendrá que intentar dominar el punto, hacer winners, cambiar de ritmo y de alturas, y en definitiva, que el serbio esté incómodo «haciendo recados» todo el tiempo.

Sabemos que Carlitos hará cosas ilógicas a veces pero eso es parte de su juego y parece que no le va mal.

Por su parte Djokovic nos ha sorprendido a todos con esa recuperación express en su rodilla tras Roland Garros. Estamos ante un gran ganador, un superclase, un superviviente con muchísima experiencia y que tiene entre ceja y ceja ganar su 8º Wimbledon y su 25º Grand Slam.

Para Carlitos seria su segundo Wimbledon tras ganar aquí el año pasado y también su 2º Gran Slam consecutivo tras ganar en Roland Garros hace un mes.