Jaka e Imaz jugarán el play-off y Altuna III estalla por el material
Altuna III-Aranguren 19-Jaka-Imaz 22 ·
El de Amezketa lo califica de «vergonzoso, propio de fiestas de Elgoibar», y considera que «no se están haciendo bien las cosas»El decisivo partido de este sábado en el frontón Baratze de Segura dejó varias secuelas. La primera es que Jaka e Imaz se aseguraron el pase al play-off que da acceso a las semifinales tras su victoria contra Altuna III y Aranguren. Los de Baiko incluso tienen opciones de terminar en la cuarta plaza de la clasificación si dejan en 12 del próximo viernes en Sestao a Elordi y Zabaleta, lo que les permitiría tener una opción más para estar en la siguiente fase.
La segunda fue el estallido del delantero de Amezketa por el material. Reconoció que sus rivales habían jugado mejor, pero calificó las pelotas como «vergonzosas». «No se puede aceptar. Se colocan con tres meses de antelación. Las decisiones las tienen que tomas los que saben», dijo. El guipuzcoano añadió que este tipo de cueros «son propios de fiestas de Elgoibar o Covaleda. Eran mixtas, no de un torneo de primera. Los pelotaris necesitamos más fuerza y nos tienen que hacer caso en este aspecto. No se están haciendo bien las cosas».
Los de Baiko se impusieron en un duelo duro en el que la tensión hizo mella en los zagueros, sobre todo al inicio. Los colorados se adelantaron 5-1 porque Imaz no estuvo cómodo, pero en el momento que se asentó las fuerzas se equilibraron. Jaka estuvo centrado, trabajó en defensa y acertó a la hora de tomar decisiones y se dieron hasta siete empates, el último a trece.
Aranguren e Imaz, duda
Fue a partir de entonces cuando el de Lizartza exhibió su mejor versión porque su zaguero le creó más huecos y consiguieron romper el partido con una tacada de siete tantos (13-19). El peloteo se alargó porque el material bajó. Sus rivales lograron reducir la diferencia, pero no pudieron evitar la derrota.
En el último tanto Aranguren se volvió a lastimar el dedo dañado de la derecha, mientras que Imaz anunció al final del enfrentamiento que es probable que supenda el último choque por mal de manos.