«Chavales, el domingo la vamos a liar»
Reto. ·
ELCORREO acompaña a Urdaibai en uno de sus entrenos de la semana de cara al asalto definitivo en la madre de todas las regatasEl plantel de la 'Bou Bizkaia' de Urdaibai es consciente de que lo tiene complicado para ganar la Bandera de La Concha por mucho que ... solo esté a 6 segundos de Zierbena y Orio tras el primer asalto, pero las sensaciones dentro del bote son «muy buenas» y, si el domingo las condiciones marítimas y el sorteo de calles se ponen de cara, los 'txos' cuentan con capacidad para hacer saltar la banca. «Mejor que los focos estén en otros e ir de tapados», apuntan desde la entidad costera. ELCORREO ha tenido la oportunidad de acompañar a los hombres de Jon Salsamendi en un entrenamiento para ver cómo preparan el segundo y definitivo asalto de la cita cumbre de la temporada.
Los bermeotarras se encuentran en plenas fiestas patronales y la plantilla ha tenido que variar un poco el plan habitual de entrenamientos para no coincidir con los días grandes como el Arrantzale Eguna del martes. La cita es en el vetusto pabellón ubicado en el muelle Matxikorta, donde los remeros llegan poco antes de las 18.00 horas. Tienen un cuarto de hora para cambiarse. El técnico les ha convocado antes del entrenamiento para una charla en la que, además de analizar la regata del domingo pasado, lanza algunas consignas sobre el trabajo.
6 segundos y 18 centésimas de desventaja tiene Urdaibai respecto a Zierbena
«Quiero máxima concentración para dar un pasito más en el crecimiento que venimos teniendo en los días que tenemos», lanzó el técnico a un equipo mucho más ligero que el del curso anterior tras la marcha de muchos pesos pesados, pero que tiene ganas de reivindicarse tras un verano de claroscuros. «No tenemos nada que perder», apuntan varios integrantes del plantel antes de salir a la carrera rumbo al otro lado de la dársena –muelle del martillo–, donde se encuentra la rampa desde la que lanzan el bote al agua. «Entre una cosa y otra más de media hora perdida», detallan responsables de la entidad costera que acompañan al equipo. La furgoneta que transporta la embarcación les sigue por detrás.
Una vez alcanzado el destino, toca estirar y botar la trainera al agua. Los integrantes del equipo no necesitan que nadie les diga nada. Cada uno tiene clara su labor y en un par de minutos todo el material de entrenamiento está ya sobre el pantalán. «Rixi, 'Portu', hacéis diez minutos de ergómetro y pasamos a recogeros en diez minutos. Iñigo –patrón–, tú trotas el mismo tiempo y entras luego con ellos dos», detalla Salsamendi.
El resto ocupa su puesto y la trainera comienza ya a deslizarse por el puerto de la villa marinera. «Vamos ablandando el cuerpo, pero poco a poco. Buscamos ligereza pero con confianza. Sin especular», grita Salsamendi desde la zodiac sin perder detalle de la marcha del bote. Transcurridos los diez minutos establecidos, la 'Bou Bizkaia' regresa a la rampa de embarque y se producen los relevos anunciados. El trece ahora sí es el que saltó el pasado domingo a la bahía donostiarra. Salvo causa mayor, los entrenadores no acostumbran a realizar movimientos en la cuadrilla de cara a la segunda jornada.
Ánimos de los vecinos
Tras otra vuelta por el interior del puerto –los vecinos que pasean por los distintos muelles no pierden detalle de la sesión–, la trainera enfila hacia la boca. Nada más dejar el abrigo del muelle rompeolas el panorama cambia radicalmente. La mar está complicada y a la tripulación de la 'Bou Bizkaia' se le ilumina la cara. Se siente en sus salsa. Ponen proa a la ola en dirección a la plataforma Gaviota. La zodiac del técnico no deja de botar en la marejada intentando seguir a la trainera, mientras esta parece cortar las olas. «Priorizamos espalda. Eso es, eso es. Bote nivelado, bote veloz. Precisión», recalca Salsamendi que no para de moverse babor-estribor para controlar todos los detalles. «Vuelta Iñigo», reclama el técnico y, a la orden del patrón, el proa mete el remo corto. La embarcación gira de inmediato para enfilar hacia tierra.
La ola ahora da de popa y es más complicado todavía seguir a la 'Bou Bizkaia'. Transcurrido el tiempo fijado de la tercera serie, la embarcación se detiene para que los remeros se tomen un respiro e intercambien impresiones con su entrenador. «Venga chavales, el domingo la vamos a liar», apuntan desde las tostas al ver lo bien que marcha la sesión.
Con el día apurando sus últimas horas de luz, Urdaibai regresa a puerto para desandar el camino. Las caras son de esfuerzo, pero transmiten también satisfacción por el resultado de la sesión. El trabajo en el agua ha terminado, pero no el trasiego de cada entrenamiento. Los remeros deben cargar todo de nuevo en el remolque para llevarlo de vuelta hasta el hangar situado en el lado opuesto de la dársena. Regresan también a la carrera y, a su paso por el puerto viejo de la localidad, reciben los ánimos de las personas que se encuentran tomando algo en la terrazas del muelle benancio Nardiz. 'Egurre mutilak' / 'Leña chavales'.
La película se repite hoy y mañana. Los 'txos son conscientes de la dificultad de la empresa que tienen por delante, pero están dispuestos a apurar todas las opciones para volver a reinar por cuarta campaña consecutiva en la madre de todas las regatas.
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