Rahm se pelea con el put y con todos los palos en su reaparición
Volvió a estar entre las estrellas de un torneo de la Liga LIV y estuvo a la altura, aunque no a la que él y sus fans esperan
Jon Rahm reapareció. Esa es la buena noticia. Lo hizo en Nashville, la capital de Tennesse y el corazón de la música country. Volvió a ... estar entre las estrellas de un torneo de la Liga LIV y estuvo a la altura, aunque no a la que él y sus fans esperan. Llegó bien a la mayoría de los greens, pero con el put volvió a estar peleado y al final hasta con todos los palos. Acostumbrado a terminar entre los primeros, acabó enfadado con un vigésimo puesto y con 70 golpes (-1), a seis del líder, el mexicano Abraham Ancer.
Lo más importante, no obstante, es que el de Barrika ha podido volver a coger los palos y hacer un recorrido sin dolor físico, después de la infección en un pie que lo obligó a abandonar en Houston y a renunciar al US Open. Vuelve a caminar y a golpear la bola. Pero no está fino. Normal después de dos semanas sin competir. Envió la bola a los bunkers unas cuantas veces, y al agua en el último hoyo, un par 5 en el que existían serias posibilidades de poder mejorar su tarjeta.
Movía la cabeza, se daba palmadas a sus piernas en claras señales de enojo por cómo le salían las cosas. No está fino, especialmente en el green. Puede ir en su primer o segundo golpe fuera de línea o a un obstáculo, pero su repertorio de largos es tan bueno que le resulta fácil entrar en donde está la bandera. Y ahí es donde duele la cabeza. Rahm logró birdies en el 3, 4, 11 y 14 para ponerse quinto con -3, pero los bogeys del 7 y especialmente de los dos últimos hoyos acabaron desmoralizando y enviándolo, de momento, a una posición poco habitual en él. Aunque nadie se atreve a descartar a Rahm.
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