Rahm llega casi sin red al LIV de Dallas
En su primera aparición tras el US Open, el vizcaíno afronta la recta final del circuito saudí obligado a ganar para acercarse al líder Niemann
Jon Rahm tiene un doble reto en Dallas este fin de semana en la novena cita del LIV. El circuito saudí encara su recta final ... y celebra el primero de sus últimos cinco torneos sin contar el desenlace por equipos de Michigan. Precisamente el campo de Maridoe en el que competirá estos días el vizcaíno albergó el campeonato por conjuntos del curso pasado, en el que Rahm se ausentó por un proceso febril.
El 'León de Barrika' acude al certamen con distintos objetivos. Es su primera aparición tras el séptimo puesto que firmó en el US Open. En Oakmont, un mal sábado le privó de pelear por el título, aunque tiró de orgullo y obró tres birdies en los tres hoyos finales de su recorrido para auparse al top-10, como ya hiciera un mes atrás en el PGA de Charlotte. Rahm está muy cerca de encontrar un juego regular que no le haga perder sus opciones antes de tiempo y por delante tiene dos torneos del LIV para afinar su juego antes del Abierto Británico, que se celebra del 17 al 20 de julio en Portrush, Irlanda del Norte. La semana previa estará en el LIV de Valderrama.
En paralelo, la defensa del anillo de campeón del vizcaíno pasa por empezar a sumar a lo grande. Ganando. No lo ha hecho este curso por los cuatro entorchados que lleva Joaquín Niemann. El chileno, que no pasó el corte en Oakmont después de festejar en Charlotte su primer top-10 en un major, lidera con puño de hierro el circuito saudí. Sus cuatro títulos de ocho posibles le encaraman a lo más alto del ranking con 165,52 puntos. Rahm cuenta con 116,66 y cada victoria se canjea por 40 unidades, por lo que ya hay más de un torneo entre ambos. Apenas hay margen de error. Entre medias se sitúa un Bryson DeChambeau (120,6) que tiene fijada su residencia en Grapevine, muy cerca del campo de Maridoe.
Otros como Carlos Ortiz o Sebastián Muñoz viven también en la periferia de Dallas, mientras que Sergio García no saldrá de Texas ya que vive en Austin, a 300 kilómetros. El de Burriol necesita despertar después de tres torneos aciagos, cinco si contamos Masters y PGA. No estuvo en el US Open y su concurso en el British depende de su rendimiento en Maridoe. Desde este año, y al igual que sucedió para el anterior grande, el LIV concede una exención para el Abierto Británico. Irá el mejor jugador clasificado tras Dallas, siempre que no esté inscrito ya para la cita. Es el caso de Niemann, Rahm y DeChambeau. Y el siguiente en la lista es el propio Sergio, con 78 puntos. Tras él hay una lista de diez jugadores que pueden arrebatar ese puesto al castellonense, incluido un David Puig que necesita como mínimo alcanzar el podio, aunque el de La Garriga disputará el 1 de julio la previa del British, al igual que otros seis españoles.
Juego a 40 grados
En fin, muchas cosas en juego en Dallas, donde Rahm espera romper una sequía de títulos que se alarga desde que se impusiera el 15 de septiembre en Chicago para superar a Niemann y proclamarse campeón. «Obviamente espero ganar al menos un torneo y darme la oportunidad en el campeonato individual. Voy a necesitar un buen esfuerzo en la recta final», lanzó en la rueda de prensa previa. Por cierto, el vizcaíno lidera la estadística de pares 5 en la liga. Ha restado ya en ellos 48 golpes en ocho torneos, a una media cercana a cinco. Rahm jugará a partir del hoyo 3 en compañía de Tom McKibbin y Caleb Surratt, dos de sus compañeros (el otro es Tyrrell Hatton) en la Legión XIII. El equipo lidera el ranking por equipos con diez puntos de ventaja sobre los Crushers de DeChambeau.
Maridoe es un par 72 de 6.919 metros que se levanta junto a un gran lago sobre los restos del histórico Columbian, un club de 1881. Fue restaurado por última vez en 2017 por Steve Smyers. El hoyo 2 es uno de los pares 5 más largos de todo el LIV al alcanzar 600 metros. El desafío más difícil supone el par 4 del 12. Se jugó a una media de 4,38 golpes en el campeonato del año pasado. Y el más sencillo es el hoyo 6, un par 4 que los pegadores como Rahm pueden alcanzar de un golpe al estar el green a 300 metros del tee. La ronda más baja, y el récord del campo, pertenece al colombiano Sebastián Muñoz, con 64 golpes (-8). Al mediodía, cuando comiencen los partidos, se esperan temperaturas cercanas a los 40 grados.
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