Laporte y Simón imponen su jerarquía en La Roja
El central dio otra lección en la salida de balón y el meta sostuvo a la selección en sus peores momentos pese a perder la imbatibilidad
La clasificación para el Mundial de Estados Unidos, Canadá y México estaba casi asegurada tras la contundente victoria (0-4) en Tiflis ante Georgia, pero ... faltaba el casi, así que Luis de la Fuente decidió que rotaciones las justas ante Turquía. En la portería y en el eje de la defensa desde luego, ninguna. Unai Simón y Aymeric Laporte, que repitió con Cubarsí como pareja de baile, parecen intocables. El primero sostuvo al equipo en sus peores momentos en la segunda mitad, mientras que el central mostró galones.
El seleccionador ya dejó claro en la previa del choque ante los otomanos que «es un lujo contar con un jugador como él, que desarrolla nuestro concepto de juego de manera perfecta», en referencia al defensa. El de Agen lo volvió a dejar claro en La Cartuja. De nuevo fue el jefe atrás imponiendo en todo momento su jerarquía y demostrrando su calidad en la salida de balón.
El rojiblanco volvió a La Roja el pasado octubre después de once meses fuera de las convocatorias. Lo hizo para cubrir la ausencia del madridista Huijsen, que tuvo que ser desconvocado a última hora para los partidos contra Georgia en Elche y Bulgaria en Valladolid debido a una fatiga muscular y está decidido a ganarse uno de los billetes para la cita de Estados Unidos, Canadá y México.
El defensa del Athletic recibió un codazo en una disputa por alto que le dejó sangrando de la nariz
Laporte ha sido uno de los fijos para el seleccionador cuando ha estado en condiciones. Sin embargo, el hecho de que militara en una liga como la saudí afectó a su competitividad a ojos del técnico, que prescindió de él a partir de noviembre de 2024. El defensa era consciente de que si no quería perderse la cita mundialista debía volver a Europa y fue una de las razones que le llevaron a impulsar su regreso a Bilbao. El hecho de jugar en una competición exigente como la Liga y disputar también la Champions le ha permitido recuperar el tono y tiene mucho que aportar a La Roja.
El seleccionador lo tiene claro en ese sentido. El rojiblanco es el primer hombre en tocar el balón en la fase de creación. En la primera parte, de hecho, realizó varios desplazamientos en largo buscando la espalda de la defensa turca y en uno de ellos España estuvo a punto de lograr el 0-2. Además, se mostró contundente en labores de destrucción. Se las tuvo con Deniz Gül, autor del primer tanto turco, que en una disputa por alto le propinó un codazo que dejó al de Agen sangrando de la nariz.
Un desajuste defensivo permitió a los otomanos igualar el choque antes del descanso ante el enfado de un Unai Simón que perdía así la imbatibilidad en la fase de clasificación después de 551 minutos –cinco partidos y medio– y que exigía mayor atención a los suyos. A la vuelta de vestuarios, el protagonismo en clave rojiblanca pasó a manos del meta. El de Murgia mantuvo a su equipo en el partido con intervenciones de gran mérito cuando más apretaba el rival.
Realizó un par de paradas magníficas en la segunda parte y no pudo hacer nada en los goles turcos
Primero blocó un disparo de Gül nada mas reanudarse el juego y después despejó a córner una espectacular chilena de Yilmaz con la dificultad añadida de tener una nube de jugadores delante. A la tercera ya no pudo hacer nada. Özcan enganchó un gran disparo raso al borde del área ante el que nada pudo hacer Simón. No quedó ahí su actuación. Evitó el tercer tanto turco a disparo de Yilmaz sacando una mano salvadora.
Dani Vivián, por su parte, al igual que el pasado sábado ante Georgia en Tiflis, no dispuso de ningún minuto y da la sensación de que a día de hoy hay varios centrales por delante de él en el camino hacia el Mundial.
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