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Sudor, sufrimiento y helados en el monte Arraiz

El monte Arraiz ha acogido a los ciclistas extenuados de La Vuelta, que apenas han podido echar una mirada al Bilbao panorámico, jaleados por el público, antes de lanzarse siete kilómetros abajo sobre la Gran Vía

JAVIER MUÑOZ

Jueves, 5 de septiembre 2019, 17:01

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El paso de la avanzadilla de La Vuelta por el alto del Arraiz, con Gilbert, Barceló y Aranburu a la cabeza, ha sido jaleado ... por decenas y decenas de cicloturistas que, cuando los profesionales han ido coronando la cima, todavía no se habían recuperado de sus ascensiones particulares, de esas curvas en las que parecía que las ruedas de la bici se quedaban pegadas al asfalto. «Es una escalada corta, pero realmente dura», ha confesado Jesús, un cadete de primer año del equipo vallisoletano NorInver, quien con otros dos compañeros de escuadra se ha medido con el pequeño pero matón Arraiz, una tachuela de 2,2 kilómetros, con rampas de hasta el 20%, que rompe las piernas de cualquier deportista.

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