Rue Lepic, instrucciones de uso
La llegada del Tour hoy a París altera el recorrido tradicional para dar tres vueltas a un circuito en Montmartre
En 2024, con el Tour desterrado en Niza, Christian Prudhomme estuvo muy atento a la prueba en línea del ciclismo en los Juegos Olímpicos, a ... la atmósfera que se creó en Montmartre y la ascensión hasta el Sacre Coeur, y en esa calle empedrada, la Rue Lepic, llena de historia en la que Vincent Van Gogh, instalado en el apartamento de su hermano, en el número 54, pintaba paisajes al óleo con vistas desde su dormitorio.
La Rue Lepic es la esencia del barrio parisino de los artistas. Cuando la Butte Montmartre todavía era un pueblo, trece molinos dinamizaban la vida económica de la colina, aún de acceso difícil debido a su pendiente. La calle surgió bajo el reinado de Luis XVI, a finales del siglo XVIII. Tras el primer tramo, la pendiente se volvía rápidamente intransitable y los panaderos no podían llegar a los molinos, así que se trazó entonces una curva para esquivar la pronunciada pendiente, que por fin permitía el acceso, hasta que el pedregal de una cantera de yeso hizo la ruta intransitable. Entonces Napoleón ordenó su reconstrucción, el camino se consolidó y, a principios del siglo XIX, adquirió su forma actual.
Primero se llamó Chemin Neuf, luego Rue de l'Empereur, y por fin se convirtió en Rue Lepic, en 1864, en homenaje al general de los ejércitos de Napoleón, héroe de la batalla de Eylau, ganada contra los rusos en 1807. Desde entonces es la columna vertebral de Montmartre. En sus 755 metros la calle concentra toda la esencia que transmite el barrio. Allí pintó Renoir en 1876 el baile del Moulin de la Galette, que era un reflejo de lo que sucedía cada domingo en la Rue Lepic. Después vino Van Gogh, e innumerables artistas más. Es uno de los lugares preferidos de París para los turistas y el escenario al aire libre de centenares de películas. El año pasado, con motivo de los Juegos, el barrio alcanzó un nuevo protagonismo y la carrera ciclista ganada por Remco Evenepoel resultó espectacular. Por desgracia, el corredor belga ya no está en el Tour. Sin embargo, su victoria inspiró a los organizadores, que le dieron una vuelta de tuerca a la tradicional llegada a los Cámpos Elíseos.
Prudhomme puso en manos de Thierry Gouvenou, el hombre que diseña los recorridos, la posibilidad de repetir en parte el circuito de los Juegos, lo que obligó a cambiar los esquemas, en principio porque el pelotón del Tour es bastante más numeroso. Además, la parte baja de la Rue Lepic se ha estrechado tras las últimas obras, así que los ciclistas tendrán que abordar las empedradas Rue Puget y Rue Coustou. Un giro a la derecha, un giro brusco a la izquierda y luego otro a la derecha antes de finalmente tomar Lepic. «La subida será más dura porque los corredores llegarán prácticamente en fila india», dice Gouvenou. «Con el tamaño del pelotón no pudimos reiniciar la carrera en la ruta de los Juegos. Si hay fallos técnicos o caídas puede ponerlo todo en peligro, y ese no es el objetivo. Así que tuvimos que ser especialmente cuidadosos en el descenso». No se bajará por el mismo lugar hacia el centro de París.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión