El triunfo 300 de la ACB se hace de rogar

La situación es radicalmente opuesta en la FIBA Europe Cup donde el Surne, después de derrotar el miércoles al Dinamo Sassari a domicilio, lleva una trayectoria inmaculada. Y ese debe ser el espejo en el que mirarse para ponerse a 300. El hecho de poder lograrlo ante su público este domingo (12.30 horas, Miribilla), nada menos que en un derbi, es sin duda un aliciente añadido.

«Tenemos que mejorar» aspectos del juego como «minimizar errores cuando el rival aumenta la intensidad defensiva», reconoció Ponsarnau tras el choque europeo ante los italianos. De hecho, a punto estuvo de costarles caro también ante los italianos en el tramo final tras desaprovechar una renta de más de quince puntos. El Baskonia no es de los que perdona ese tipo de desconexiones.

De hecho, en la ACB, el Bilbao Basket ha pagado muy caro esos apagones en los momentos clave. Le pasó ante el Gran Canaria en un último cuarto en el que los insulares lograron un 21-9 de parcial que decantó la balanza a su favor. Otro tanto sucedió en Girona en la prórroga -12-6 en tiempo extra para los catalanes- y la pasada jornada ante el Casademont Zaragoza encajando un 26-17 en la recta final. El último 'round' se le resiste a los de Ponsarnau.

De cara al derbi del domingo, el factor físico es un aspecto a tener muy en cuenta. Ambos conjuntos han disputado competición europea entre semana con el desgaste que ello conlleva, viajes incluidos. En el caso del cuadro alavés, además, ha tenido que afrontar doble jornada de Euroliga. El martes se impuso en casa al Fenerbahçe y ayer perdió ante el Bayern en Alemania. Este maratón de compromisos ha servido para calmar algo las aguas en la entidad alavesa después de una racha negativa de resultados que ha hecho que los gestores de la entidad se planteen incluso traspasar al ala-pívot Chima Moneke para recomponer su plantilla. Los de Pablo Laso se encuentran fuera de la Copa del Rey y han saltado las alarmas teniendo en cuenta que sería la segunda campaña consecutiva sin poder disputar su competición fetiche.

Surne y Baskonia afrontan el derbi con idéntico bagaje -seis derrotas y tres victorias- y con la maleta llena de necesidad para que las urgencias de unos y otros no se hagan aún más acuciantes. El listón de la ACB está muy alto y cada curso toca saltar más. En este sentido, el efecto Miribilla y la marea negra pueden jugar de nuevo un factor importante para que el triunfo caiga del lado local. Así fue el curso pasado en un choque vibrante y marcado por la igualdad.

Un triple desde ocho metros de Kristian Kullamae en el último segundo decantó la balanza del lado de un valiente Surne y llevó la locura a las gradas. En la presente campaña, el único precedente entre ambos es la Euskal Kopa disputada a primeros de septiembre en Azpeitia, en plena pretemporada, con ambos conjuntos tratando de ensamblar todavía sus piezas. El triunfo fue para el Baskonia por 81-72 en un encuentro que se resolvió en la recta final, gracias al acierto de los exteriores del cuadro alavés. El domingo será otra historia.