Las casualidades no existen
Análisis. ·
Sabe usted bien que la casualidad es sólo un aspecto temporal. No es algo a lo que se está acostumbrado de manera continua pero es ... verdad que en esta búsqueda constante que solemos hacer en nuestras vidas de comprender la realidad mediante el argumento de causa-efecto, no ocurre siempre, salvo en contadas ocasiones.
Con ello quiero indicar que si después de casi tres semanas y siete partidos de competición, que Alemania, Turquía, Finlandia y Grecia sean los equipos que más anotan de media (junto a Eslovenia) y que por este orden Grecia, Alemania y Turquía, en especial, los que mejor defiendan de media, es poca casualidad que sean estos cuatro equipos quienes disputen las semifinales de este Eurobasket 2025. Los números, bien es cierto, los apretujamos para que concuerden con los argumentos pero más allá de ello, que son certezas, las sensaciones que también emergen a lo largo de la competición, es que han sido los equipos más sólidos, más equilibrados en su juego, con mayor sensación colectiva además de sus estrellas y en especial que han competido desde el primer día con una mejora considerable en sus prestaciones partido tras partido.
Alemania-Finlandia será a priori un encuentro de dos equipos que han mostrado un estilo que se adecúa mucho a lo que el basket sobre todo europeo se está acostumbrando a ver en los últimos años: el ritmo elevado, la apuesta por el juego en transición y jugar sin esperar al 5x5, la intensidad defensiva desde la pérdida de la posesión y un juego de ataque donde el pase es la clave para encontrar la ventaja del jugador liberado. Finlandia es esa baza de la sorpresa en la competición, que en realidad no lo es tanto, porque lleva varios años jugando al más alto nivel en especial por la presencia de Markkanen, uno de los mejores jugadores europeos sin duda alguna, un disfrute para los ojos. La clave del partido no será tanto quién supera en el ataque sino quién logra que el rival cometa más errores en sus defensas agresivas pero muy físicas. En principio, los 'pequeños' alemanes superan a los finlandeses, pero en cambio el juego de los aleros altos se muestra más equilibrado con Wagner (disfrútenlo, por favor), Bonga, Da Silva y Thiemann por un lado y Markkanen, Valtonen, Jantunen y el descarado Muurinen, por otro. Experiencia frente a ilusión, solidez frente a desparpajo se enfrentarán para ver quién se impone. Alemania tiene una pequeña ventaja, pero Finlandia posee toda la oportunidad ante sí y la querrá aprovechar.
Turquía-Grecia es la semifinal de la experiencia, de los minutos y minutos de responsabilidad en la toma de decisiones y de estar de verdad en los momentos que lo requieran. Si hay dos equipos que tengan claro quién debe asumir el liderazgo y quiénes deben aportar al colectivo para comportarse como bloque son estas dos selecciones. Grecia sabe que su defensa y su físico ha conseguido construir un muro a veces imposible de superar. Giannis Antetokounmpo ha ido a más en este campeonato y con él Sloukas, Papanikolau, Dorsey y Mitoglou, y el resto del equipo que se atrinchera como bloque para maniatar al rival. Turquía, en cambio, tiene en el planteamiento directo y sin florituras de Ataman a Larkin, un tremendo Sengun y Osman en el exterior como un eje extraordinario que siempre encuentra la opción correcta en el preciso momento. Una especie de reloj que mueve todas las piezas en el campo para que sean estas tres figuras quienes digan «aquí estoy yo» en beneficio del colectivo. Todos se conocen bien entre sí, pero la calidad de Turquía es superior ante un Antetokounmpo que querrá también unirse al legado que dejarán Sloukas y Papanikolau junto a Spanoulis.
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