El mejor broche para las chicas del Getxo

En un año tan atípico, el Getxo Rugby femenino se lleva alegrías por partida doble. Primero se proclamó en marzo campeón de la Liga Vasca, lo que le dio el billete para pelear por subir de categoría. Y ahora, completa la machada con ese tan ansiado ascenso a División de Honor B. Jugar en este nivel era vital para las getxotarras, porque les permitirá seguir disputando partidos en un escenario de pandemia que paraliza las competiciones que no son nacionales.

Nada ni nadie ha conseguido aplacarles en toda la temporada. Las gualdinegras se han mostrado intratables y con esa carta de presentación regresan, tres años después, a una liga que les recibe con los brazos abiertos. «El grupo se lo merece», resume una exultante Sofía Le Maitre, capitana del equipo.

El júbilo que desborda a las jugadoras de Getxo es la mejor muestra de que, a pesar de los buenos resultados, el camino recorrido no ha sido sencillo. Para empezar porque desde que en marzo ganasen el Campeonato de Euskadi han tenido que esperar ocho meses para rematar la faena en la fase de ascenso. La pandemia les frenó en seco y afectó también a la preparación.

El torneo se celebró por fin este pasado fin de semana, pero el sorteo les deparó el cuadro más complicado, frente al GEiEG de Girona y al Pingüinas de Burgos, dos de los potentes. Daba igual, las gualdinegras sabían que podrían conseguirlo, estaban tocando la gloria con sus dedos. Tres victorias en otros tantos partidos, balance impoluto. Las chicas de Aitor Etxebarria se plantaban en la final sabiendo que ya tenían el ascenso garantizado, ya que los dos primeros subían de categoría. La final también la ganaron (21-0), nuevamente frente al GEiEG de Girona. «A medida que fuimos sumando minutos fueron ganando confianza y soltando los nervios. El segundo día ya fue fantástico y el tercero mejor, jugaron a lo que sabían. La alegría es enorme», resume el míster, que completa la machada pocos meses después de tomar las riendas del equipo en junio.

Cogió el sitio que dejaba Asier Basterretxea, quien después de proclamar al Getxo campeón en Euskadi –se sentó en el banquillo cuando las gualdinegras descendieron– pasó a la dirección deportiva del club. «Nos presentamos en la fase de ascensos sin haber jugado partidos, solo con entrenamientos y limitados por las medidas de seguridad», recuerda Etxebarria sobre una pretemporada enfocada en la preparación para el play-off. «Me encontré un bloque con mucha calidad y juventud. Ahora van a poder jugar a más nivel, igualarse a su juego».

Podrán dar continuidad a la gran imagen que han mostrado a lo largo de toda la temporada. “Nos ha ido quizá mejor de lo esperado, con el parón tampoco sabíamos qué iba a poder pasar”, comenta Le Maitre. “No empezamos con los placajes hasta septiembre, tuvimos bajas de algunas compañeras por convivir con personas de riesgo y en los entrenamientos el gel se convirtió en indispensable”, describe de una preparación atípica. “Así nos presentamos a la prueba de fuego”, de la que salieron victoriosas. “El primer objetivo es asentarnos en la categoría. En dos o tres años buscaremos dar un nuevo salto”, prometen las flamantes campeonas.