Una tenista estadounidense de 23 años denuncia a su exentrenador por los abusos sexuales que truncaron su carrera
El extécnico «manoseó y tocó sexualmente» a Kylie McKenzie, una prometedora jugadora
Kylie McKenzie, tenista estadounidense de 23 años, ha denunciado esta semana los repetidos abusos sexuales de su exentrenador, Aníbal Aranda. Según reveló en una rueda de prensa, su extécnico la «manoseó» y «tocó sexualmente» y presentará una demanda por acoso y agresión sexual. Después de estos horribles hechos, la prometedora carrera de la joven se truncó. Además, criticó duramente a la Asociación de Tenis de los Estados Unidos (USTA) por ocultar lo ocurrido y dar carpetazo a lo sucedido.
El relato de lo ocurrido lo realizó el abogado de McKenzie. «Aranda manoseó y tocó sexualmente a Kylie prácticamente en todo su cuerpo bajo el argumento de que eran técnicas de entrenamiento novedosas», contó el letrado Robert Allard. Según narró, en una ocasión que le tocó la vagina lo justificó diciendo que era una nueva forma de saque. «Después de semanas de acoso, Aranda se abalanzó violando la parte más privada del cuerpo de Kylie. Fue entonces cuando Kylie se alejó de este hombre lo más rápido que pudo», continuó con su relato.
McKenzie entró con doce años en el equipo de la USTA. Era una joven con una tremenda capacidad de evolución. Los resultados posteriores le avalan. Ganó el torneo nacional a los quince y jugó el US Open de su categoría. El comportamiento de su exentrenador le hundió. Provocó episodios de pánico, depresión, miedo... «Crecí dentro del sistema de la USTA y confiaba en ellos. Esperaba que se tomaran esto más en serio, pero me equivoqué», contó durante la rueda de prensa.
Después de una serie de denuncias internas, otra tenista, que prefirió permanecer en el anonimato, también señaló a Aranda. El preparador manoseó a esta persona y le tocó la vagina en club nocturno de Nueva York, en 2015. A raíz de ellos, Aranda fue apartado durante dos años. Él, de hecho, niega lo sucedido y acusa a McKenzie de inventarse todo.
La USTA, por su parte, asegura que cumplió con el procedimiento. «Hace más de tres años, la Sra. McKenzie denunció un incidente y esa denuncia fue tratada con absoluta seriedad y urgencia. La USTA lo notificó inmediatamente al Centro de Seguridad Deportiva de los Estados Unidos y cooperó en una investigación completa y exhaustiva del incidente. La USTA suspendió al infractor el mismo día del informe y desde entonces no le ha permitido volver a la propiedad ni a ningún acto o evento patrocinado por la USTA».