«No me voy a retirar nunca, el ajedrez es un mundo para toda la vida»
La jugadora afincada en Palma de Mallorca toma parte en el I Open Internacional de Vitoria-Gasteiz que se celebra en el Europa
Pablo Sanz
Domingo, 6 de julio 2025, 00:41
Mónica Calzetta (Ginebra, 1972) no sabe vivir su vida sin un tablero de ajedrez. Aprendió y comenzó a jugar a los once años gracias al ... que fuera su profesor de matemáticas en el colegio, quien le trasladó su pasión por este deporte, después de que su familia se mudara desde Suiza hasta las Islas Baleares. Gracias a la referencia en sus primeros años de María Luisa Cuevas y el apoyo de su entrenador y marido Sergio Estremera, Calzetta ha ido progresando hasta convertirse en una de las grandes referentes del ajedrez femenino a nivel nacional y mundial.
– ¿Qué supone para usted participar en esta primera edición del Open Internacional de Vitoria-Gasteiz?
– Estoy encantada de volver a Vitoria. Estuve en 1995 y no pude disfrutar del Campeonato de España que se celebró aquí, que para mí fue el torneo nacional mejor organizado que se había hecho hasta la fecha. Pero en 1996 se volvió a celebrar, pude participar y estuve encantada de poder hacerlo. Quedé segunda, aunque le gané a Nieves García, que fue la campeona de esa edición. Tengo muy buen recuerdo de ese torneo.
– ¿Qué le está pareciendo el campeonato que tiene lugar en el Europa y el nivel de los participantes?
– Es espectacular por el número de inscritos. Es la primera vez que aparece en el mapa de torneos y los jugadores aún no están acostumbrados a que se desarrolle en estas fechas. Que en una primera edición vengan más de 150 jugadores no es nada común. Además es un torneo muy fuerte e interesante para poder jugarlo. Veo que va a ir a más y va a tener un grandísimo futuro.
– ¿Le han recomendado visitar algún lugar de Vitoria?
– He estado en el Casco Viejo y me ha gustado mucho por lo que espero poder verlo un poco más. También los parques que hay como el de Salburua que es muy bonito para pasear y en el que he estado viendo a los patitos. Me encanta cuando veo una ciudad con tanta zona verde y se respira aire puro. Es muy agradable.
– Ha sido siete veces campeona de España. ¿Qué recuerdos guarda con más cariño de esos títulos?
– Cada torneo era especial, pero el primero en 1997 conseguido en Ampuria Brava fue muy importante para mí. Fue el más vivido y me tiraron al mar, algo común que se suele hacer cuando se gana por primera vez. Además, justo antes de lograrlo, había ganado un torneo zonal. Ganar una competición superior ha terminado siendo algo común en mi trayectoria deportiva, como cuando me impuse primero en el campeonato de España escolar antes que el de Baleares. Así ha sido mi vida siempre.
«Que en una primera edición vengan más de 150 jugadores no es nada común. Va a ir a más»
– En 2023 se proclamó campeona del mundo senior en la categoría +50. ¿Qué significó para usted?
– Ser campeona del mundo fue muy importante y un sueño hecho realidad. Fue muy luchado. De las diez partidas no hubo tablas ni una sola vez. Caí en la primera, me repuse ganando cuatro consecutivas, pero volví a perder otra cuando creía que ya tenía encauzado el torneo. Después de este tropiezo, y tras haber ganado ya a una de las favoritas, me repuse y gané otras cuatro. Es el culmen de mi trayectoria y un título para toda la vida.
– ¿Cuál ha sido la partida más memorable que ha tenido en su carrera?
– La que jugué en 2019 en la primera ronda del Campeonato de Europa contra la rusa Aleksandra Goryachkina. Era la gran favorita y terminó siendo ese mismo año subcampeona del mundo contra la china Ju Wenjun. Fue una partida muy bonita jugada con negras, que finalizamos en tablas y de la que tengo un buen recuerdo.
– ¿Cómo ve el estado actual del ajedrez femenino?
– Está en auge. Los medios de comunicación nos están dando un poco de eco y eso se está notando. Las jugadoras ven que tienen su espacio y que no es un deporte, como se ha visto hasta ahora, masculino. Además, todas las imágenes o referentes que tenemos en mente son de hombres y eso se tiene que revertir poco a poco. De momento, el ratio sigue siendo bajo, con una mujer por cada diez hombres, pero con las iniciativas de algunos clubes de agrupar jugadoras para que se conozcan y se entrenen juntas están surgiendo muchas competidoras. Ese es el camino a seguir para equiparar la situación.
«Las jugadoras ven que tienen su espacio, que no es un deporte masculino, como se pensaba hasta ahora»
– ¿A qué retos se ha enfrentado en este sentido?
– Al principio no era tan fácil porque en un torneo de 50 jugadores podía ser la única mujer. Además, estaba permitido fumar en las salas de juego y jugaba contra adultos debido a que apenas había torneos escolares. Era un poco extraño y no me gustaba nada porque salía con una humareda tremenda y el ambiente no era el más propicio para una niña. Aun así resistí y tuve mucho respaldo de los jugadores de mi club, que me arroparon y me llevaron a jugar los torneos. Estoy eternamente agradecida por el trabajo que hicieron conmigo.
– ¿Qué le aporta el ajedrez a nivel personal?
– Es una pasión y una vida común que comparto con Sergio viajando y jugando torneos juntos. Pienso que no me voy a retirar nunca porque me encanta estar en este mundo. Espero poder permanecer el máximo tiempo posible en él. Es donde estoy a gusto.
– ¿Qué mensaje le transmite a los chicos y chicas que se están iniciando en el ajedrez?
– Sobre todo que disfruten. Ellos en principio no lo verán, pero si se lo pasan bien es un juego muy divertido y entretenido. Es un deporte para toda la vida.
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