La palista Deng Yaping, la mejor deportista china del siglo XX

Fue el colofón a una carrera corta pero intensa en la que ganó todo se propuso. La expalista china Deng Yaping fue nombrada mejor deportista china del siglo tras su retiro a la edad de 25 años pese a que sus inicios no fueron nada fáciles. Su estatura, de 1,50 metros, provocó que durante un tiempo los clubes no tuvieran interés en contar con ella pese a su gran talento. Sin embargo, su palmarés era tan brillante que finalmente la selección china contó con ella y hoy es una de las deportistas más relevantes de su país.

Yaping logró vencer en 18 campeonatos y ganó cuatro oros olímpicos entre 1989 y 1997, lo que despertó la admiración de los seguidores del tenis de mesa durante la década de los noventa. Hoy tiene 47 años y cuenta con su propia beca para palistas chinas en la Universidad de Nottingham, pero sus inicios a la edad de cinco años fueron más duros. «Entonces ya tenía claro que quería ser campeona y empecé a entrenar muy duro con mi padre, pero los entrenadores pensaban que no tendría buenos resultados en el futuro y le pedían que me fuera», ha explicado Yaping, que por aquel entonces ya ganaba los campeonatos provinciales.

Por suerte, su padre y su pasión por el ping pong le animaron a seguir adelante. Yaping tuvo que entrenar en condiciones extremas en los ochenta, incluso en un baño público con cuatro mesas y sin calefacción durante el invierno, a diez grados bajo cero. A los 13 ganó su primer campeonato nacional, pero no la admitieron en el equipo chino hasta 1988. Ganó su primer título mundial en 1989 junto a Qiao Hong, y dos años después se impuso también en el invididual. En 1992 arrancó aplausos de admiración en los Juegos Olímpicos de Barcelona, donde se hizo con el oro en los individuales y por parejas, hazaña que repitió en 1996 en Atlanta, y brilló en los campeonatos mundiales de 1995 y 1997. Fue la número 1 del ranking mundial durante ocho años.

Finalmente la deportista se retiró en 1997, con apenas 25 años. Después formó parte de las comisiones de ética del Comité Olímpico Internacional y estuvo en el comité organizador de las Olimpiadas de Pekín 1991 y 2008. Entró a formar parte del Salón de la fama internacional del tenis de mesa en 2003 y, además, fue nombrada mejor deportista china del siglo, todo un honor. A sus 47 años continúa inspirando a mujeres y deportistas para que se superen a sí mismas y cuenta con su propia beca para palistas chinas en la Universidad de Nottingham, donde previamente completó su formación. «En estos momentos las mujeres chinas no compiten desde el mismo punto de partida que los hombres y los chicos, así que tenemos que hacerlas más fuertes y competitivas», afirmó recientemente en una entrevista.