Garazi Sánchez prosigue en su búsqueda de generar conciencia contra el cambio climático
La surfista vizcaína dirige, produce y financia la docuserie 'Quitando la vergüenza' que estrenará su primer capítulo este miércoles, con motivo del Día Mundial de Océano
Dos años después de lanzar su primer documental, 'Vergüenza', en el que la surfista Garazi Sánchez reflexionaba sobre sus hábitos de vida y consumo, tras darse cuenta de que después de toda una vida ligada al mar desconocía muchos aspectos de este medio que le ha convertido en referente internacional, y tras ser consciente de la delicada situación que atraviesa debido al cambio climático, la deportista vizcaína ha decidido dar un paso más. Lo ha hecho con una segunda parte, en la que de la mano de expertos profundiza en qué podemos hacer cada uno para tratar de poner freno a la emergencia planetaria. De la reflexión, pasar a la acción.
Una segunda obra en forma de docuserie, 'Quitando la vergüenza', que estrenará el primero de sus seis capítulos este miércoles 8 de junio, con motivo del Día Mundial del Océano. Lo hará en YouTube, la mayor plataforma on-line para compartir vídeos, donde cada dos semanas se colgará una nueva entrega, salvo en el mes de agosto, que parará por vacaciones. La propia Garazi la ha financiado, y ha ejercido de directora y productora, con ayuda de la Federación Española de Surf, el Consejo Superior de Deportes y el Ayuntamiento de Getxo.
«El conocer es la única manera de poder cambiar conciencias. Y cuando quieres hacerlo un poco mejor te falta información de por dónde empezar, hacia dónde cambiar», declara la deportista. Es por ello que ha vuelto a buscar respuestas para poder actuar de una manera más sostenible y cuidadosa con el entorno en cuatro ámbitos destacados: la alimentación, la movilidad, el trabajo y a la hora de vestirnos. Para ello ha conversado en la UPV con Elisa Sáinz de Murieta, investigadora de impactos y adaptaciones Socioeconómicas al Cambio Climatico; en la Universidad de Deusto con Marije Goikoetxea, doctora en Derechos Humanos y experta en Ética; desplazándose a Madrid y Barcelona para hablar con Daniel Truran, director de Ethical Business Building the Future; Nuria Nubiola, ambientologa y co-fundadora de Back to Eco; Emilio Frojan, experto en movilidad sostenible y CEO y fundador de Velca, y Alex Boisset, CEO y co-fundadodor de BetterFOOD.
Todos ellos expertos en la materia que le hicieron ver que no existe un decálogo perfecto de cómo actuar para tratar de frenar el cambio climático y cuidar más de nuestros mares. «Todo depende de las circunstancias de cada uno, de nuestra capacidad económica, de dónde vivimos, trabajamos... La base no es tanto hacer, sino primero pensar en por qué hacemos lo que hacemos, si necesito comprar o ir a trabajar en coche sí o sí. Luego cada uno puede optar por cambiar ciertos hábitos, pero tampoco se puede juzgar al vecino por hacer una cosa y no otra». Y es que, todo suma, «y lo complejo de esto y de la vida es que no hay una manera única de hacerlo». «Muchas veces se piensa que quien trata de llevar un estilo más ecológico tiene que ser especial, tiene que vivir en el monte, ir siempre descalzo, cultivar su comida y no viajar nunca, pero este problema es de todos y todos debemos de involucrarnos en la medida en que podamos», recalca.
«No existe un decálogo perfecto de cómo actuar, todo depende de las circunstancias de cada uno. La base es pensar en por qué hacemos lo que hacemos»
Y es que, como le han trasladado sus entrevistados en esta docuserie, el impacto de esta crisis climática además de en las playas, «que serán cada vez menos bonitas, y habrá menos peces en el mar», se dejará sentir también en el trabajo, con cada vez más precariedad, en la economía, y en otros ámbitos como la salud. «Escuché un dato que no había escuchado nunca antes, que es más rentable económicamente evitar los efectos del cambio climático que solucionarlo después». ¿Y por qué no se está actuando desde arriba? «Una de las trabas tiene que ver con el sistema político que hay hoy en día, que los proyectos no son propuestos a largo plazo, sino cada cuatro años. Nosotros somos los que votamos y esto debería de formar siempre parte importante de las campañas. ¿Por qué estamos respirando aire malo y hay gente que muere por ello pudiendo respirarlo mejor? Todo esto nos tendría que enfadar».
¿Una moda?
Garazi Sánchez se vale de su propia experiencia para animar a los demás a cambiar su mentalidad y a actuar. «Cuando yo tuve el accidente en 2018 (sufrió un gran golpe de una ola entrenando en Hossegor que le mandó directa al hospital), me dijeron que podría ser que no volviera a surfear. Vale, puede que no, ¿pero hay alguna posibilidad de que sí? Díme como puedo hacerlo. Si solo me dicen que igual no lo consigo y no me explican cómo intentarlo, probablemente no hubiera vuelto a subirme en una tabla. En este caso tenemos que enfocarnos también en lo que podemos hacer, y seguro que ese compromiso nos hará sentirnos más felices y parte de la naturaleza».
La surfista vizcaína considera que el hecho de que haya quien vea todo esto como una moda no tiene que ser negativo. «Que se habla de ello y que haya gente que en la calle lo grite de alguna manera, que pelee y se cuestione, es bueno. Para mí es mejor que esté de moda hacer limpiezas en la playa que tirar latas como antes al mar. Hay gente que lo hará por moda, pero el acto hecho está. Habrá otros que gracias a esto conocerán otras formas de consumo, marcas que usan productos más sostenibles... Lo importante es que la rueda se haga cada vez más grande», declara, volviéndolo a llevar a su terreno. «Cuando era pequeña era inviable que una chica surfista fuera profesional y pudiera vivir de ello. No había trajes para nosotras. En el deporte femenino aún quedan muchas cosas por hacer pero el cambio ha sido gigante. Los pasos que se han dado ha sido porque se ha hablado de ello».
Garazi destaca que los expertos con los que ha hablado son personas «tolerantes y normales, que han dado el paso al cambio, generando modelos de negocio con un impacto más sostenible», y que confía en que inspiren tanto a la gente como lo han hecho con ella. «Todos sabemos que si se trata de hacer algo que conlleva mucho sacrificio va a ser complicado llevarlo a cabo, pero no se trata de eso. Todos podemos en alguna medida comprar en el comercio de proximidad, adquirir menos ropa, reciclar o utilizar más el transporte público, por ejemplo. Ojalá que este trabajo le haga a alguien dudar y replantearse sus hábitos y modelo de vida».
Ese es el principal objetivo de la surfista vizcaína, que se siente en deuda con el mar, por todo lo que le ha dado en estos últimos años. «Yo no soy una ciudadana ejemplar ni mucho menos, pero quiero contribuir en esta lucha de alguna manera. He recibido mucho del mar y de la naturaleza, los mejores momentos de mi vida, aunque también los peores, y esta docuserie que llega dos años después del documental 'Vergüenza', que yo misma he financiado, es mi modo de agradecérselo».