Salma Solaun: «Esta medalla es una gran recompensa al trabajo y sacrificio»

Es aún una niña, pero con 14 años y en su primero como gimnasta junior, viene de conquistar una medalla de bronce individual en el Mundial celebrado en la capital rusa. No ha pasado desapercibida para la seleccionadora nacional Alejandra Quereda, que sabe que tiene un diamante entre sus manos, aunque quien la moldea y pule es su entrenadora de toda la vida, Marga Armas. Aún con los nervios de saberse protagonista y recoger la medalla de bronce tras un redondo ejercicio de cinta puntuado con 16.750, Salma atiende en Moscú la llamada de EL CORREO.

-Enhorabuena Salma. ¿A quién dedica esta medalla?

-A mis compañeras, a mi familia y a mi entrenadora. A todo el mundo que me apoya y confía en mí. Esta medalla es un premio a todo ese esfuerzo, desde que empecé a hacer gimnasia. Pero, sobre todo, este año, ya que hemos tenido que doblar los entrenamientos en este último mes de preparación muy dura.

La gimnasia rítmica tiene un alto porcentaje de trabajo entre bambalinas. Sólo si hay títulos y victorias se conoce, pero lograrlos no está al alcance de muchas. Sus éxitos en campeonatos de España le han enseñado el camino, aunque un Mundial ya son palabras mayores.

-¿Cómo ha sido su ejercicio con la cinta?

-He salido a competir, lo he intentado hacer lo mejor que he podido y cuando ha salido la nota, me he quedado flipando, porque he quedado por delante de una italiana que es muy buena. Ha sido una experiencia superbonita y poder compartirla con mis compañeras. Lo he disfrutado al máximo.

En el mes de febrero ya tenía sus maletas preparadas para marcharse al Centro de Alto Rendimiento de León, pero una decisión de última hora truncó la oportunidad. Solaun sufrió un duro traspié que supo compensar con mucho más trabajo. Su dedicación a la gimnasia es absoluta y su talento, innegable. Continuar con su vida en Vitoria al final ha sido un acierto.

-¿Aquello de León está ya olvidado?

-Al principio me dio un poco de pena porque ya estaba mentalizada, aunque al final, el quedarme en Vitoria ha sido lo mejor porque he podido estar cerca de mi entorno, mi familia, mi entrenadora y ahora me alegro.

-¿Hasta dónde quiere llegar en la gimnasia?

-Quiero mejorar como gimnasta y disfrutar. Me encantaría ir a unos juegos olímpicos, pero sé que es muy difícil. Sólo tengo 14 años y tengo mucho tiempo todavía. Sé que debo trabajar mucho, entrenar y esforzarme. Sólo con sacrificio se consiguen las cosas. Esta medalla de bronce es un premio a todo este mes pasado entrenando de lunes a domingo. Una gran recompensa.