Berta Arbaizar: «Con pocos medios salen atletas de calidad»

Berta Arbaizar lleva más de media vida vinculada al atletismo. Nacida en Miranda de Ebro pero residente desde muy joven en Vitoria, destacó como velocista y saltadora, batiendo 10 récords provinciales. A sus 50 años, se encarga de la gestión del club Barrutia. La filosofía del trabajo de base es fundamental con más de 200 escolares. Fábrica de valores, la entidad alavesa maneja una generación de jóvenes con talento que empieza a dar sus frutos.

–¿Una no deja de ser atleta nunca? 

–En mi caso, con 30 años, me rompí la rodilla cuando estaba haciendo el curso de entrenador nacional. Empecé ya a ver el atletismo desde la otra parte, de entrenadora. Cuando fui madre, me sumergí en la parte más administrativa y de gerencia. Son etapas, pero lo importante es estar siempre vinculada a este deporte.

–¿Ha cambiado mucho el atletismo en cuanto a metodología y condiciones de trabajo?

–Al principio, sólo teníamos la pista de atletismo de Mendizorroza, lloviera, nevara o cayeran chuzos de punta. Después, se empezó a habilitar uno de los almacenes para que hiciera las labores de gimnasio muy precario. Las cosas fueron mejorando poco a poco, con el módulo y después con el gimnasio mejor equipado del polideportivo de Mendizorroza. Hemos evolucionado con buenos atletas, porque también hay buenos entrenadores. Todo va de la mano.

–¿Por qué nació el club atletismo Barrutia?

–Nació en 1989 y salió de un grupo de escolares que hacían atletismo en la ikastola Barrutia. Cuando aquellos chicos y chicas llegaban a los 14 años y debían federarse, o se buscaban un club o abandonaban. Por eso se creó y lleva el nombre de la ikastola, pero no hay un vínculo. Desde ese año, hemos ido creciendo y actualmente movemos 200 niños y 100 federados. Además de 14 entrenadores entre monitores de escolares y entrenadores nacionales de las diferentes especialidades.

–¿Existe una filosofía propia en su club?

–Priorizamos el deporte base. Es muy importante que los niños y niñas practiquen deporte desde edades tempranas y si es el nuestro, mejor. Tenemos la suerte de que el atletismo es un deporte que sirve de base para otros muchos. En deporte escolar, nunca se inculca el competir para ganar, sino para comprobar lo aprendido y evolucionar. Después, en edades más avanzadas a nadie se le va a exigir más de lo que pueda dar.

–¿Manejan una de las mejores generaciones de atletas a tenor de los últimos resultados en campeonatos de Álava y Euskadi?

–Tenemos un atleta de pruebas combinadas de 17 años, Daniel San Juan, que el año pasado fue con la selección española a un encuentro entre España y Portugal y salió vencedor. Gracias a un entrenador que se ha empeñado, tenemos pertiguistas muy buenos como Pablo Martínez de Guereñu, Daniel San Juan, Guillén Ascasibar y Ane Castillo. Todos están evolucionando, pero las condiciones de la colchoneta de pértiga en Vitoria son pésimas y se pueden hacer daño cuando caen desde 4 metros. Por eso, van a entrenar a Eibar o Donosti pagándolo de su bolsillo. Tenemos entrenadores como Julen Armentia, dedicado a las pruebas combinadas, o Gorka Zuazo, en velocidad y vallas, que todos los años mete a gente en finales de campeonatos de España. Julen Díaz o Laura San Juan en 100 metros vallas también está obteniendo buenos resultados. Con lo poco que tenemos, están saliendo atletas de calidad.

–En estos tiempos de pandemia, ¿el club vive o sobrevive?

–El primer confinamiento fue duro porque los atletas nunca habían parado tres meses. Costó arrancar y ahora volvemos a estar parados. La situación nos perjudica. En lo económico, fuimos pioneros en cobrar una cuota porque pensamos que lo que se paga se valora. Las subvenciones son en función de lo que haces y de lo que hay para repartir.