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Todo el mundo conocía a alguien que lo había visto. Corría el año 1999 y los viernes por la noche eran de 'Sorpresa sorpresa'. Isabel Gemio había sido sustituida por Concha Velasco y la actriz se encontró con una historia que nunca ocurrió, pero que todo el mundo comentaba. Era febrero y el programa terminó como siempre. Nadie podía imaginar que un par de días después los teléfonos iban a arder. 'Anatomía de…' se estrenaba analizando un bulo que se extendió como la pólvora en una época en la que las redes sociales brillaban por su ausencia. No hizo falta, alguien se inventó un relato que la gente expandió alcanzando cotas inimaginables.
«Era un programa en el que cualquier cosa pasaba, incluido que Ricky Martin sorprendiese a una fan que estaba con su perro en una situación sexual», explicaba el periodista Juan Sanguino a la presentadora del nuevo formato, Mamen Mendizábal. El relato aseguraba que el cantante iba a darle una sorpresa a una de sus seguidoras y para ello se escondió en el armario de su habitación, plagada de cámaras ocultas. Entonces, la joven se untaba mermelada en su entrepierna y llamaba a su perro que comenzaba a lamerla. «Era un programa completamente impredecible que hacía que toda esta historia de Ricky Martín resultase tan verosímil», proseguía Sanguino.
Si alguien no sabe qué era “¡Sorpresa sorpresa!”, enséñale este video.#AnatomíaRicky pic.twitter.com/xGZtsStetd
— ANATOMÍA DE (@anatomia_tv) May 7, 2023
Giorgio Aresu era el director de 'Sorpresa sorpresa' y su teléfono no dejó de sonar. «Me llamó hasta Jesús Hermida para pedirme explicaciones», contaba Aresu que llegó a dudar de la veracidad de la noticia. «Llegué a pensar que era posible porque nos pasaban muchas cosas, eran cuatro horas en directo sorprendiendo a la gente», indicaba el realizador que revisó todas las cintas minuto a minuto para comprobar que aquello no había ocurrido.
El bulo seguía creciendo. Muchos llegaron a pensar que se había grabado, pero que no lo emitieron. Y la cosa se disparó de tal modo que hasta recibieron una denuncia de la Asociación Pro Derechos del Niño y la Niña Prodeni que se tragaron el bulo. Se iniciaba así un surrealista proceso judicial. Antena 3 no se podía quedar parada y se querelló contra Prodeni. «Todas causas quedaron archivadas y no se pudo demostrar que había una intencionalidad de dañar», informaba el defensor del menor de la Comunidad de Madrid, Javier Urra.
A la denuncia le pusieron más fantasía que al guión de “Harry Potter”. #AnatomíaRickyMartin pic.twitter.com/D01PMaLw5S
— ANATOMÍA DE (@anatomia_tv) May 7, 2023
«Que nadie olvide de que Ricky Martín estuvo en el programa, pero tres años antes de la polémica», explicaba Isabel Gemio que se enteró del cuento por otros. «Estaba recién parida, mi hijo acababa de nacer. Y tenía mucho dolor por no haber continuado con 'Sorpresa sorpresa'. No lo veía porque me hacía daño y yo no soy masoquista. Entonces, no recuerdo cómo me llegó la noticia, supongo que por compañeros o alguien que me lo dijo por teléfono», contaba.
«Hemos sido víctimas de un bulo. Nos han atacado en una especie de locura colectiva. Un ataque que habla de algo que nunca ocurrió y de protagonistas que nunca han existido. Todo es mentira», proclamaba muy seria Concha Velasco dos semanas después de emitirse el supuesto programa. Pronto, la dirección del programa empezó a pensar que detrás de todo aquello había una mano negra. «Nos preguntábamos quién estaba detrás. Había muchas informaciones, mucha guerra de audiencias», afirmaba Aresu cuyo principal rival era 'Esta noche cruzamos el Mississippi' de Pepe Navarro. Tanto es así que a veces tenían que cambiar en directo las sorpresas, para competir con La Veneno. «Cada vez que salía, bajaba nuestra audiencia», descubría el director del gran formato que, ante la cuestión de Mendizábal, confesó: «Yo llegue a pensar que la mano negra era Pepe Navarro». Lo más curioso es que, un cuarto de siglo después, la gente sigue opinando y comentando en redes sociales un embuste que muchos siguen dando por cierto. «Hace poco me lo pregunto mi hijo pequeño», desvelaba Gemio. Aresu no se lo explica. «Me sorprende muchísimo, es increíble», zanjaba Giorgio.
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