Eta gero hau!
Juan Carlos Eguillor ·
Las viñetas del artista tornaron de la ilusión a la ironía iconoclasta, reflejando la decepción por los sueños incumplidosGarikoitz Fraga
Lunes, 24 de noviembre 2025, 16:43
Uno de los acontecimientos del tardofranquismo y la Transición, entre los años 68 y 83, fue la aparición en los quioscos de numerosas revistas de ... política, pensamiento, música, cine, ecología, cómic… Parecía que todo era posible y aquellas publicaciones imaginaban una sociedad mejor. Hoy asombran las grandes tiradas, la cantidad de lectores y la intensidad y calidad de los contenidos, firmados por jóvenes más apasionados que experimentados.
Uno de ellos era el bilbaíno Juan Carlos Eguillor (1947-2011), quien sorprendía desde 1968 con sus historietas de Mari-Aguirre en EL CORREO. Colaboró primero en 'Nuevo Fotogramas', 'Mundo Joven', 'Vasconia Express', 'Triunfo', 'Hermano Lobo' y, a la muerte del dictador, con la política ya en sus viñetas, entró en los nuevos diarios 'Egin' y 'Diario 16', y las revistas 'Ozono', 'Ere', 'Anaitasuna', 'Askatasuna', 'Berriak', 'La Calle' o la mítica 'Euskadi Sioux' que los salvajes de la cultura vasca perpetraron entre febrero y abril de 1979: «La política nos parecía una fiesta y pensábamos que este país iba a ser para todo el mundo. La idea era reírnos de nosotros mismos, de la política, de los políticos, o de la imagen del país que estaba naciendo de una manera diversa, incluso anárquica. Quizás entonces eso se pudo hacer porque el humor, que debe ser una venganza de la realidad, nacía de cierta ilusión esperanzada y también de cierta ingenuidad», recordaba Eguillor.
Los sueños se fueron diluyendo con la realidad y aquel mismo año, en la tira diaria de 'Egin', manifestó su desilusión por el Estatuto aprobado en octubre: «Keda inaugurado este batzoki. ¡A partir de ahora, Euskadi va a ser un auténtico koñazo!». Un año después, presentó su libro 'Eta gero hau!' (Txertoa) y vendió sus dibujos «a precios ruinosos de Navidad» en el pub Kaskagorri antes de irse a Madrid. En 'Cambio 16', declaró estar harto de que las emakumes del PNV le persiguieran por meterse con la «Euskadi bucólica y sabiniana. Nos van a hacer un País Vasco que parecerá una mezcla de 'El caserío', de Guridi, y 'El gatopardo', de Tomasi de Lampedusa».
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