
Cincuenta huevos duros
Paul Newman ·
Se cumplen cien años del nacimiento de la estrella de Hollywood con la mirada más azul, que dejó títulos memorables en medio siglo de carreraSecciones
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Paul Newman ·
Se cumplen cien años del nacimiento de la estrella de Hollywood con la mirada más azul, que dejó títulos memorables en medio siglo de carreraEl debut cinematográfico de Paul Newman fue haciendo de esclavo en una de romanos más mala que el sebo, de la que se avergonzaba. Era ' ... El cáliz de plata' (1954), que dirigió con desgana Victor Saville. Y su última aparición fue en 2002 con un gran papel secundario, el del duro patriarca irlandés de un clan mafioso en 'Camino a la perdición', película negra de Sam Mendes sólida como una tapa de alcantarilla de Brooklyn. Paul murió en 2008, a los 83 años, debido a un cáncer de pulmón. Entre los dos vértices de ese largo segmento desarrolló una fructífera carrera profesional de más de medio siglo con numerosos títulos memorables.
Nació en 1925 en un pueblo de Ohio. Su padre, Arthur Newman, de origen judío y con quien no tenía buena relación, se dedicaba al comercio de artículos deportivos; Teresa, su madre, era húngara y profesaba el catolicismo. Su deuda moral con el reciente Estado de Israel la saldó Paul protagonizando 'Éxodo', superproducción de sesgo sionista que, basada en la famosa novela de Leon Uris, dirigió en 1960 Otto Preminger.
Mi película preferida protagonizada por Newman, y a mi entender una de las grandes obras maestras del cine americano, es la oscura y vigorosa historia de perdedores 'El buscavidas' (Robert Rossen, 1961), donde encarna a Eddie 'Fast' Felson, un jugador de billar de ventaja impetuoso y arrogante. Es célebre el golpe de diálogo de la chica triste que interpreta Piper Laurie (novela de Walter Tevis) cuando conoce a Eddie y le dice: «No estoy borracha, es que soy coja». 25 años después. Martin Scorsese cumplió el sueño personal de retomar el personaje, maleado por el tiempo y la vida, en 'El color del dinero', que supuso para Newman el único Oscar.
Su primer éxito internacional fue 'Marcado por el odio' (Robert Wise,1956), donde recrea la figura del boxeador Rocky Graziano. Newman no solo era más hermoso que el Apolo de Belvedere, tenía un cuerpo atlético y por encima de cualquier rasgo destacaban sus asombrosos ojos garzos, del azul del cielo más cerúleo. Los directores de fotografía disfrutaban iluminando esos ojos increíbles. En 1958, Richard Brooks compaginó los ojos más azules con la belleza violeta de los de Elizabeth Taylor en 'La gata sobre el tejado zinc', basada en la obra de Tennessee Williams. Faltaba el esencial adjetivo del título original: caliente; el tejado caliente del que debe saltar Maggie, la gata.
Sin embargo, sobre todo en sus comienzos, Newman no se sentía feliz de su físico privilegiado, por considerar que lo encasillaba de un modo parecido a como le sucedía a Marilyn Monroe. Hasta que Paul limitó la bebida a la cerveza, tuvo serios problemas con el alcohol buena parte de su vida. Desde luego no le pasó factura física aparente, con esa prestancia como de cama deshecha (le decía Marlene Dietrich a Edward G. Robinson) que suelen tener los borrachos. En cine, sus papeles más destacados de bebedor en la marejada son el detective de 'Harper' (Jack Smight, 1966) y especialmente el abogado en horas muy bajas de 'Veredicto final' (Sidney Lumet, 1982).
Fue un hombre comprometido con los derechos civiles desde el progresismo. Participó en la marcha sobre Washington de Martin Luther King, se opuso a la guerra de Vietnam y le cupo el honor de ser declarado persona no grata por Nixon.
Su matrimonio con Joanne Woodward duró casi tanto como su carrera, aunque ya había tenido tres hijos con la primera esposa. Hizo protagonista a Joanne de 'Raquel, Raquel', 'El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas' y 'El zoo de cristal', tres de las cuatro películas que dirigió.
'Dos hombres y un destino' (George Roy Hill, 1969) lo emparejó con Robert Redford y lograron una química muy especial en sus roles de los bandidos Butch Cassidy y Sundance Kid. Repetirían tándem, también con Roy Hill, en 'El golpe' (1973), película de timadores y 'gangsters' en tono de comedia que fue un éxito todavía más rotundo que la anterior. Pero la pareja de guapos irresistibles no volvió a juntarse una tercera vez. Ellos lo achacaron a que no les ofrecieron un guion con personajes lo suficientemente buenos para repetir la fórmula.
Por último: pregunta cinéfila. ¿Por qué he titulado el artículo 'Cincuenta huevos duros'? Pues porque en 1967 Paul Newman protagonizó 'La leyenda del indomable', una película de género carcelario que dirigió Stuart Rosenberg y que tuvo cierto reconocimiento. Y 50 huevos cocidos era los que se apostaba que era capaz de comerse en una hora. ¿Qué si ganaba la apuesta? La verdad es que no me acuerdo.
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