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Sin ninots

Domingo, 13 de febrero 2022, 02:30

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La gala del reencuentro fue de estética futurista, lenticular en el hormigón de Calatrava, demasiado coral en la presentación, bien quedante en sus toques transgénero ... y multilingüe; de pirotecnia fallera en su arranque y también, la verdad, muy poco berlanguiana en su gracia, en su ritmo y en su guion. Incluso el arranque con la glosa fervorosa por el cine de Carmen Machi sonó pesado, lo mismo que los videos intercalados a lo largo de la noche, casi todos ellos innecesarios. Mariano Barroso estuvo comedido en lo reivindicativo y asertivo en la defensa del cine, pero pesado como siempre. Menos mal que de la añoranza por la Sardá o Buenafuente nos sacaron algunos chispazos como el del recuerdo a Buñuel de Cate Blanchett, esta última vestida con un sublime Armani muy 'happy twenties'; el del vasquismo discursivo de Urko Olazabal, el gestualismo plumón de Guillermo Montesinos, la naturalidad de Arturo Valls y Ana Milán o la magistral presencia y declamación escénica de Pepe Sacristán, una verdadera lección de oficio y vida.

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