Entrevista a Mikel Bustamante | Nominado al Goya
Mikel Bustamante: «Todo el mundo me dice que lo peto, pero llevo casi dos años sin facturar»El intérprete alavés se juega esta noche el premio a Mejor Actor Revelación. «Apuesto por que nuestra película se lleva tres Goyas»
Detrás de las cámaras se ha curtido en lo que se llama «cine de guerrilla», ese que no necesita grandes medios ni equipos. Como actor, ... sus dos papeles más conocidos han sido en la piel de agente Martínez en 'La casa de papel', una de las series más vistas en la historia de Netflix. Y como padre primerizo en 'Cinco lobitos', una de las cintas más aplaudidas del año que se aleja de las ideas idílicas acerca de la maternidad y opta a 11 estatuillas en los Goya.
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Mikel Bustamante (Amurrio, 1986) es uno de los que compiten este sábado por el cabezón a Actor Revelación con un filme que podría arrasar y dar el campanazo. Este actor alavés, que reside en Madrid desde hace trece años y es un gran aficionado a la magia, asegura que no hay trucos para llegar ahí. Si acaso «no parar de moverse y ser pesado».
– ¿Cómo van las quinielas? ¿Se ve ganador?
– El asunto de las quinielas es un tema que intento hacer el ejercicio de no pensarlo y escapar, pero es difícil porque te etiquetan en publicaciones, te mencionan y es inevitable mirar y ponerte nervioso. Pero es un año increíble y estar nominado es un auténtico honor. Sí que hay algunas categorías con más favoritos claros y otras más abiertas.
– En la suya, la de actor revelación…
– Es una de las más difíciles de pronosticar. En esta categoría los cinco somos distintos y los trabajos muy diferentes, así que dependerá de lo que voten los académicos.
– De las 11 nominaciones de 'Cinco lobitos'. ¿Qué premios ve claro?
– Me jugaría que nos llevamos tres. A Alauda Ruiz de Azúa a dirección novel es el que más claro veo. A Susi (Sánchez), de reparto, y a Laia (Acosta) como protagonista. Ojalá se lo llevara también Ramón Barea, aunque lo veo complicado porque Luis Zahera ('As bestas')hace un trabajo estratosférico. Ramón se lo merece no solo por el trabajo en la película, sino por la trayectoria enorme que tiene. En el resto también puede haber alguna sorpresa, en sonido hay un trabajo impecable. Tampoco me sorprendería que el guion se lo llevara.
– En la cinta hay material de sobra para reflexionar. ¿Le ha despertado (o espantado) el instinto paternal?
– No lo sé, las dos cosas un poco (risas) No soy padre, pero siempre lo he tenido en la cabeza y después de la película decía hostias, ya no sé si quiero. Pero sí, te hace reflexionar mucho, la temática de la maternidad y paternidad, de la conciliación... El planteamiento de Alauda es magistral porque no emplea pancartas de buenos o malos. A mí me han llegado a decir de todo que es un hijo de puta y que es el único cuerdo de la película.
– En el filme se plantea que la conciliación es más complicada para quienes trabajan en sectores precarios. Su personaje es un técnico teatral y es fácil encontrar el paralelismo con un actor.
– Totalmente, hablé mucho con Alauda de ello porque yo prejuzgaba al personaje y le decía cómo se va a ir a una función en la segunda semana del nacimiento de su hijo. Ella me decía que en la vida esto es así... Una cosa curiosa que pasó es que había dos técnicos en el rodaje que acababan de ser padres un mes antes. Alauda me dijo siéntate con ellos, tómate un café y les preguntas por qué han decidido trabajar. Hablando con ellos me contaban que eran encargos puntuales y si no cogían la peli igual no les volvían a llamar en todo el año. Por ahí empecé a entender bastante más al personaje.
– ¿Cuándo se acerca a la interpretación? ¿Hubo alguna revelación?
De toda la vida me ha gustado el show, también soy mago y hago truquillos con la baraja con la que voy a todos los sitios. Empecé a hacer teatro de pequeño y cuando cumplí 18 años me preguntaron que quería ser y dije estrella del rock porque el escenario siempre me ha encantado y tenía grupos de música. Empecé estudiando Marketing en Bilbao y aguanté año y medio más de noche que de día. Y ya cuando me lo fui a tomar en serio tuve claro que quería hacer algo artístico. Descubrí una escuela de cine en Barcelona y allí estudié el primer año de dirección y luego me especialicé en montaje y sonido -estuve tres años-. Vine a Madrid para seguir ese camino detrás de la cámara y cuando me puse a mirar escuelas vi un cartel en el que ponía 'Interpretación para cine y televisión'. Eso es lo que he querido siempre y dije voy a probar.
– En 2009 se matricula en el Instituto del Cine de Madrid y una década después llega el papel en 'La casa de papel'. ¿Ha tenido que compaginar la actuación con muchos otros trabajos?
– He hecho de todo, he repartido periódicos con una bici que pesaba 20 kilos e iba por la plaza del Sol. Me pegaba unas palizas enormes. He trabajado en reparto a domicilio con Glovo hasta que me pegué una leche con la moto. También en un hotel de botones por la noche. He comido mucho barro.
Imagen en redes
– La directora Carla Simón hablaba hace poco del contraste entre el lujo de las galas y la realidad del sector. Decía que tras llegar del hotel a casa se planteaba cómo llegar a fin de mes.
– Es que es así, todo esto de los premios –que están muy bien y es un reconocimiento– no es real. Ahora todo el mundo me dice que lo estoy petando y no paro, pero la última vez que facturé como actor fue en agosto de 2021 que es cuando terminé el rodaje de 'Cinco lobitos'. Hasta el momento no he facturado como actor. He hecho varios proyectos, pero he cobrado cero como actor. Con las redes todo parece una cosa distinta, pero la realidad es otra.
– O sea que no le han vuelto a llamar.
– Sí que es verdad es que a raíz de 'Cinco lobitos' estoy haciendo bastantes pruebas y tengo proyectos interesantes posibles, pero no están cerrados. Se me están abriendo ventanas y espero este año poder trabajar, pero hasta que ha salido la película, nada.
– La nominación para nada supone que va a tener trabajo…
– Que yo sepa no. Además, lo único que quiero es trabajar. Si me das a que firme un papel o el Goya, obviamente firmo seguir trabajando. Sin lugar a dudas.
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