Sangre nueva para la ópera
Público joven ·
Las estrategias para impulsar el relevo tienen como punta de lanza la tarifa plana y en algunos teatros se permiten hasta funciones solo para ellos con DJ en el entreactoBien entrado el siglo XXI, el mundo de la ópera puso cara de velocidad. Ya no se trataba solo de fomentar la polémica y el ... frenesí en las puestas en escena (cuanto más sexo, mejor) o de exigir un canon estético muy distinto a la imagen de Luciano Pavarotti o Montserrat Caballé. Había que ir más allá. Era necesario encender las luces largas y pensar en el futuro. ¿Por qué no hay relevo generacional entre el público? ¿A qué se debe que la afición ya no se herede como antes? Es un cambio de tendencia que se percibe lo mismo en Viena que en Nueva York, Barcelona, Milán o Bilbao.
La pasión por la ópera (igual que el coleccionismo de arte) ya no es algo que se transmita de padres a hijos tan fácilmente como el fútbol. Ni siquiera en las familias que siempre se han podido permitir un abono de palco. «Para nosotros nunca ha sido un problema desembolsar anualmente en torno a 700 euros por cabeza para disfrutar de la ópera. Yo me inicié de chaval gracias a mi hermana mayor, allá por los años 50. Fue escuchar a Mario del Monaco en vivo y caer rendido», rememora un entusiasta veterano que no se pierde ningún título de la temporada de la ABAO. Otro cantar son sus nietos.
Tienen menos de 25 años y prefieren pagar 250 euros por un concierto de Taylor Swift, antes que asistir a una función de 'Otello' con un tándem de lujo formado por Jorge de León y Ermonela Jaho. Con la tarifa plana de la ABAO para jóvenes, apenas les costaría 28 euros una entrada (en cualquier turno y en las mejores localidades disponibles) para disfrutar de ese colosal título verdiano en junio. Ya no es una excusa el precio para cerrarse en banda a la ópera. «Creo que es falta de curiosidad, nada más que eso. Mi novio nunca había ido a la ópera y la vez que me escuchó le encantó. Hay que darse una oportunidad y no ser tan cerrado. Teniendo temporada en Bilbao me parece increíble que no se aproveche», recalca Haizea Lorenzo, joven soprano leiotarra y miembro muy activo de la plataforma Gazteam, que surgió en 2016 entre estudiantes de música para meter el gusanillo operístico entre los jóvenes. Fue una iniciativa impulsada por una profesora del Conservatorio de Bilbao y la ABAO no tardó en recoger el guante.
Esa misma temporada se lanzaron tarifas planas para dos franjas de edad: menores de 25 y entre 26 y 30 años. Una oferta con la que, previo pago de una tarjeta de 12 euros, se pueden adquirir entradas a precio fijo de 28 o 33 euros. En la actualidad hay unos 1.200 titulares con tarjeta Gazteam y los lazos con las nuevas generaciones no dejan de estrecharse. «Yo me encargo de generar contenidos en Instagram y de organizar 'meetups' para 10 ó 15 personas antes de la función. Quedamos con mucha antelación para hablar con los cantantes en los camerinos, tener una visita guiada, ver el atrezzo... Lo hago todo por amor al arte y encantada, es muy importante hacer piña y ampliar el círculo», asegura Haizea Lorenzo. Este curso vivirá en Madrid, porque empieza a estudiar en la Escuela Superior de Canto, pero seguirá vinculada a Gazteam, «subiendo vídeos y haciendo todo lo que sea necesario».
Erasmus que se apuntan
La propia ABAO cuenta también con una coordinadora de Gazteam, Jessica Crespo, que recoge las inquietudes y propuestas de los miembros. Se incorporó al equipo de márketing hace unos meses y tiene muchos planes: «Entre otras cosas, nos gustaría divulgar esta oferta entre los erasmus. Hay bastantes jóvenes de Alemania, Italia o Francia que en pasadas temporadas se han comprado la tarjeta de Gazteam», destaca Crespo. Todos ellos, más allá de las experiencias exclusivas, como el acceso a la cafetería de artistas durante el entreacto, valoran el aliciente más consistente: la tarifa plana. «Es la mejor opción, no hay duda. Sale más a cuenta que los tickets sueltos, que para los menores de 35 años cuestan entre 25 y 131 euros», apunta Crespo.
El director general del Gran Teatre del Liceu, Valentí Oviedo, también destaca la importancia de abaratar los precios. «Lo que realmente disuade de ir a la ópera en Barcelona no son las escalinatas y dorados; y tampoco el esfuerzo intelectual que supone disfrutar de tres horas de música y canto. ¡La barrera que más cuenta es el dinero!». Las entradas en el Liceu oscilan entre los 10 y 300 euros, con la particularidad de que algunas de más de 100 euros tienen visibilidad reducida. Los únicos que no pueden quejarse, sin embargo, son los jóvenes. No solo tienen entradas de precio único a 30 euros en cualquier zona de la sala, que se pueden adquirir quince días antes de la función, sino que también se montan cinco representaciones por temporada exclusivamente para menores de 35 años, con el mismo reparto.
Basta con darse de alta gratuitamente en la comunidad 'Under 35' para poder adquirir las entradas con descuento. «La ventaja de estas representaciones es que se sienten más cómodos. Actúan con espontaneidad, aplaudiendo y riendo cuando lo consideran oportuno y nadie mete la pata. No están encorsetados por los rituales y aciertan siempre. Hacen lo que deben hacer sin darse cuenta». Esa atmósfera juvenil y despreocupada se fomenta en el entreacto y al final de la función, con stands de comida y un DJ que les hacen sentir en su ambiente «y sobre todo al término de la ópera evita que salgan pitando a tomar una cerveza». El objetivo es retenerlos y grabar todavía más la vivencia en su memoria, «además de permitir que todas las tribus urbanas luzcan su mejor versión».
No se exige corbata ni pajarita, ni vestido sin mangas, como en la inauguración de La Scala de Milán reservada a los menores de 30 años. «Jajaja, claro que imitamos el modelo italiano, pero adaptado a nuestro carácter. No imponemos una etiqueta, eso no funcionaría en Barcelona. Tenemos que ser más abiertos». La fórmula tiene éxito, no en vano nada menos que 30.000 personas se han apuntado a la comunidad 'Under 30'. «Las entradas se agotan en minutos y, todavía mejor, el 50%, que no ha ido nunca a la ópera, repite».
Apoyo de entidades de peso
El apoyo de patrocinadores como Seat y Cupra permite sacar adelante en el Liceu una estrategia que no escatima recursos y apuesta por 'influencers' y periodistas muy activos en redes sociales y en los podcasts. Son jóvenes que dominan la retórica millenial y de la generación Z, así que lo mismo graban un vídeo disparatado en el que regalan entradas al primer chico que recoge un zapato en la calle para que disfrute de la ópera 'La cenerentola' (La cenicienta) que, más serios, entrevistan al barítono Carlos Pachón y le hacen confesar que «Rossini es el rockstar de la música clásica». No se dirigen a un público ganado de antemano, con estudios musicales o tradición familiar, sino que tiran el anzuelo en caladeros vírgenes donde la ópera es una experiencia 'instagrameable' que no se pueden perder.
Es una consigna que también se sigue en Nueva York, donde su director general, Peter Gelb, levita cada vez que ve a cientos de chavales –que disfrutan de tarifa plana de 31,55 euros– haciéndose fotos delante de la Metropolitan Opera House. «Vienen más jóvenes que nunca porque hemos sabido crear expectación», reflexiona Gelb en una entrevista reciente al magazine 'Opera/Opera News'. El problema es que allí y en todas partes la compra de entradas cae en picado cuando se supera la edad límite para los descuentos. ¿Qué hacer entonces? Pues confiar en el futuro, como recuerda Valentí Oviedo desde el Liceu: «Seamos optimistas. Más tarde, con 45 ó 50 años, con la vida asentada, retomarán la afición. Hay que pensar a largo plazo».
El Teatro Real estrecha lazos con universitarios
'La Universidad a Escena' es un programa pionero en Europa que lanzó el Teatro Real en 2010. Ha permitido a más de 14.000 estudiantes de 20 universidades y escuelas de enseñanzas artísticas conocer sus instalaciones y actividad al detalle. Encuentros y debates con los artistas y los profesionales del teatro, así como la asistencia a los ensayos, son momentos clave de cada curso. Los estudiantes –que perciben créditos universitarios– analizan y evalúan las producciones y culminan el módulo con un trabajo en grupo, seguido de una presentación oral y un coloquio.
ABAO BILBAO OPERA
Tarifas planas. Dos modelos: hasta 25 años y entre 26 y 30.
Tarjeta Gazteam . Hay que comprarla para disfrutar de la tarifa plana. Cuesta 12 euros.
Entre bastidores. Encuentros con los artistas en los camerinos y tour detrás del escenario (en grupos de 10-15 personas) antes de la función. También acceden a la cafetería de artistas en el entreacto.
Liceu de Barcelona
Tarifa plana. Para jóvenes de 18 a 35 años.
Comunidad 'Under 35'. Ingreso gratuito y se realiza online.
En su ambiente. Además de las funciones para todo el mundo, sin restricción de edad, disfrutan de cinco que se ofrecen solo para la comunidad 'Under 35'. En el entreacto y al final se ameniza el ambiente con DJ y stands de comida.
Teatro Real de Madrid
Tarifas planas. Dos modalidades: hasta 25 años y entre 26 y 35.
Basta acreditar la edad. Se enseña el DNI para disfrutar del precio fijo.
Solo jóvenes. Se organizan preestrenos y se monta una discoteca en la segunda planta. El próximo viernes asistirán a la apertura de temporada tres días antes que el resto de aficionados. Precios, 14-34 €.
Ópera Estatal de Baviera
Tarifa plana. Hasta los 30 años. Si se quiere una butaca solo se ofrece en determinadas funciones. Si los jóvenes se conforman con estar de pie, la tarifa plana se aplica en todas las funciones.
Transporte público. La tarifa plana incluye el coste del desplazamiento.
Universitarios. Los estudiantes tienen acceso gratuito a los ensayos generales.
Teatro de La Scala de Milán
Porcentajes de descuento. Dos modalidades: hasta 30 y entre 31 y 35 años. Se aplican sobre precios habituales de entre 10 y 300 euros.
Bono. Para disfrutar de la reducción hay que comprar un bono de 10 euros.
Inauguración de lujo. Los menores de 30 años asistirán el 4 de diciembre a la apertura de la temporada dos días antes que los demás
Ópera Estatal de Viena
Tarifa plana. Hasta los 27 años
Comunidad 'U27'. Para ingresar no hay que pagar ninguna tarjeta o bono.
Ensayos y debates. Pagan 10 € para acceder a los ensayos generales. La entrada es gratuita en las sesiones informativas que presenta el director general de la Ópera de Viena. Los jóvenes participan gratis en debates con los directores de escena.
Metropolitan de Nueva York
Tarifa plana. Para estudiantes de pregrado y posgrado, pero solo se aplica en algunas representaciones.
Matrícula. Basta con probar la condición de matriculado a tiempo completo para conseguir la tarifa plana.
Vino. Antes de las funciones se monta una fiesta con entremeses y vino (el alcohol solo para mayores de 21 años).
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