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Rock Vasco

Olana Liss: «Estamos necesitados de belleza, de arte que eleve»

La vocalista y compositora vecina de San Sebastián presenta el viernes en el Cotton Club su segundo álbum, 'Esencia Humana', una obra conceptual y en castellano deudora de Marvin Gaye, Adele, Diana Ross…

Jueves, 29 de mayo 2025, 00:49

Canta muy bien la treintañera Olana Liss, que vive en San Sebastián desde hace diez años, donde sigue llamándose o etiquetándose a sí misma 'afromeña', por africana y extremeña. Su voz posee técnica y emoción, calidad y calidez, y sus alardes y alargues o sostenidos nunca parecen forzados, ni artificiosos. Olana ha sido corista del guipuzcoano Javi Fermín y también de la eternamente adolescente Jeanette, pero también tiene dos discos a su nombre: el primero, 'Imagine' (2019), con muchas bondades, bilingüe y un tanto disperso, entre el son cubano y el jazz baladista, y el segundo, el que nos ocupa, 'Esencia Humana' (2025), un catálogo de soul positivista y humanista, íntegramente cantado en castellano.

Ocho cortes en 27 minutos y medio de mensaje conceptual con reflejos de Marvin Gaye y Gil Scott-Heron ('Somos luz'), los Rolling Stones ('Tiempo'), Sole Giménez con más chorro vocal y vibración ('Agua'), la suprema Diana Ross ('Quiérete'), destellos de rap y de Prince ('Poderosa'), góspel algo Adele ('Quédate'), soul vía The Excitements barceloneses ('Sin miedo') y un guiño a Lou Reed ('Sin sentido').

Reza la promoción sobre 'Esencia Humana': «Una obra en dos capítulos que profundiza en las dualidades del alma humana a través de la tradición sonora afroamericana reinterpretada en castellano. (…) 'Esencia Humana' propone un recorrido por lo divino y lo terrenal en clave de Funk, Soul y R&B clásico, evocando la esencia de leyendas como Marvin Gaye, Al Green, Smokey Robinson, Curtis Mayfield, The Temptations, Stevie Wonder o Prince, pero con una impronta única: la de una mujer afrodescendiente extremeña que canta con alma en su lengua materna».

Olana Liss presentará esta su reválida al frente de una banda grande y brillante el viernes en el Cotton Club (20.30 h, 12,62 €), y se lo recomendamos a usted que nos lee antes de dar paso a la entrevista.

Naciste en Cáceres, de padre africano y madre extremeña. ¿Cómo llegó ahí tu padre?

Mi padre es de Guinea Ecuatorial. Llegó a España en los años 70, en plena juventud, para trabajar en la construcción. Llegó a Canarias, donde conoció a mi madre. Mi madre, extremeña de pura cepa, trabajaba de camarera de pisos en el Hotel Iberia. Tuvieron a mi hermano mayor, se casaron, y se marcharon a Cáceres, donde nacimos mi otro hermano y yo. Mi madre siempre ha sido una mujer luchadora.

Te defines como 'afromeña'.

Exacto, soy afromeña con todas las letras. Aunque nací y crecí en Cáceres, nunca estuve en la tierra de mi padre.

¿Qué recuerdas de tus años en Cáceres, Extremadura? ¿El calor, la luz, los toros, el campo…?

Mis recuerdos de Cáceres están bañados en sol, en tierra roja y en esa manera tan nuestra de vivir el tiempo: sin prisas, ja, ja... Recuerdo el calor seco del verano, las meriendas al fresco con vecinas, las fiestas del barrio y la mezcla de músicas que se colaban por las ventanas: copla, flamenco, salsa, soul... Y sí, el campo extremeño siempre ha sido una especie de refugio.

¿Y cómo acabaste en San Sebastián? ¿Por amor?

¡Noooo! Vine a trabajar a un 3 estrellas Michelin. Estaba en una época donde me apetecía probar cosas nuevas. Siempre compaginé la hostelería con la música, me ofrecieron venirme y así lo hice ¡Y ya han pasado 10 años! Ahí conocí a Sara, mi socia y manager, y montamos la agencia de booking y management Masadi Music.

Y te quedaste…

Me quedé porque me atrapó el paisaje, la calma, la belleza del norte y su gente. Encontré aquí un espacio donde crecer, experimentar y construir mi carrera con más libertad.

¿Cómo has aprendido a cantar? ¿Has recibido clases o eres autodidacta?

Un poco de las dos cosas. Empecé de manera autodidacta, imitando lo que escuchaba, y fueron las propias vecinas de mi barrio las que le decían a mi madre que yo cantaba muy bien y que tenía que ir a clases de canto. Y empecé a dar clases particulares en la adolescencia, aunque llevaba cantando desde las ocho años. Hoy en día enseño técnica vocal y a la vez sigo aprendiendo. La voz es un instrumento infinito.

En la hoja de promoción de 'Esencia Humana' se cita a Prince, Amy, Marvin Gaye, The Temptations… De lo bueno lo mejor, de lo mejor lo superior, ja, ja…

¡Por supuesto! Son parte de mi ADN musical, igual que el blues de B. B King, o el de Etta James. También escucho mucho a Lauryn Hill, D'Angelo, Erykah Badu, Ella Fitzgerald, Nina Simone, Al Green… Me nutro de voces que raspan y acarician a la vez. Y estas son absolutamente mis inspiraciones, entre otras muchas de mi música.

A veces suenas mucho a Aretha Franklin, lo que pocas voces pueden. Oye, ¿te gusta el blues? ¿Es distinto cantar blues?

El blues es raíz. Lo respeto profundamente. Es verdad que cantar blues exige otro tipo de entrega: es como abrir una herida y dejar que la voz la limpie. Tiene menos adorno, más verdad. Lo disfruto muchísimo, aunque no es el centro de mi estilo.

Ya. Olana, uno de tus méritos es que demuestras que se puede cantar soul en castellano.

Gracias. Porque ese es el reto de mi carrera. Me ha sido muy difícil conseguirlo y todavía estoy en proceso de ir puliendo. Pero me lo propuse y creo que lo estoy logrando. Siempre he creído que el idioma no debería ser una barrera para cantar distintos géneros.

Compones tus canciones. ¿Dónde buscas la inspiración?

En la vida. En lo que me duele, en lo que me conmueve, en lo que me hace sentir viva... A veces la encuentro en una conversación, otras en una película o una imagen. Escribo mucho desde la intuición, desde lo que se remueve por dentro.

¿Este que nos ocupa, tu segundo disco, 'Esencia Humana', es un álbum conceptual en dos partes?

Sí, 'Esencia humana' es un viaje en dos fases. La primera parte, 'Esencia', es más espiritual. Habla de lo que nos conecta con algo superior: el amor, la luz, el agua, el alma... La segunda parte, 'Humana', es más carnal, emocional, visceral... Habla del miedo, la rabia, el deseo, la tristeza, la depresión, la ansiedad y la resiliencia. Juntas forman un mapa de lo que somos: una mezcla imperfecta de luz y oscuridad.

¿Qué piensas cuando oyes canciones de tantos estilos actuales con mensajes negativos, desde agresivos hasta victimistas? Abundan los ejemplos, desde los grupos punkis hasta tantos cantautores y cantautoras indies… Es que pienso que la música es para pasarlo bien, no para ponerte de mal rollo.

Creo que todo tiene cabida en la música, pero también creo que estamos necesitados de belleza, de arte que eleve. Yo no hago música para anestesiar el dolor ni para ignorar lo que duele, pero sí para transformarlo. Hay mucha música que se queda en la queja o en la agresión, y a mí me interesa más lo que construye. La música puede ser catarsis, sí, pero también es medicina.

Qué bien suena... Has colaborado con Jeanette, la cantante de 'Soy rebelde', 'Cállate niña', 'Por qué te vas'… ¿Qué hiciste con ella?

Fui su corista durante un tiempo. Jeanette es historia viva, tiene una sensibilidad única. Me marcó su humildad y su capacidad para emocionar con tan poco. De hecho, incluí una versión en mi primer disco de su icónico tema 'Por qué te vas'. Fue ella la que me explicó que el titulo no es una pregunta, es la causa de toda la letra.

Además participaste en el concurso de Antena 3 La Voz 2023. ¿Qué sacaste de positivo?

Un escaparate brutal para crecer en seguidores y te conozcan en otros países. Me lo pasé muy bien porque estaba muy segura de mi misma y porque me apetecía. La verdad es que volvería a repetir.

Ya, y harías bien. No había doble intención en la pregunta, ningún reproche. La televisión generalista sigue siendo el mejor escaparate, como ben dices. Ah, en Antena 3 se indica que en San Sebastián trabajas de manager. ¡Si es así conoces todos los aspectos de la música, arriba y debajo de un escenario!

¡No soy manager! Lo pusieron ellos, igual que pusieron en otro artículo que mi disco 'Imagine' había sido nominado a un Grammy latino, y no fue así, el nominado fue mi productor. Lo que sí tengo es la agencia de booking y management (Masadi Music), donde yo me encargo de la parte artística y mi socia Sara Martín se encarga de aguantarnos y organizarnos el camino. Ella es la manager.

Ajá. ¿Sigues cantando con Javi Fermín, el detective de canciones?

Con Javi estuve un tiempo en su proyecto. Hicimos la gira de 'Joyas robadas' durante la pandemia y fue una experiencia muy buena. Hace dos años que ya me centré al 100 % en mi proyecto y en mis clases de técnica vocal. Aunque ahora Javi y yo compartimos músicos y productor, je, je…

¿Cómo será el concierto del viernes en el Cotton Club?

Va a ser un viaje. Llevo una banda con músicos de altísimo nivel, es una formación muy orgánica: bajo, batería, teclas, guitarra, percusión y mucha alma. Queremos que el público no solo escuche, sino que sienta. Habrá groove, emoción, fuerza y momentos íntimos. No solo tocaremos mis canciones, también me doy el gustazo de revisitar joyas del pop español y llevarlas a mi rollo. Además, me he propuesto que todo el repertorio sea en castellano.

El soul afromericano es posible en castellano, como diría del rock americano Hendrik Röver, el líder de Los Deltonos cántabros.

Ya… Por ejemplo, los que vengan al Cotton escucharán una versión que mezcla 'You know that I'm No Good' de Amy Winehouse con 'Yo no soy esa' de Mari Trini. Es una mezcla un poco loca, lo sé, pero me gusta mucho hacer ese tipo de cosas. Habrá que venir para descubrirlo… Además el Cotton tiene esa vibra acogedora que invita a la conexión directa con el público, y ahí es donde la magia ocurre. Va a ser una noche para bailar con el alma.

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