«Invasión vasca» en Sonorama con Fermin Muguruza y ETS
El festival de Aranda de Duero, que arranca el miércoles con el músico de Irún como cabeza de cartel, espera reunir a 150.000 asistentes
Aranda de Duero espera esta semana un desembarco de melómanos vascos para asistir a la nueva edición (y ya van 27) del Sonorama Ribera, uno de los festivales nacionales más completos, variados y enraizados al territorio. Y es que en el festival castellano brillan más que nunca este año los artistas de Euskadi, empezando por el cabeza de cartel del miércoles, Fermin Muguruza, que repasará todos sus clásicos en una primera jornada en la que también actuarán los alaveses En Tol Sarmiento (en la cresta de la ola) y sus paisanos Green Valley.
«Tiene pinta de que vamos a tener una auténtica invasión vasca, y nosotros encantados», ríe Javier Ajenjo, fundador del evento hace casi tres décadas y su actual director, que confiesa que ha crecido con Kortatu y Negu Gorriak y que la actuación de Muguruza era una aspiración del festival desde hace años que por fin ha podido hacerse realidad. «Que vaya a sonar en Sonorama 'Sarri sarri' es brutal, por no hablar de que contemos con ETS, en estos momentos la banda que más arrasa en Euskadi», explica, antes de reivindicar «el idioma universal» de la música por encima de los prejuicios lingüísticos: «El País Vasco es nuestra región vecina y hermana y siempre tenemos las puertas abiertas al euskera y a todas las lenguas».
Para este año, se prevé que unas 150.000 personas en total coreen en Aranda de Duero eso de «¡escenario principal!», el grito de guerra desde hace años en el Sonorama, lo que se canta en los conciertos molones de artistas emergentes de las ubicaciones pequeñas para que al año siguiente suban de categoría y pisen las tablas grandes del festival. Así pasa por ejemplo en el escenario urbano ya casi mítico de la Plaza del Trigo, elemento indispensable del evento y donde se han consagrado bandas como Vetusta Morla o Supersubmarina y artistas como Xoel López.
De todas formas, Sonorama Ribera intenta en los últimos años sacudirse esa etiqueta indie y reivindicarse como la gran fiesta de la música nacional por encima de estilos o géneros. Y, a tenor de las cifras de sus últimas ediciones, le ha ido muy bien con esta apuesta, vendiendo todo el papel en muchas ocasiones. «Nos decían que somos indie, pero no, siempre hemos tenido claro que somos un festival de música, nada más. Y gracias a eso estamos abiertos a escuchar, nos hemos renovado atrayendo a mucho público joven y hemos hecho cantera», celebra el director del evento.
De esta manera, el festival apuesta desde hace tiempo por carteles para todas las edades que mezclan artistas de diferentes generaciones. Esta línea se vislumbra más que nunca en la propuesta de este año, que se caracteriza por su eclecticismo. Puede parecer raro ver en el mismo espacio a Supergrass, Café Quijano, Fermín Muguruza, Carolina Durante y Duncan Dhu, pero es precisamente esto lo que consigue que todos los años Sonorama Ribera sea un éxito. «Uno puede pensar que el cartel chirría, pero realmente fluye todo de la manera más natural y conseguimos que estén presentes artistas y bandas de todas las épocas y estilos», defiende Ajenjo.
Pone como ejemplo el tener este año en el cartel a Café Quijano, «el grupo más internacional que hemos tenido en Castilla y León», y al joven Barry B, un arandino que se está haciendo un nombre en el panorama nacional con temas como 'Yo pensaba que me había tocado Dios', colaboración con Carolina Durante que a buen seguro se vivirá en directo en Aranda –los dos artistas actúan el mismo día–.
Gran variedad
Por lo demás, y mirando el día a día del cartel, el jueves se confirma el eclecticismo de la propuesta en un programa que combina nombres como Viva Suecia, los británicos Supergrass, Café Quijano o Pignoise. El viernes será el turno de los resucitados La Raíz, los escoceses Franz Ferdinand –principal reclamo internacional–, Carolina Durante o Nena Daconte. El sábado tendrá un carácter más indie, con Arde Bogotá y Amaia ejerciendo de cabezas de cartel, los guitarreros Cala Vento, Mikel Erentxun revisitando a Duncan Dhu o el pop de la getxotarra Paula Mattheus, que actúa en el festival por segundo año consecutivo. Y el domingo habrá un cierre más reducido y de alma más urbana y electrónica.
Más allá de lo estrictamente musical, Sonorama Ribera es pionero en el componente gastronómico, con visitas a bodegas y la promoción del rico recetario local, con el lechazo como estrella. «Por necesidad, hace ya 20 años tuvimos que sacar el festival a la calle y vimos que la gastronomía era una gran arma. No tenemos playa, pero tenemos lechazo y vino. Y seguimos manteniendo el almuerzo popular gratuito en el pueblo», destaca Javier Ajenjo.
Por último, desde la organización destacan el creciente esfuerzo en accesibilidad, sostenibilidad y en lograr un recinto más cómodo para el asistente. «No queremos un festival más grande, sino un festival mejor», resumen.