La directiva de la BOS recurre a los tribunales para evitar una huelga «ilegal y abusiva»

Hoy se enfrentarán ambas partes. La primera cita, a las 9.30 horas, corresponde a la conciliación, es decir, el procedimiento previo y obligatorio a la presentación de la demanda judicial. «Desconocemos los términos del acuerdo. Todo nos ha llegado de golpe y de repente. Si la conciliación se queda en nada, entonces iríamos al segundo encuentro, apenas una hora más tarde, a las 10.30, que nos llevaría directamente ante el juez», explican los representantes de UGT, ELA y CC OO que integran el comité de empresa y llevan cerca de un año promoviendo movilizaciones para protestar por unas condiciones laborales que suponen pérdida de plazas y una cobertura precaria de sustituciones en el seno de la BOS. «Llevamos así desde 2011. No se vela por la cohesión del equipo y tampoco interesa que rindamos al cien por cien».

Apenas un día antes de que se ofrezca la zarzuela 'Mari-Eli', los músicos insisten en que se encuentran abiertos al diálogo y su prioridad es ofrecer la zarzuela de Guridi «en las mejores condiciones artísticas». Los ensayos están discurriendo con normalidad a las órdenes del director de orquesta Jon Malaxetxebarria, sin que ese trabajo diario signifique que han renunciado al derecho a la huelga. Para visibilizar su malestar, la mayoría de los instrumentistas -unos 30 de los 45 que tocarán en las funciones- tiene previsto desalojar el escenario al cabo de 30 minutos de empezar la representación, de una manera muy similar a como hicieron hace tres semanas en un par de conciertos de la temporada de abono de la BOS en el Euskalduna. Entonces, a la vista de sus próximos compromisos en el Teatro Arriaga y la ABAO, habían advertido de que «en principio» no contemplaban tomar medidas que pudieran afectar a entidades ajenas a sus problemas laborales. Una perspectiva que ha variado y enconado la posiciones de unos y otros.

La fundación rectora de la BOS les acusa ahora de «tomar como rehén a un tercero, el Teatro Arriaga, en pleno estreno de una producción propia». En el peor de los casos, detalla este organismo que ha judicializado el conflicto laboral, si llegaran a cancelarse las representaciones de 'Mari-Eli', el coliseo bilbaíno tendría que afrontar una pérdida económica «cercana al medio millón de euros», mientras que la BOS sufriría «un daño de 27.000 euros». En su opinión, hay una «desproporción entre el sacrificio que asumirán quienes secunden la huelga -un descuento salarial de unos 150 euros por persona- y los enormes daños provocados a terceros».

Si no se suspende cautelarmente la huelga, la fundación de la BOS propone «el embargo del comité de empresa por un valor que ronda los 500.000 euros». Alega en su defensa que hay razones de peso para que la huelga sea declarada «ilegal y abusiva». Respaldo, sin embargo, no le falta al comité de empresa de la BOS en sus reivindicaciones. Además del apoyo explícito de 17 agrupaciones de toda España, desde Euskadiko Orkestra a la Sinfónica de Galicia y los dos conjuntos sinfónicos de Barcelona, pasando por los cuatro de Andalucía y la Orquesta Nacional de España, también cuenta con la compresión de la Asociación de Músicos Profesionales de Orquestas Sinfónicas (AMPOS) que ha emitido un comunicado que considera «rígida» y «falta de empatía» la labor gestora de la BOS.

A juicio del colectivo que aglutina a las orquestas de gran formato a nivel nacional, las demandas de los músicos son legítimas, equiparables a las de cualquier sector profesional, y también necesarias porque se pone el foco en la calidad artística. La AMPOS asume como un hecho objetivo que las condiciones laborales deficientes impactan directamente en el rendimiento musical.