«Soy como canto: simpática pero problemática»
Tras dos años de parón agobiada por la fama, regresa con 'Jesucrista Superstar' y una gira que recala hoy en el BEC
Rigoberta Bandini llega hoy con su gira al BEC de Barakaldo (20.30 horas, apertura puertas 19.00). La artista catalana toca todos los palos ... y en sus canciones lo mismo habla del miedo a la muerte y las religiones que de Pamela Anderson. Igual que la antigua vigilante de la playa, la cantante ha resucitado. «Ahora siento que tengo el control», dice.
- ¿De dónde saca esa facilidad para hacer estribillos tan pegadizos y adictivos?
- Bueno, muchas gracias. Priorizo la emoción y la diversión y explicar bien lo que quiero contar. Me encantan los estribillos que enganchan fácilmente.
- Cantante, actriz, incluida de doblaje, y escritora. ¿Llega muchas veces con la lengua fuera?
- He sido muy polifacética toda mi vida, pero, sobre todo, soy cantante. Mi tiempo laboral lo ocupa ahora al 100% Rigoberta Bandini. Ser curiosa me ha permitido explorar otros ámbitos.
- Ha doblado a Emma Stone y Dakota Fanning. ¿No serían lo mismo sin su voz?
- Me siento muy identificada con Dakota Fanning.
- ¿Y esa fascinación?
- La doblé desde muy pequeña. Me pasaba una cosa muy curiosa, cuando la veía en la publicidad de los autobuses o en un anuncio de una peli era como verme a mí. Surgió un vínculo especial. Nunca más vuelves a ver esas pelis como un espectador al uso.
- Pone voz a otras actrices, pero ¿para quién canta?
- Para todo el mundo que quiera conectar con mi música. Cuando compongo, obviamente escribo desde mi realidad. Solo por eso, la gente de mi edad y las mujeres conectan más, pero no es algo que me obsesione. Me gusta sorprenderme al ver un público diverso que conecta con canciones que ni yo misma hubiese imaginado.
- Solo ha hecho dos discos desde 2019, cuando arrancó su carrera en solitario. Se lo toma con calma.
- A ver, sin prisa pero sin pausa. Nunca dejo de componer porque, para mí, es un ejercicio muy natural. Llevo haciéndolo toda mi vida. Es terapéutico, muy necesario. Tampoco tengo imposiciones de ninguna discográfica porque no la tengo. Voy bastante a mi ritmo, que ya es un gran privilegio.
- Con ese ritmo de producción, ¡tampoco esperará la medalla del mérito al trabajo!
- ¿Me está llamando vaga? Ja, ja.
- No, no,
- Siempre que pueda me voy a permitir estas pausas. Enriquecen mucho creativamente. Me gusta reposar las cosas y crear desde un lugar de tranquilidad.
- Con su disco 'Jesucrista Superstar', ¿aspira a ser la nueva 'papista' del pop?
- Con 'Jesucrista Superstar' quise hacer un disco desenfadado, femenino. El disco habla mucho de mis monstruos desde un lugar muy cómico y teatral. Pretendo que la gente entre en ese viaje que ha estado en mi cabeza durante mucho tiempo. Estoy muy contenta porque, por suerte, ha conectado con la gente.
«Objetivos inalcanzables»
- ¿Todo puede ir a mejor?
- Sí. Siempre mola tener objetivos que parecen inalcanzables, pero sin rayarme. Me bloquea a veces la insatisfacción crónica de querer que todo vaya mejor en cada momento. Como el espectáculo que estrenamos la semana pasada en Sevilla. Levantamos un directo claramente por encima de nuestras posibilidades en algunas cosas, Pero lo conseguimos. Y, claro, ese tipo de cosas me enorgullecen mucho.
- ¿Está más cerca del bien o del mal?
- Ja, ja. Me hacen gracia sus preguntas, aunque no son fáciles. ¿Más cerca del bien o del mal? Estoy en el medio. Todos somos un poco el ying y el yang. No somos el sol y la luna. Sin oscuridad no hay luz, y viceversa.
- ¿Lo más importante es tener personalidad propia?
- Estoy muy obsesionada con la verdad, con la honestidad.
-¿Por qué le ha dedicado una canción a Pamela Anderson, la antigua vigilante de la playa?
- Porque vi su documental, como explico en la canción, y me inspiró su viaje, su transformación. Me pareció muy 'Jesucrista'. Empecé a entender que este álbum hablaba de su resurrección y de volver a nacer. Cuando compuse el tema pensé que se quedaría en un cajón, pero al final cogió un aire muy universal y me pareció que valía la pena sacarlo.
- ¿Ha dejado de maquillarse como la propia Pamela?
- No es que lo haya dejado, es que no me maquillo nunca. Pero ojalá lo de maquillarse deje de ser una imposición, tanto para hombres como mujeres,
- ¿Le preocupa que el éxito vuelva a ser abrumador? Se retiró dos años de los escenarios al no soportar la fama.
- Ahora veo las cosas con mucha más perspectiva, siento que tengo el control, pero nunca se sabe. Si de repente mi impacto se multiplicara por cinco, no sé cómo lo llevaría. Obviamente, tengo ganas de crecer en Latinoamérica, pero no tengo ninguna prisa, que las cosas vayan fluyendo.
- Además de espaguetis al sol, ¿qué más le prepara su marido?
- Bueno, espaguetis al sol, no precisamente.
- Aunque no le gusta cocinar, comer es de las cosas que más le apasiona, ¿no?
- Yo soy Tauro, puedes creer o no en el horóscopo, pero a mí me gusta mucho comer y beber bien, y los demás placeres de la vida. Soy bastante hedonista y la canción 'Spaghettis al sol' al final es una especie de haiku. Como un mini poemita en medio del disco. Me encanta comer y la pasta, concretamente, me flipa. Tampoco soy muy buena cocinera, pero los espaguetis con almejas es de las pocas cosas que me salen muy buenas. A mí todo lo que tiene concha, digamos que me encanta.
«Menos es más»
- ¿Por qué sus canciones suenan tan infantiles?
- Ja, ja. Pues no lo sé, dígamelo usted. Me habían dicho que sonaban vintage, e incluso teatrales, pero infantiles... Es verdad que muchos temas son sencillos en acordes. Siempre he sido muy del 'menos es más'.Si puedo transmitir algo con tres acordes, no necesito dieciocho. ¡Mejor!
- Homenajeando a Franco Battiato, ¿necesita ser el centro de gravedad?
- Esa canción siempre me ha gustado mucho. Habla de una insatisfacción y también de una empatía.
- ¿Pide permiso para casi todo?
- ¿Para cualquier paso adelante que pretenda dar? Si lo considero, sí, pero si no, no.
- ¿Puede ser, como canta, simpática, pero también problemática?
- (Risas) Si hago ese estribillo, es por algo, ¿no? Yo pienso que es algo muy patriarcal, y muy de la mirada de los hombres hacia las mujeres. A veces, igual por decir cosas que incomodan, se me considera problemática.
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