
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Música humanista e hispanoamericana es la de Borja Picó, bilbaíno emigrado a Madrid, donde militó en la banda Papawanda, de fusión manonegrista y de origen jamaicano ella. Funcionando por su cuenta desde 2019, Borja ya ha lanzado dos álbumes en solitario: 'Pontarrón Nº 8' (2023) y 'Payaso triste' (2025), una fiesta vitalista y luminosa, con vientos, que evoca a menudo a Juan Luis Guerra ('Hagamos eso', 'Recuérdamelo'), y también a Rubén Blades ('La cuarta pared') o a Ismael Serrano antes de dispararse en son cubano ('Trendi').
Desentraña la hoja de promoción: «Es un disco lleno de diferentes estilos y mucha luz. Cuenta con diez canciones que recorren una gran variedad de estilos desde la bachata, chachachá, timba, vals, reggae o merengue, entre muchos otros. Este disco es un ejercicio de superación de Borja Picó, ya que lo compuso en un proceso de depresión. Este trabajo nace de la tristeza y oscuridad, sin embargo, es el trabajo con más luz del artista, representando la dualidad que le caracteriza. A lo largo de las canciones se celebra la tristeza, el amor y el desamor… Celebra esa etapa oscura y el haber salido de ahí. Por eso este disco se llama así, 'Payaso triste', para hacer un homenaje al bufón, a un personaje tan importante e indispensable para el humor y para la vida. Porque para estar feliz también hay que estar triste. Las influencias que están presentes en este disco son tan variadas como estilos tiene. Desde Juan Luis Guerra, Buena Vista Social Club, Alain Pérez, el saxofonista Kamasi Washington, incluso Ombligo o Faneka».
Con motivo de su concierto de presentación de este jueves (Kafe Antzokia, 21.30 h, entradas con invitación de Kutxabank), con la banda al completo, entrevistamos a Borja Picó, que nos contesta desde un tres que rueda por Madrid.
¿Dónde vives?
Actualmente resido a las afueras de Madrid, en la sierra, en un pueblo llamado Cercedilla. Y estoy contestándote desde el cercanías, yendo a ensayar con mi banda.
¿Por qué te fuiste de Bilbao?
En la sociedad en la que crecí no encontré un lugar seguro para dar rienda suelta a mi personalidad. No es fácil ser un marica, tdah (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) y con pulsiones artísticas en un colegio del Opus. Cuando llegué a Madrid me desahogué y me empecé a permitirme ser en el anonimato que te da una gran ciudad.
Jo, pues no sé, igual en un colegio público lo habrías llevado peor. Oye, Borja, ¿en qué se parece y se diferencia esta etapa tuya en solitario respecto a tu grupo Papawanda, más manonegrista quizá?
Creo que el discurso es similar. Y la forma de acercarme a la música también. Me considero el eterno aprendiz.
Hablemos de tu segundo disco. ¿Por qué 'Payaso triste'?
El título del disco se debe a la llamada 'Paradoja del Payaso Triste'. Según Google es «la aparente contradicción entre la habilidad de alguien para inspirar alegría y su tendencia a experimentar tristeza o agitación interna». Creo que la mezcla entre la letra intensa y comprometida a nivel emocional y la ligereza con la que se presenta cuadra perfectamente con el título.
Ajá. La segunda canción se titula 'Mi último fracaso'. ¿Por qué?
'Mi último fracaso' es un claro ejemplo de lo que hablábamos justo en la pregunta anterior. También para mí es una letra que marcó un punto de inflexión en mi vida, al llegar a una aceptación necesaria para seguir adelante y aprender a convivir conmigo mismo.
Muchas canciones tienen la E de explícita en Spotify. ¿Payaso para mayores de edad?
No era consciente de este detalle ni de la existencia de esta E. De todas formas, creo que la mayoría de las veces el payaso se ha condenado a las fiestas infantiles, cuando creo que la performance del payaso, del clown, del mimo, de toda esta interpretación tan corporal, no tiene nada de infantil.
Ya, te entiendo. Los mimos siempre me han parecido tristes. No es un disco homogéneo. Sobre todo en su primer mitad.
Para nada es un disco homogéneo. De hecho casi cada tema está hecho con una producción diferente. Casi cada tema tiene su sonido, y esto no es accidental: estoy al servicio de las canciones y voy haciendo lo que creo que es mejor para éstas.
Hay mucha bachata. ¿Dónde has aprendido la cadencia?
Lo bueno que tiene Madrid es que aquí hay gente de todo el mundo y yo tuve la suerte de producir esa bachata con un amigo dominicano llamado Anthony Ocaña. Se enamoró desde el principio de este tema y juntos lo produjimos con mucho amor, sin dejarnos llevar por complejidades que difuminaran la letra.
¿Has viajado a Latinoamérica?
Menos de lo que me gustaría. Ahora bien, he estado en Cuba, Ecuador, Puerto Rico y Chile.
Yo en República Dominicana y una hora en un paisito-isla cuyo nombre no recuerdo. San Algo, creo. Bueno, que la entrevista es a ti: ¿cuánto te influye Juan Luis Guerra?
Esto ya se está convirtiendo en un estribillo en conciertos, entrevistas y redes sociales.
Ja, ja, ja… Me alegro, porque oyendo el disco a menudo me recuerdas al maestro dominicano y parece ser que no soy el único que lo piensa.
Evidentemente hay influencia, pero nunca he querido ser igual ni mucho menos. Es como si quisiera ser Camarón, sería una falta de humildad absoluta. De todas formas, en España estamos poco acostumbrados al merengue y en cuanto escuchamos algo parecido lo llevamos al único referente que tenemos.
Ya, claro. Estarás encantado con tanta inmigración sudamericana. ¿O acaso no van a verte luego a los conciertos?
No se cuánta inmigración es 'tanta'…
La que en menos de cinco años ha llenado de gente de América, África y Asia los vagones de Metro Bilbao, y la que ha cambiado el paisanaje de mi barrio, empezando por los parques.
Vivimos en el primer mundo y hay mucha gente que viene en busca de un sueño, de un futuro mejor. Quién sabe si el día de mañana no somos nosotros quienes vayamos a otro lado buscando un futuro mejor. En cuanto a la gente que viene a mis conciertos... Es la mejor del mundo, sea de donde sea.
¿Cómo será el concierto del jueves en el Kafe Antzokia?
Tocaremos casi todas las canciones del disco nuevo con banda completa: a la batería El Niño, al bajo Nelson Rebolledo, a la guitarra y las teclas Kevin Vásquez, al trombón Guillermo Revuelta, a la trompeta León, y al saxo Héctor.
¿Y algo para animar a los lectores?
El directo trata de generar dinámica, contraste, vida. Mi música no va con secuencias o metrónomo. Está viva y así la hacemos.
Muy bien. Las entradas se repartían en la feria del libro, en un stand de Kutxabank. ¿Has estado en la feria del Arenas?
No he llegado a ir a la feria, ya que llego a Bilbao el mismo jueves 12 para dar el concierto. Últimamente nadie me saca de la montaña a no ser para tocar.
¿Qué estás leyendo ahora?
Estoy terminando un ensayo que se llama 'Los peligros de la moralidad', de Pablo Malo (un psiquiatra). Pero tengo muchos más libros a la cola, entre ellos un poemario de un amigo, de Pablo Urizal, que me lo regaló el otro día y se llama 'Nostalgia policromática'.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.