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Este sábado, a las 19.00 horas, se interpretará por primera vez en España la versión original de 'La favorite', es decir, en francés y ... sin cortes. El Euskalduna acoge el estreno y es un aliciente más para los aficionados de la ABAO, que hasta ahora solo han escuchado la traducción italiana y resumida de la ópera de Donizetti, con voces de la talla de Alfredo Kraus, Viorica Cortez, Piero Cappuccilli y Alfonso Echeverría. Es una ópera muy exigente para los cantantes, con momentos lucidos para el coro y una ambientación folletinesca, entre claustros, salones palaciegos y jardines moriscos.
La historia se sitúa en el siglo XIV y gira en torno a la pasión recíproca de un monje (Fernando) y una joven (Leonor de Guzmán) que para más señas es la amante de Alfonso XI y llegó a tener 10 hijos con él. El novicio desconoce la relación de la chica con el monarca y, como es de suponer, lo averiguará demasiado tarde. «Salvando las distancias, a mí me corresponde el papel de Bárbara Rey», aclaró ayer sin tapujos la mezzo valenciana Silvia Tro Santafé, que aborda por primera vez el papel de la 'favorita' del monarca.
Este sábado se ofrece en el Euskalduna la primera de las cuatro funciones programadas, con un elenco que se completa con el tenor Ismael Jordi (Fernando), el barítono Vladimir Stoyanov (Alfonso XI) y el bajo-barítono Simón Orfila (el prior del convento, Balthasar). Estarán arropados por Euskadiko Orkestra con Riccardo Frizza al frente, un reputado experto en la obra del compositor italiano que lleva las riendas del Festival Donizetti de Bérgamo como responsable musical y artístico. En ese marco precisamente se estrenó hace tres años el montaje que se presenta en Bilbao, con la impronta de la directora de escena argentina Valentina Carrasco.
El espectáculo, más simbólico que realista, sitúa una figura muy similar a la Virgen del Rocío en Santiago de Compostela y recurre a 22 mujeres de entre 57 y 81 años para encarnar a las antiguas amantes de Alfonso XI (o de su padre, Fernando IV de Castilla) en el ballet del segundo acto. Todas ellas son figurantes y no profesionales de la danza. La producción, pese a las críticas que le reprochaban «soluciones teatrales de dudosa eficacia», se hizo merecedora del Premio Abbiati de la crítica italiana.
El director de escena de la reposición en Bilbao, Lorenzo Nencini, ha trabajado duro en las últimas semanas para que todo fluya y tenga lógica escénica. «En este montaje ponemos un especial énfasis en el punto de vista de Leonor de Guzmán, una mujer cultivada y con personalidad, que acaba sacrificándose. Otro tema muy importante es el envejecimiento. ¿Qué sucede con las antiguas 'favoritas' del rey? ¿Qué pasa en general con las personas mayores? ¿Se las arrincona y dejan de tener importancia? Son cuestiones de interés que ha planteado Valentina Carrasco con acierto», subraya el regista italiano.
El enfoque dramatúrgico «no es propiamente feminista, sino femenino», en palabras de Cesidio Niño, director artístico de la ABAO, que señala algunos detalles del vestuario para corroborar esa visión: el vestido de Leonor, el pañuelo de Alfonso XI, los tutús de las 22 figurantes del ballet del segundo acto, los vestidos sin mangas de las mujeres del coro..., todos ellos despliegan tonalidades lilas que supuestamente apuntan a la realidad femenina del drama de 'La favorite'.
«Con esta iniciativa hemos querido hacer justicia a Donizetti. El compositor de Bérgamo compuso 'La favorite' para la Ópera de París y, por eso, el libreto está en francés y la obra se ajusta a una serie de pautas. Tiene cuatro actos, intervenciones importantes del coro y también incluye un ballet», detalla el director de orquesta Riccardo Frizza. Las posteriores traducciones al italiano y cortes en la partitura no contaron nunca con el beneplácito de Donizetti. Tenía 43 años cuando se estrenó y se encontraba en pleno apogeo. Extremadamente prolífico y pragmático, aprovechó material de 'L'ange de Nisida' para dar forma a 'La favorite', que era nada menos que su ópera número 63. Es una obra con momentos muy inspirados y otros más convencionales, a caballo entre el estilo italiano y la 'grandeur' francesa.
El argumento llama la atención por sus incongruencias y desatinos históricos, pero resulta más digerible en la versión francesa original. En este caso, por ejemplo, el monje enamorado no es el hijo del prior del convento y tampoco hermano de la reina de Castilla. Algo es algo. Por lo demás, como sostiene el director artístico de la ABAO, Cesidio Niño, no hay que perder de vista lo más importante: «Estamos hablando de un acontecimiento en toda regla, fuera de Bérgamo y Burdeos no se ha escuchado esta edición íntegra de la partitura». Se ofrecerán todas las repeticiones, cabalettas y arias (el tenor cantará tres y no dos), que permitirán valorar en su justa medida la calidad musical de 'La favorite'.
Es una ópera que siempre da la oportunidad de salir por la puerta grande a los cuatro protagonistas. La mezzo valenciana Silvia Tro Santafé, la Leonor de esta producción, es la única que se enfrenta por primera vez a la ópera de Donizetti. «Estoy muy presente en todos los actos. Mi personaje está enamorada de Fernando, pero desde el principio sabe que su amor no tiene futuro. La tragedia se intuye muy pronto. Yo muero al final, no se sabe muy bien de qué, pero no importa...», admitía ayer, flanqueada por sus colegas, que pese a tener más rodaje con este título del compositor de Bérgamo, son muy conscientes de sus dificultades.
El rol de Fernando tiene una tesitura muy escarpada, con momentos que requieren mucha sangre fría para no despeñarse. El tenor Ismael Jordi, discípulo de Alfredo Kraus, nunca ha olvidado las enseñanzas del maestro canario, que, no obstante, nunca llegó a cantar la versión original de 'La favorita'. «Cantar la partitura entera, con todas sus repeticiones, es un 'tour de force'. Yo he cantado esta ópera en italiano, pero el original en francés es otra cosa. Si llegamos vivos hasta el final, será de lo más importante que he hecho en mi vida», bromeaba el cantante de Jerez de la Frontera.
El bajo-barítono Simón Orfila, otro ilustre alumno de Kraus, echaba mano igualmente del buen humor para lidiar con la expectación y el estrés. «Lo último que hice en Bilbao fue un personaje bufo en 'Don Pasquale', también de Donizetti, pero ahora soy el más serio y me paso casi toda la ópera enfadado», precisaba el artista menorquín, que en el acto cuarto tiene una intervención imponente como prior del monasterio de Santiago de Compostela. Y como no podía ser menos, Alfonso XI goza de momentos álgidos en solitario y otros tantos en dúo y grupo que darán juego al barítono búlgaro Vladimir Stoyanov. Hay mucho que escuchar en 'La favorite'.
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