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Joan Didion en 2017 Brigitte Lacombe
'Apuntes para John' de Joan Didion

El tesoro póstumo de Joan Didion: terapia para entender a una hija alcohólica

El alcoholismo de su hija marcó varios años de la vida privada de Joan Didion. Todo está en unos apuntes aparecidos tras su muerte

Viernes, 14 de noviembre 2025, 00:03

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«Me senté y comencé a llorar de inmediato». Era el 11 de octubre del 2000, y la periodista y escritora Joan Didion (Sacramento, California, 1934 - Nueva York, 2021) comenzaba una sesión más con su terapeuta. Esa era una de las semanas malas, en los peores años del alcoholismo de su hija Quintana. Aunque Didion siguiera visitando al doctor Roger McKinnon una década más, por algún motivo decidió plasmar en papel solo el tramo de sesiones entre finales de 1999 e inicios de 2002.

Todo este material, estos recuerdos precisos, anotados con profesionalidad tras cada encuentro, no estaban pensados para hacer un libro, pero eso ha terminado siendo: 'Apuntes para John' (Random House) es una lectura atípica, una ventana a la intimidad de una familia que atraviesa una crisis muy importante. Y le cayó del cielo a los editores: tras la muerte de Joan Didion en 2021 se encontraron en su despacho de Manhattan todos estos folios escritos hace un cuarto de siglo. Un pequeño revuelo se levantó con la decisión de publicar algo que Didion no mencionó nunca, habiéndose opuesto ella a algún caso similar con otros escritores estando viva. Pero el caso es que se ha publicado.

Es importante conocer el contexto. Por un lado, Didion vivía con su marido de siempre, John Gregory Dunne. Ambos eran escritores, integrados en la vida social de la intelectualidad neoyorquina y muy compenetrados en una relación de admiración y apoyo mutuo. Por otro, su hija Quintana, que adoptaron en 1966, y que está en un momento muy bajo de su vida, con una crisis de alcoholismo y depresión, y gran incertidumbre vital y laboral. Este libro sucede antes de las tragedias que hicieron tan internacional a Didion, y tal vez por eso sea aún más interesante. Cuando el doctor le dice «Hay algo en usted que le hace pensar que no merece cosas buenas» o «Usted creció, por la razón que sea, esperando que sucediera lo peor», todavía no sabía hasta qué extremo acertaba.

Didion, Quintana y Dunne, fotografiados por Jill Krementz RC

Tras cada sesión Didion escribía, pero no son apuntes desordenados: cada fragmento es una obra literaria en sí misma, con fuerte tensión narrativa, giros, 'cliffhangers', y una segunda persona muy clara, su marido (de ahí el 'para John' del título). Ella le relata el avance con el psiquiatra, y eso es importante: «Quintana tiene una sensación de que cuando trata con usted y su marido está tratando con una única persona, que se defienden el uno al otro frente a ella». Didion se lo confirma a ese John lector: «Era así como vivíamos, tú y yo siempre estábamos juntos».

Son dos progenitores que se enfrentan a una situación muy dolorosa: «Dije que todo esto estaba siendo muy difícil para ti y para mí: en mitad de cualquier conversación de trabajo uno u otro acababa hablando de Quintana». Semana a semana empeora o mejora, mientras ellos tratan de «tomar su temperatura emocional con cada llamada de teléfono». Didion va dándose cuenta de que su hija siente una gran presión por parte de ella, y se percibe a sí misma como una enferma sin remedio. La escritora reflexiona: «Yo pensaba que el modelo médico de Alcohólicos Anónimos era un gran error, ya que daba una excusa para beber al insistir en que la 'enfermedad' era superior a ti, estaba fuera de tu control».

McKinnon explorará mucho sobre Quintana, pero más aún sobre Didion, su verdadera paciente. Por ejemplo con su infancia, con un padre ausente durante la 2ª Guerra Mundial que después tuvo una depresión devastadora. El terapeuta enlaza el dolor del abuelo con el de la hija, en especial cuando Didion sufre al pensar que Quintana puede intentar suicidarse. Es interesante ver cambiar las opiniones de McKinnon: casi todo el tiempo recomienda que confíen y le den espacio («Continúe en ese plano empático. No cometa el error de decirle qué tiene que hacer»), pero cuando la hija está realmente mal, dice sin rodeos: «Es extremadamente peligroso. Tienen que jugar todas sus cartas, jueguen la de la culpa, díganle que nunca volverán a tener un buen día si le pasa algo».

Pensar en el legado

Se reflexiona con intensidad sobre el alcoholismo, la maternidad, el trabajo («un ansiolítico extremadamente efectivo»), la depresión y el éxito. Incluso las herencias: «Siempre hay algo más que el dinero, nos obligan a pensar en dejar de existir [...] a preguntarse si ha vivido de veras».

Didion, tras años de éxitos en la ficción y el periodismo narrativo (el documental 'Joan Didion: The center will not hold', disponible en Netflix, es recomendable para conocer su vida), sufrió estos altibajos de su hija justo antes de la muerte repentina de John. Dos años después, murió la propia Quintana. Los libros 'El año del pensamiento mágico' (2005) y 'Noches azules' (2011) son fruto de la reflexión sobre ambos duelos y le dieron un renovado reconocimiento mundial. Didion les sobrevivió casi dos décadas más. Aquí leemos a la mujer que estaba a punto de soportar todo aquel horror.

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