Ester Expósito: «Lo del actor madurito no ocurre con las mujeres»
La protagonista de 'El talento' –25 millones de seguidores– recibe una oferta indecente en una película rodada en el Palacio Artaza
«Solo quiero verte desnuda, pero no tienes por qué hacerlo», le propone el personaje de Pedro Casablanc al de Ester Expósito en 'El talento'. ... Chelista a las puertas de una prueba en el conservatorio de Viena en la que decide su carrera, la protagonista acude a una fiesta sin saber que en ella también se juega el destino de su arruinada familia. Una proposición indecente que el director Polo Menárguez y Fernando León como coproductor y coguionista extraen de una novela del escritor austriaco Arthur Schnitzler, al que Stanley Kubrick adaptó en su filme póstumo, 'Eyes Wide Shut'. Rodada en su mayor parte en el Palacio Artaza de Leioa, 'El talento' llega a los cines este 5 de septiembre para marcar un antes y un después en la carrera de la actriz española con más seguidores en Instagram –25 millones–, que hace mucho que dejó atrás 'Elite'.
–'El talento' habla de desclasamiento, de alguien que descubre que no pertenece al mundo del que creía formar parte.
–Es uno de los grandes temas de los que habla la peli. Una chica que cree que forma parte de una clase social y que por una serie de circunstancias comprueba que no y cae veinte peldaños en una sola noche. Y hay un hombre que se aprovecha de ello para cometer un abuso de poder, otro tema de la película.
–El retrato de ese ambiente de clase alta puede parecer caricaturesco, pero me temo que es así.
–Es bastante parecido a la realidad, esas montañas de regalos en bolsas de marcas de lujo y los pocos escrúpulos de alguno de los personajes. La hipocresía de la burguesía lleva a que nos escandalicemos más del propio escándalo, del qué dirán, que de la violencia y el dolor que late detrás. Se muestra cómo corrompe el dinero y la erótica del poder, no nos inventamos nada.
–La película empieza y termina con una prueba. Usted habrá tenido que hacer muchas en su carrera como actriz.
–Uf, las afronto con muchos nervios. Ahora se hacen muchos 'self tapes' (grabaciones en vídeo que realizan los propios actores), pero las presenciales son un momento en el que tienes que estar muy mentalizada para que los nervios jueguen a favor y no en contra. Tienes que intentar convencerte de que nada de lo que pase allí te define como artista. Tu seguridad tiene que ser de hierro para que los noes no te destrocen. Duelen, claro, pero el mundo de los castings es así. Hay mil factores ajenos a tu talento.
–¿Incluso una actriz de su estatus sigue haciendo castings?
–Yo por suerte no los hago en España y Latinoamérica. La mayoría de mis últimos proyectos han sido propuestas, es una suerte que confíen en ti.
–Comparte la pantalla con un gigante, Pedro Casablanc. ¿Qué ha aprendido de él?
–Es un magnífico compañero. Me quedo con su ligereza como actor. Lo dice él mismo: no se come la cabeza ni se prepara para los personajes más de lo necesario. Simplemente está vivo y presente en el set cuando tiene que estarlo. Le da al texto la importancia que tiene y deja que las cosas pasen en el momento. Escucha y mira como nadie, te lo pone muy fácil y te demuestra qué es el instinto de un actor.
–Está presente en casi todos los planos de 'El talento'. ¿Es la película más importante que ha hecho hasta la fecha?
–De las más importantes, sin duda. El guion que más he disfrutado y que más me ha tenido el corazón en un puño. Lo leí hace cinco años y me agarró el estómago. Es uno de esos personajes que no se repiten. Un regalo.
–Está orgullosa de no haber hecho papeles de satélite del protagonista masculino y de haber cobrado siempre más que sus compañeros actores.
–Sí. Lo digo desde un lugar de empoderamiento en el que las cosas poco a poco cambian. Ya hay mujeres a las que, de repente, se nos valora igual o más que a los hombres en esta profesión en la que tantas veces hemos visto historias que giraban en torno al hombre. Incluso la mujer podía ser protagonista pero cobraba menos. Estoy orgullosa de formar parte de ese cambio. No solo depende del talento, sino de la suerte de estar en el lugar y el momento. Ojalá cada vez haya más oportunidades así para más compañeras. Y ojalá que siga ocurriendo independientemente de la edad, porque con los años parece que la mujer deja de contar en la sociedad y pasa a un segundo plano, tanto en la ficción como desde el punto de vista del atractivo físico. Lo del actor madurito no ocurre con las mujeres.
«No me ha guiado solo el dinero o la repercusión, sino una motivación artística»
–Se esforzó en desetiquetarse del fenómeno 'Élite'.
–Claro. 'Élite' me dio a conocer, fue algo tan grande que obviamente me puso un sello. Y yo no quiero estar sellada. Muy agradecida por todo lo que supuso, pero quería desmarcarme. Yo no soy Ester Expósito de 'Élite', soy Ester y puedo hacer muchas más cosas. Personajes que me hagan mirar atrás y estar orgullosa de mi carrera. No me ha guiado solo el dinero o la repercusión, sino una motivación artística.
–¿Siente la responsabilidad de tener 25 millones de seguidores?
–Es una responsabilidad que no dejo que me condicione. Hay momentos en que he sentido más ese peso, pero lo tengo ya tan integrado en mi vida que no reparo en ello. Agradezco mucho el cariño de esas personas, pero no soy consciente de lo que significa ese número.
–He 'googleado' su nombre y me sale una doctora hablando de su físico: «Hay que verla recién despierta».
–Buf. No me 'googleo' pero hay cosas que me llegan porque me etiquetan o me acabo enterando. Es difícil que me asuste, pero me sigo enfadando porque van al clic fácil. Estamos fracasando como sociedad porque no sabemos usar las redes de una forma humana, con ética y principios. Parece que todo vale.
–¿De donde nace su compromiso con ACNUR en favor de los refugiados?
–Mis padres me han inculcado desde siempre el tema de las personas desplazadas, lo he mamado desde pequeña en casa. Me motiva hacer una labor con ACNUR, de hecho estamos planeando un viaje a un campo de refugiados. Nadie elige dónde nace ni en qué circunstancias. Gente mala y buena hay en todas partes, pero la mayoría solo busca una vida digna y un futuro mejor para su familia. Nadie se va de su casa si no es porque está padeciendo un verdadero infierno.
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