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El amor romántico no es nocivo, pero sí algunos planteamientos asociados a esos ideales. «Creencias como que si se lucha por una relación, esta siempre tendrá un final feliz o que, si hay amor, se puede superar todo», explica Silvia Congost. «El amor no siempre es suficiente. En ocasiones suceden cosas en las relaciones, se producen cambios y se transforman sentimientos, de manera que por mucho amor que hubiera, este no va a poder con ello y debemos aceptarlo y seguir adelante». La psicóloga, experta en conflictos de pareja, hablará hoy de este tipo de rupturas sentimentales en un nuevo encuentro del Aula de Cultura de EL CORREO que tendrá lugar hoy, a partir de las 19.30, en el Salón El Carmen de Bilbao, y mañana, a las 19.00 horas, en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa de Vitoria. La charla se lleva a cabo con la colaboración de la editorial Aguilar y el apoyo de BBK.
El final de una relación constituye un fracaso, según estos argumentos. «Algo devastador, como una mancha negra en nuestro currículum vital que tendremos que cargar para siempre y está claro que no debería ser así», advierte la autora de 'Diario de una ruptura', obra recientemente publicada que mezcla ficción y memoria para hablar del proceso de duelo y los mecanismos para superarlo.
Ponente Silvia Congost
Lugar y hora Hoy a las 19.30 horas en el Salón El Carmen de Bilbao, y mañana a las 19.00 horas en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa de Vitoria
Con la colaboración: Fundación BBK y editorial Aguilar.
La supresión de todo contacto aparece como una de las claves para afrontar la pérdida. A su juicio, es necesario cuando la relación acaba porque una de las dos personas lo decide, pero la otra no quiere. «En estos casos, quien daría todo por seguir allí, transitará su proceso de duelo mucho mejor y mucho más rápido si no tiene noticias de su expareja», asegura. «Si recibe información, si ve a esa persona de vez en cuando, si se comunica con ella, va a ser un camino mucho más complicado y tortuoso». La especialista cree que se puede quedar anclado en la tristeza, la negación o la rabia al saber que a la otra persona le va bien y sigue adelante con su vida o incluso es feliz con alguien más.
Hay que dar pasos hacia adelante, no queda otra. «Debemos esforzarnos en dejar de mirar atrás, hacia el pasado, hacia aquello que sentimos que hemos perdido o que nos han arrebatado», afirma al tiempo que aconseja dejar aquello que la vida ha decidido que ya no era para nosotros, abriéndonos a experimentar todas las nuevas sorpresas que esta nos tenga preparadas. Congost recomienda buscar nuevas experiencias y personas, y «todo aquello que no nos conecte ni nos recuerde en absoluto a la vida anterior».
La inteligencia emocional constituye una herramienta esencial para recuperarnos. «Juega un papel absolutamente fundamental y determinante en cómo el individuo vivirá su proceso de duelo y en si saldrá de él más temprano o más tarde», asegura. La especialista apunta también que lo importante no es si duele más una fase que otra, sino que no quedemos atascados en ninguna de ellas. «Que vayamos avanzando, aunque sea lentamente, focalizados en llegar a la última de ellas, la aceptación de la nueva realidad sin esa persona».
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