Miren Arzalluz se impuso a una experta en arte mexicana y al 'segundo' de Vidarte
La hija del histórico dirigente nacionalista Xabier Arzalluz es desde 2018 la directora del Museo de la Moda de París
Miren Arzalluz Loroño será la nueva directora del Guggenheim Bilbao. La hija del histórico dirigente nacionalista Xabier Arzalluz, y desde 2018 directora del Museo de ... la Moda de París, recogerá el testigo de Juan Ignacio Vidarte. Se ha impuesto en el proceso de selección a otros 78 profesionales (32% internacionales, 23% vascos y 45% del resto de España). Y sobre todo a dos de ellos. Mientras que entre la terna final las instituciones vascas apostaban por la ganadora, Miren Arzalluz, Vidarte hubiera visto con buenos ojos a Daniel Vega, director técnico de exposiciones y conservación del Guggenheim, su segundo, podría decirse. Y desde Nueva York defendían la conveniencia de una experta en arte mexicana, muy cercana al parecer a Mariët Westermann, directora y CEO de la Fundación Solomon R. Guggenheim. Fuentes consultadas señalan que, sin presentar candidatura, los directores de Azkuna Zentroa, Fernando Pérez, y Artium, Beatriz Herráez, también fueron 'tocados' para conocer su disponibilidad.
Pero se impuso finalmente Miren Arzalluz, cuyo nombre se conoció ayer tras una reunión extraordinaria convocada por el Patronato del museo a la que asistieron, entre otros representantes, el lehendakari, Imanol Pradales, y la vicelehendakari y consejera de Cultura, Ibone Bengoetxea. El cargo se hará efectivo a partir del 1 de abril de 2025, aunque su nombramiento oficial como directora general será exactamente un mes antes. En esas cuatro semanas, informaron, realizará «un proceso de inmersión en los museos Guggenheim de Bilbao y Nueva York, conviviendo con Vidarte».
El Patronato ha destacado de Arzalluz su «contrastada trayectoria al frente de organizaciones de prestigio internacional en el ámbito de la cultura, aportando un profundo conocimiento de la historia del arte, los museos y la investigación, combinado con una amplia experiencia en gestión institucional y relaciones internacionales». Señalan también que la elección responde «a la experiencia y reconocimiento internacional de Miren Arzalluz en el ámbito de las instituciones culturales, su compromiso a largo plazo con el proyecto, su visión alineada con la misión del museo de servir como elemento clave en la estrategia de transformación del país, y su sensibilidad ante los diversos contextos culturales en los que opera el museo, con capacidad para integrar valores locales y globales».
Subraya el Patronato que el reconocimiento internacional de Miren Arzalluz «queda avalado por próximos hitos», pues recibirá la insignia de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras del Ministerio de Cultura de Francia, o su «reciente designación como jurado en los premios nacionales de diseño de Estados Unidos, los 2025 National Design Awards del Cooper Hewitt, Smithsonian Design Museum en Nueva York».
Arzalluz está muy ligada a la historia reciente de Euskadi a través de su difunto padre, presidente del PNV entre 1980 y 2004. «Casi todo el mundo tiene una idea preconcebida de mí. Pero es algo que conozco desde niña y cada uno tiene que vivir con lo que le toca. Lo mejor es no recrearse en ello, trabajar y demostrar lo que vales», dijo en una ocasión, conocedora de lo alargada que es la sombra de su progenitor, del que, confiesa, aún se pone «camisas y chaquetas».
Nació en Bilbao el 20 de marzo de 1978 en la clínica Guimón. Su madre es Begoña Loroño y tiene dos hermanos mayores, Asier y Usoa. Vecina del Campo de Volantín, jugaba de pequeña en la plaza del Funicular. Estudió en Begoñazpi y se licenció en Historia en Deusto, después cursó un máster en Política Comparada en la London School of Economics y otro en Historia del Arte, especialidad en Historia del Traje, por el Courtauld Institute of Art. Además, aparte del euskera y el castellano, domina el francés y el inglés, punto fuerte para facilitarle su gestión.
'Consulesa de Bilbao'
Atesora en su despacho la placa que la identifica como 'consulesa de Bilbao' que le otorgó la Cámara de Comercio precisamente el mismo año que se lo dieron a su antecesor en el cargo: «Un honor, porque me lo entregaron a la vez que a Vidarte», dice. Con un potente parecido con la actriz Chloë Sevigny, domina el mundo de la moda y sabe posar; de hecho, lo hizo en octubre del año pasado tomando parte en el desfile de la Semana de la Moda de París luciendo el 'look 17' de la colección prêt-à-porter primavera-verano 2024 de su admirado Balenciaga.
En una entrevista reciente con este periódico se le preguntó: ¿Volverá al País Vasco? Y ella respondió: «Me gustaría volver con un proyecto ilusionante. Pertenezco a esa generación a la que se ha enseñado que hay que formarse, salir, empaparse de lo que pasa en el mundo para volver un día y construir país. Eso es lo que me han trasmitido y lo que espero hacer. Pero no tengo ninguna agenda ni objetivo específico y tampoco ninguna prisa». Ahora tiene proyecto suficiente por delante como la nueva directora del Guggenheim.
Entre 2006 y 2013 ocupó el puesto de responsable de colección y exposiciones de la Fundación Cristóbal Balenciaga, y en ese periodo publicó su libro 'Cristóbal Balenciaga. La forja del Maestro (1895-1936)'. Como experta, asesoró a los responsables de una serie de televisión que tenía al maestro de Getaria como protagonista. De 2013 a 2017 comisarió exposiciones de moda en colaboración con el Musée de l'Histoire de l'Immigration de París, el Bellas Artes de Bilbao, el MoMu de Amberes y el Palais Galliera de París, el Museo de la Moda de la capital francesa, que le nombró directora en enero de 2018, siendo la única persona no francesa en ocupar este cargo.
Con ella al mando, el museo parisino inauguró la primera exposición completa sobre Coco Channel en 2020, después de que la institución reabriera sus puertas tras una profunda reforma. Además de todo esto, en 2016 la nombraron directora del Instituto Vasco Etxepare, con la labor de difundir la lengua y cultura vascas en el mundo durante un año.
Apuesta por la sostenibilidad: «No quiero tener 200 prendas en mi armario sino 10 o 15 de buena calidad y que me duren». «Uno de los grandes retos de la moda es su compromiso con la sostenibilidad ecológica y humana. Se precisan cambios, pero no soy muy optimista. Durante la pandemia, en la moda se aseguraba que se iba a desacelerar, producir menos y consumir mejor e invertir en calidad. Es una realidad que la industria de la moda está en plena reflexión, pero no lo vemos en la producción y consumo. Esto es un drama». Ideológicamente, se define como demócrata y nacionalista independentista: «Querría que el País Vasco estuviera en Europa como nación independiente. El problema es la integración en España. Ese tren se perdió con la República y no tiene vuelta atrás».
Proceso de selección
Medio año ha durado el proceso de selección iniciado tras anunciar Juan Ignacio Vidarte que abandonaba, después de 28 años además de los cuatro previos implicado en la gestación del proyecto. Los aspirantes descartados recibieron el lunes las cartas que agradecían su participación pese a no haber sido seleccionados.
Fue en mayo cuando Vidarte dijo que se iba. En junio se convocaron las bases para el concurso de nuevo director y, a partir de ese momento, una empresa especializada en la captación de personal directivo del sector artístico y cultural con sede en Berlín, Antonia Josten, empezó a recibir los currículos de los aspirantes. Los finalistas fueron entrevistados por un jurado de siete personas compuesto, además de por Vidarte y Bengoetxea, por la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, y la directora y CEO de la Fundación Solomon R. Guggenheim (también del museo de Nueva York), Mariët Westermann. Completaba ese jurado un representante de las instituciones vascas en el patronato, Jon Azua (vicelehendakari para Asuntos Económicos y consejero de Industria con José Antonio Ardanza entre 1991 y 1995) y dos patronos, Rafael Orbegozo, asesor de presidencia de Iberdrola y responsable de la colección de arte de la compañía, y Alfonso de Icaza, patrono de la Fundación Benéfica Aguirre.
Las bases del proceso de selección fueron publicadas a principios de junio en la página web del museo. En ellas se informaba de que valorarían, entre otras muchas cosas, el conocimiento del euskera y de la realidad institucional de Bizkaia y Euskadi.
En círculos del arte sorprendió en un principio que Vidarte formara parte del tribunal que elegiría a su relevo, así como que entre el jurado no hubiera perfiles más vinculados al mundo artístico, directores de museos o artistas, como contrapeso a la parte política, representada por la vicelehendakari, la diputada de Cultura e, incluso, Jon Azua, vicelehendakari de Ardanza entre 1991 y 1995, aparte de otros cargos en gobiernos del PNV.
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