Jon Mikel Euba, Zuhar Iruretagoiena y Garikoitz Fraga, premios Gure Artea
La vicelehendakari Ibone Bengoetxea subraya que sirven como «ejemplo de la fuerza del arte vasco»
Tres firmas muy diferentes coinciden en una misma convicción: el arte como algo necesario. Jon Mikel Euba (Amorebieta, 1967), Zuhar Iruretagoiena (Zarautz, 1981) y Garikoitz ... Fraga (Bilbao, 1971) han sido reconocidos con el premio Gure Artea por su trayectoria artística, su actividad creativa y su papel como agentes destacados del sector, respectivamente.
El museo Artium acogió la entrega del galardón más importante que concede el Gobierno vasco en el ámbito de las artes plásticas y visuales. «No nos lo esperábamos», coincidieron los premiados este jueves durante el acto celebrado en Vitoria. En el caso de Euba, el jurado destacó la heterogeneidad de su obra y su condición de «referente intergeneracional», tanto por sus exposiciones como por su labor pedagógica en libros, talleres y proyectos educativos.
El propio artista explicaba que, a lo largo de su carrera, ha evitado repetirse. «En los años noventa, por ejemplo, me invitaban porque era el artista que hablaba del contexto vasco y de la violencia, pero vi que el arte social se puso de moda y tenía los días contados», contaba a este periódico. Un ejemplo de esa obra reflexiva, el tríptico fotográfico Gora, se podía ver a pocos metros del auditorio donde se entregó el premio. «En la facultad me di cuenta de que no era un artista y eso me hizo querer aprender a serlo», añadía Euba, quien insistió en que ha sido determinante en su carrera no repetirse, experimentar con distintas disciplinas y técnicas, «aunque haya ido en contra de la llamada identidad de artista».
Por su parte, la escultora Zuhar Iruretagoiena aludió a la dificultad de compaginar la práctica artística con la docencia y la maternidad. «Me mantengo en esta pelea de no abandonar el arte», afirmó la creadora, que recogió el premio acompañada de uno de sus hijos y vestida con una camiseta con los colores de Palestina. En ese momento leyó el poema Si debo morir, del palestino Refaat Alareer.
El acto incluyó también la proyección de varios vídeos en los que los premiados reflexionaban sobre su trabajo. «Me interesa del arte su capacidad para hacer ver la realidad de otra forma», decía Garikoitz Fraga, responsable de Belleza Infinita, sello editorial que publica obras de género «inclasificable», situadas entre el arte, el cómic experimental, el fotolibro, el ensayo visual y la poesía gráfica. «Intento llevar el arte de un circuito pequeño a otros espacios», añadía. En su discurso de agradecimiento, Fraga hizo un guiño a las palabras del lehendakari Imanol Pradales hace unas semanas para referirse al premio. «Ibone, entxun, Belleza Infinita txapeldun», dijo risueño.
Durante el evento, presidida por la vicelehendakari primera y consejera de Cultura y Política Lingüística, Ibone Bengoetxea, se destacó la relevancia del trabajo de los tres premiados. «Los artistas premiados son una muestra del talento y la vitalidad de nuestro país; con su trabajo ayudan a imaginar, cuestionar y construir una Euskadi más abierta, creativa y cohesionada. La cultura es una de las formas más hermosas de hacer país», señaló Bengoetxea. «Es un reconocimiento a la fuerza del arte vasco», añadió en una entrega que contó también con la presencia del viceconsejero de Cultura, Andoni Iturbe, y la directora de Promoción Cultural e Industrias Culturales y Creativas, Ana López, además de numerosos agentes destacados del circuito como Miren Arzalluz, directora del Guggenheim de Bilbao, y Beatriz Herráez, máxima responsable de Artium, entre otros.
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