La misión vasca que crea eclipses artificiales revela su primera imagen de la corona solar
La misión Proba-3 está liderada por la empresa vizcaína Sener. Partió al espacio el pasado mes de diciembre
La misión Proba-3 liderada por la empresa aeroespacial vizcaína Sener ha comenzado hoy a revelar los primeros frutos de su trabajo. Se trata de ... una imagen de atmósfera exterior del Sol, la corona solar. Es desde esta de donde parten las eyecciones que en ocasiones afectan a las comunicaciones en la Tierra. «Ver los primeros datos es increíblemente emocionante. Junto con las mediciones realizadas contribuirá a resolver grandes incógnitas sobre nuestra estrella madre», asegura Joe Zender, científico del proyecto.
Los dos satélites desplegados -el Occulter y Coronagraph-, capaces de volar como una sola nave espacial gracias a un conjunto de tecnologías de posicionamiento a bordo, lograron crear el pasado mes de marzo su primer eclipse solar total artificial en órbita en una maniobra inédita hasta la fecha. «Me emocionó enormemente ver las imágenes, especialmente porque las conseguimos al primer intento», afirma Andrei Zhukov, investigador en el Observatorio Real de Bélgica, donde se han procesado las imágenes. «Ahora estamos trabajando en extender el tiempo de observación a seis horas en cada órbita», añade.
La ardiente corona solar alcanza temperaturas superiores a un millón de grados, muchos más calientes que en el interior del astro rey. Esta diferencia de temperatura contraintuitiva ha sido durante mucho tiempo un tema de debate en la comunidad científica. Investigarla es la principal razón de ser de la Proba-3. «Para entenderlo y con el ejemplo contrario, es como si la puerta de la nevera estuviera más fría que el interior», explica José Félix Rojas, del Grupo de Ciencias Planetarias de la UPV/EHU. Solo durante los ecplipses es posible observar esta especie de aureola. Cuando ocurren de forma natural, los expertos apenas tienen unos minutos para sus estudios. Al crearlos de forma artifical, se multiplica el tiempo para analizarlos.
Una misión de dos años
La misión partió al espacio el 5 de diciembre del año pasado desde el Centro Espacial Satish Dhawan, cerca de Chennai, en India, a bordo de un PSLV-XL de la Organización India de Investigación Espacial (ISRO). El lanzador elevó la carga de 550 kilos donde se incluyen los dos satélites mencionados. Una vez en el espacio, describen una órbita elíptica cuyo punto más cercano a la Tierra se encuentra a 600 kilómetros de distancia -no lejos de la altura a la que opera la Estación Espacial Internacional- y el más lejano, a 60.000 kilómetros. Pese a la enorme distancia, quedan muy lejos del sol, del que no separan 150 millones de kilómetros.
De forma automática cada día y durante seis horas, el Occulter despliega un disco de 1,4 metros de diámetro y se interpone entre el Sol y su compañero de vuelo para que este pueda centrarse en la citada corona gracias a un instrumento llamado coronógrafo. Está previsto que la misión dure dos años aunque podría prolongarse media año más.
Al frente de este proyecto europeo que se remonta a más de una década se encuentra Sener. Fundada en 1956, encabeza un amplio consorcio industrial de más de 29 empresas de 17 países diferentes. Como contratista principal, se ha encargado tanto del diseño de la misión como de la fabricación de varias partes de los satélites.
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