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Ir al monte en Semana Santa o cómo el contacto con la naturaleza nos hace más felices
Desde Aitzeder Mendi Taldea, club juvenil vasco de montaña, aseguran que la naturaleza da la felicidad. Con sus salidas mensuales por los montes de Euskadi y alrededores, ofrecen apoyo a mendizales treintañeros que buscan llevar una vida más sana, sentirse activos y despejar la mente
La afición por la montaña y la naturaleza es algo que suele cultivarse desde una edad temprana. Muchos niños y adolescentes han crecido coronando cimas con sus padres, y una vez son adultos, continúan con este 'hobby'. Ir al monte es una de las actividades más saludables que existen y reporta múltiples beneficios tanto físicos como mentales. Tras el confinamiento, aquellas personas no acostumbradas a realizar actividades al aire libre, se vieron enseguida seducidas por la idea de llevarlas a cabo. En pocos meses, los montes vascos se llenaron de intrépidos excursionistas, algunos no tan experimentados, pero atraídos por el bienestar que proporciona estar en contacto con la naturaleza. Una década antes de que se produjese este inesperado 'boom', seis bilbaínos pusieron en marcha un club de montaña de índole juvenil llamado Aitzeder Mendi Taldea. Después de funcionar durante cinco años, se registraron oficialmente en 2017, pasando a formar parte de la 'Federación Vizcaína de Montaña' y de la 'Federación Vasca de Montaña'. Hoy han logrado afianzarse con nada menos que 100 socios (pagan 25 euros al año), y con un eficaz equipo de trabajo que cuida y honra el entorno natural de manera consciente, para así poder seguir disfrutando de los espectaculares paisajes que nos rodean. Si eres montañero, tienes entre 20 y 30 años y te apetece descubrir nuevas rutas en grupo, seguro que te resulta interesante conocer cómo funcionan.
«Uno de nuestros valores fundamentales es la transparencia. A pesar de ser un club pequeño, cualquier persona socia puede participar en los equipos y conocer el funcionamiento de la entidad. Todos los años sacamos una memoria con las actividades realizadas, la forma de organizarse, los datos económicos e indicadores medioambientales, de igualdad y montañeros. Nuestro objetivo es facilitar que la gente disfrute de la montaña y pueda participar con libertad en el club», declaran desde la organización, que vive su actual crecimiento con mucha ilusión, pero también con responsabilidad y ganas de seguir trabajando. Entre sus salidas una vez al mes, destacan las de Bizkaia, aunque suelen incluir algunas por diferentes zonas de Gipuzkoa, Cantabria o Burgos. Para ellos, las rutas más interesantes son las circulares, como las últimas que han llevado a cabo (las del 'Eretza' o la de los 'Ojos del Diablo'), porque permiten hacer un recorrido en el que contemplar diferentes paisajes.
Salir a andar por el monte es uno de los mayores placeres que existen. Alejarse del ruido de la ciudad, de los olores, de la contaminación… Respirar aire fresco hace que nos relajemos enseguida, y que experimentemos fuertes sensaciones de tranquilidad. Caminar por la montaña nos ayuda a trabajar nuestra fuerza y resistencia, y a lograr recuperar esa energía que a veces se pierde por el camino de la vida. También consigue reducir el cansancio que se ha ido acumulando en nuestro cuerpo a lo largo del tiempo, y despeja de nuestra mente toda clase de preocupación, aunque solo sea por unas horas. Aitzeder Mendi Taldea recorre las rutas verdes más atractivas de las montañas vascas. Reconocen que los jóvenes más deportistas quieren sentirse cómodos mientras están en el monte, y que por ello buscan personas con intereses afines. «El deporte de montaña tiene el beneficio extra de hacerlo en un entorno atractivo y al aire libre. Todo ello unido al sentimiento de caminar acompañado, de compartir un objetivo común. En la montaña hacemos ejercicio con una meta, por lo que el componente psicológico es igual de importante o más que el físico. Ser conscientes de la meta y distribuir las fuerzas para llegar juega un papel fundamental en la ruta. En este punto, es clave saber cuándo hay que decidir si podemos llegar y cuando no. Es un deporte en el que cada paso es importante», explica Mikel Silió, secretario del club.
Aitzeder Mendi Taldea siempre organiza sus rutas con antelación a través de su equipo de guías, estudiando primeramente el terreno y las opciones disponibles para que montañeros de todos los niveles puedan pasar un buen rato. Juntos descubren Ganekogorta, Mugarra, Bolintxu, Malmasín, Gorbea, Amboto... montes de sobra conocidos y frecuentados, pero también otros no tanto como Errestaleku, Biderdi o Ganguren. El club estudia los tiempos y paradas necesarias, la dificultad y el transporte. Su día a día se organiza entre la comisión y los distintos equipos de club (gestión, comunicación y guías benévolos). «El equipo de guías benévolos lo hemos creado hace poco para ayudar a preparar salidas. Tras una formación, los guías benévolos más formados les enseñan a organizar las caminatas. Un espacio al que seguimos animando a la gente a sumarse», añade Mikel. Además, estos apasionados de la montaña siguen ideando nuevas actividades, a la vez que buscan senderos desconocidos que ofrecer a los participantes. Destacan la importancia de la sensatez de cada persona, saber hasta dónde pueden llegar, porque muchas veces nuestra condición física o falta de preparación nos puede jugar una mala pasada.
Ahora que parece que la primavera empieza a asomarse tímidamente, aprovechemos estos próximos meses para descargar adrenalina subiendo montes. Nos sentiremos vivos, conoceremos caminatas que aún no hemos explorado y, por supuesto, quemaremos calorías. Nuestro estado de ánimo mejorará y también lo hará nuestra autoestima, ya que superaremos retos que no creíamos posibles. Ampliaremos nuestros horizontes y amistades. Porque la montaña es volver a ti, a tu refugio y, ante todo, la oportunidad perfecta para conocerte a un nivel más profundo.