Chalet en La Bilbaína (piscina calefactada y jacuzzi)

El impresionante chalet de una familia en La Bilbaína con piscina calefactada y jacuzzi

Cuando se trabaja con entusiasmo y determinación, el resultado suele ser satisfactorio. Y en ocasiones, espectacular. Isabel Arcocha, gerente y propietaria de la constructora E3D, siente pasión por su trabajo, y ha volcado toda su ilusión en crear una vivienda única que acoge su vida personal y profesional. Se formó en Ingeniería Industrial, pero cuando finalizó sus estudios se dio cuenta de que disfrutaba, sobre todo, durante el proceso creativo. Descubrió su verdadera vocación durante su primera experiencia laboral dentro del sector de la construcción, visitando obras y llevando a cabo su gestión. «Me cautivó el dinamismo de este oficio», asegura.

Esta emprendedora trabajó durante 22 años en una empresa de ámbito estatal, pero debido a la crisis cerró, así que hace una década se lanzó a la aventura de emprender y creó la empresa constructora E3D. «Me puse como autónoma y empecé a llamar a personas que conocía del oficio anterior. Al principio, trabajé sola en un despacho en mi casa, pero poco a poco empecé a contratar a técnicos», explica. Isabel instaló unas pequeñas oficinas en el garaje de su antigua vivienda, también situada en Mungia, pero solo cabían alrededor de cinco personas. La empresa siguió creciendo y decidió trasladarse a otro lugar.

Una decisión que tomó a lo grande, con la construcción de un chalet de 860 metros cuadrados donde hoy compagina su vida personal y profesional. En esta impresionante vivienda, vive con su pareja, sus dos hijas y sus cinco mascotas: tres perros y dos gatos. El proyecto ha sido conceptualizado por el estudio I3 Ispizua Arquitectos bajo el encargo de su constructora, en la que Isabel lidera un equipo de 8 personas. El trabajo conjunto, realizado con gran tesón, ha dado lugar a la construcción de un chalet espectacular en la urbanización Monte Berriaga, conocida popularmente como La Bilbaína, en Mungia. «Decidí construir una vivienda/sede social que nos permitiera trabajar en unas instalaciones más adecuadas y con una construcción singular. Además, también tiene la función de 'showroom' para los clientes y nos ayuda a tener ese toque diferenciador con respecto a otras edificaciones más tradicionales», explica.

La vivienda se divide en dos plantas, con las zonas de día y de noche claramente diferenciadas: en la planta baja se ubican las oficinas de E3D, el garaje, el lavadero y tendedero; el trastero, la sala de instalaciones, las zonas de servicio y un estudio con cocina y baño incorporados. En la superior, se encuentran el salón, el comedor, la cocina, el despacho, cuatro habitaciones con sus vestidores y baños correspondientes; un aseo para las visitas y un gimnasio. La fachada del chalet no deja indiferente: «El revestimiento se compone de dos acabados. Por un lado, listones de aluminio con acabado de madera que han sido diseñados expresamente para la obra. Por otro lado, una fachada de composite color negro mate; esta diferencia de materiales ayuda a remarcar su volumetría». Por la noche, la iluminación led integrada bajo los voladizos ayuda a potenciar sus volúmenes, dotando a la casa de un estilo elegante.

El exterior goza de un jardín y de una piscina calefactada de 16 metros de largo; tiene dos bancos con jacuzzi y dos tumbonas curvas dobles integradas en la zona de aguas. Los propietarios han cuidado el diseño hasta en el último rincón. En el césped, por ejemplo, lucen dos olivos centenarios podados a modo bonsái. Además de crear una vivienda que aúne la vida personal y profesional, una de las ideas de Isabel ha sido hacer una construcción autosostenible energéticamente. «Hemos primado el aislamiento y las energías renovables mediante paneles fotovoltaicos con baterías de acumulación para no depender del gas. Los paneles alimentan el sistema de aerotermia, la iluminación y la ventilación con recuperador de calor», señala la ingeniera.

La vivienda tiene un estilo contemporáneo combinado con el minimalismo. Predominan los tonos grisáceos, pero su frialdad se ha suavizado con elementos decorativos más clásicos y con la presencia de madera para aportar calidez y crear un ambiente agradable y relajado. El chalet se caracteriza por sus espacios abiertos y gran luminosidad, ya que los grandes ventanales generan esa sensación de vivir y trabajar en contacto con el exterior. Una de las piezas de mobiliario más especiales es la alacena que Isabel heredó de su madre y que ahora el equipo ha restaurado con mimo. «Es el mueble más singular por excelencia. Lo recuperé de una librería; lo hizo un ebanista para la casa de mi madre». Entre las firmas del mobiliario, destacan Javier Mariscal en el caso de los tres sillones del salón y las lámparas de Arco de Castiglioni.

Con todo ello, Isabel ha conseguido crear una vivienda impresionante sin perder de vista el toque hogareño y con un punto «disfrutón». Mantiene la ilusión del primer día y las ganas para seguir enfrentándose a los retos que estén por venir. Aunque la zona de trabajo se mantenga separada y aislada, en ocasiones resulta difícil establecer límites, pero le encanta el resultado. «Me toca trabajar más horas que nunca. Muchas veces voy a cenar cuando mis hijas me demandan, pero lo llevo bien», ríe. Nada es capaz de poner freno a su entusiasmo. «Se trata de un proyecto muy ambicioso. Hemos buscado hacer una casa diferente y estamos muy ilusionados y orgullosos. Es un sueño cumplido», concluye.

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