«Lidia revela que está citándose con un compañero de trabajo de manera clandestina»
«Si se hace público, tendrán que lidiar con los comentarios del día a día en un bufete de apenas quince empleados»
Karri Bilbao
Viernes, 12 de septiembre 2025, 00:56
Cada viernes, Karri Bilbao nos comparte las historias y experiencias que vive con sus amigas. Tras años de convivencia en pareja han regresado a las noches (y tardeos) de la villa.
El verano va quedando atrás y, como animales de costumbres, regresamos a los lugares habituales. Así, gente que había desaparecido desde junio, vuelve en septiembre ... tras el período estival para poblar las calles y zonas de ambiente. Con este pensamiento quedamos Ane, Izaskun, Lidia y Nahia la noche del sábado, a las nueve en el Perita, ubicado en Diputación. Con un brindis por nosotras arrancamos conversación y confidencias sobre cómo nos ha ido estos meses. Les pongo al tanto de mi ruptura con Javi y, salvo a Ane, a ninguna le sorprende que no llegara a buen puerto la relación que inicié con el amor de infancia. Cierto que conocerle desde niña acotaba incertidumbres y la base del cariño ya estaba cimentada, pero no fueron ingredientes suficientes para construir un futuro conjugado en nosotros.
Lidia revela que está citándose desde mediados de agosto con un compañero de trabajo de manera clandestina. No quiere que en la oficina se sepa porque generaría controversia. Diez años menor que ella, la diferencia de edad no es el mayor obstáculo, pero sí lo es la jerarquía, dado que ella es su jefa en el despacho de abogados. De primeras, ninguna decimos nada, pero nuestras caras desvelan interrogantes sobre cómo evolucionará la historia. Si continúan quedando, antes o después alguien lo sabrá y correrá como la pólvora. Y si se hace público, tendrán que lidiar con los comentarios del día a día en un bufete de apenas quince empleados. Lo más complicado será si la relación no prospera y se ven obligados a verse a diario… Lidia sabrá lidiar con ello, comentamos a la par que nos reímos por el juego de palabras.
Libre como el viento
Nahia continúa quedando con el chico de antes del verano mientras Izaskun se proclama libre como el viento y sin compromisos a la vista. Ane, sin novedad ni grandes altibajos, estable con su pareja desde hace un tiempo. Con este panorama y resumen de las circunstancias de cada cual, continuamos por Ledesma y pedimos una ración de queso y otra de paleta para compartir en el Magnum. El cierre temporal de bares por obras en el edificio que los acoge en la parte baja de Ledesma se percibe claramente en el aumento de gente y rostros desconocidos, más jóvenes, entre los locales que frecuentamos habitualmente, en el denominado «Upper» Ledesma. Hallar hueco entre las mesas altas se ha vuelto misión imposible, pero el ambiente sigue siendo inmejorable y nos sentimos como en casa. Saludamos a cuadrillas que hemos visto en Aste Nagusia y otras fiestas de pueblos colindantes. Felices de vernos de nuevo en el entorno de siempre, es agradable el regreso y auguramos momentos divertidos y anécdotas que os iré contando los próximos viernes.
Es hora de poner rumbo a otras zonas de ambiente y continuar la noche. Por unanimidad decidimos ir al Sumerian y, justo al entrar, Lidia ve a su compañero y amor en la sombra junto a su cuadrilla. Ambos se saludan con naturalidad y presentan cuadrillas mutuas. Uno de ellos, Iñigo, no está nada mal y, por su mirada, sé que ha sentido igual.
Tras leer los comentarios de la última entrega...
Nhoa, Karolo, no sé cómo hacer para que os conozcáis, pero me encantaría serviros de puente. Ya se nos ocurrirá algo…
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