Al tranvía de Bilbao le falla la hora: cambiará los relojes de siete paradas por sus «repetitivos fallos»
Están basados en tecnología de radio, que sufre interferencias y obliga a los operarios a subirse a grúas para actualizar la hora
Al tranvía de Bilbao le falla la hora. Al menos, a los relojes que están instalados en siete de sus paradas. Se adelantan o atrasan ... a capricho y, en ocasiones, con los cambios horarios de invierno y verano, varios empleados tienen que desplegar una grúa para proceder a su actualización. Los fallos de sincronización son «repetitivos», según se señala en un informe elaborado por la sociedad pública Euskal Trenbide Sarea (ETS).
Tanto es así que ETS ha decidio sustituirlos por unos más modernos. En gran medida también porque el mantenimiento de estos «obsoletos» relojes supone el gasto de una cantidad de euros muy importante en relación a la sencillez del servicio que ofrecen. El citado informe que avala el cambio no detalla cuánto dinero se gasta al año esta entidad en ponerlos en hora, pero sí describe lo farrogoso que resulta un proceso en el que se debe usar maquinaria pesada porque no hay manera de subirse a las marquesinas y las antenas que las coronan de manera segura, ya que los operarios no tienen dónde enganchar una línea de vida. Además, hay que pagar una tasa al Ayuntamiento por la ocupación del espacio público.
160.000 euros
ETS destinará ahora 160.000 euros a este plan, aunque también es cierto que el presupuesto se repartirá entre el tranvía de Bilbao y diez estaciones de la línea del 'Topo' de San Sebastián, donde también parece que hay problemas del mismo tipo.
En la capital vizcaína, en concreto, se van a tirar a la basura los cronómetros de las estaciones de Erribera, Pio Baroja, La Casilla, Guggenheim, Abandoibarra, Basurto y Uribitarte. El gran problema es que están basados en tecnología «obsoleta», que utiliza señales de radio de baja frecuencia. A veces, sucede que hay interferencias por la presencia de edificios voluminosos y esto complica su sincronización.
¿Se podría prescindir de estos relojes? En principio, se supone que los usuarios cuentan con teléfono móvil o reloj propio para saber la hora, pero ETSestima que siguen siendo importantes. «Constituyen uno de los sistemas existentes que, sin ser vitales para la explotación, sí influyen positivamente en la percepción que tienen los viajeros del servicio». Por ello se va a pasar a un sistema basado en distribución horaria por red informática (NTP), lo que resulta más sencillo y moderno.
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