«No poder salir de la rueda de la pobreza incide mucho en la salud mental»
El servicio de atención psicológica de la entidad social cumple tres décadas cuidando la salud mental de las familias más vulnerables
A finales de mayo, el Colegio de Psicología de Bizkaia reconoció con el premio Proyecto Solidario al servicio de atención psicológica de Cáritas. La coordinadora ... de este gabinete, Itxaso Oiarzabal, repasa las tres décadas de un apoyo con el que buscan «corregir la desigualdad de oportunidades» en el acceso a prestaciones de salud mental.
- ¿Cómo surgió el servicio?
- Nace en 1995 por la inquietud de Cáritas al ver que, más allá de la intervención social, había usuarios con necesidades psicológicas sin cubrir. Se creó un servicio para personas sin recursos económicos que no estaban cubiertas en la red pública, para poderles dar la oportunidad de trabajar aspectos emocionales y psicológicos. Con ello pretendemos también corregir la desigualdad de oportunidades.
- ¿Qué balance hacen?
- Positivo, pero lo que más destaca de cuando empezamos es que la salud mental no era tenida en cuenta, valorada ni visibilizada, y ahora sí, se ha perdido el estigma.
- ¿Ha aumentado mucho la atención?
- Al principio atendíamos a 30 al año con una personas trabajando. Ahora estamos cinco a jornada completa y llegamos a 285. La demanda es muy alta y en este momento solo atendemos a aquellas personas que nos llegan a través de Cáritas.
- ¿Cuál era el perfil del usuario de los noventa?
- Por un lado, mujer, nacional, con muchas cargas familiares. El perfil del hombre era más unido a temas de adicciones y problemas comportamentales. En muchos casos, personas sin hogar vinculadas a esas adicciones.
- ¿Y ahora?
- Es un poco más diverso. Vemos más inmigración, que antes no eran ni la cuarta parte y ahora es en torno al 67%. La proporción ha aumentado mucho, en parte, porque la sociedad ha avanzado y el perfil que atendíamos antes tiene más respuesta en lo público y los migrantes muchas veces no llegan a acceder al sistema de salud mental.
- Los problemas no tendrán mucho que ver.
- En la migración destacamos el tema del trauma. Se ven muchas personas que han venido con historias muy duras. Son personas supervivientes, muy luchadoras, con grandes fortalezas, pero que a veces al llegar aquí y al encontrarse con todas las dificultades administrativas y jurídicas, dan como un bajón. A veces aparecen síntomas de ansiedad, depresión... Emergen todos esos traumas que han ido viviendo: violencia, familiares muertos, agresiones sexuales...
- ¿Y a nivel general?
- Problemas relacionados con la ansiedad y estados emocionales de tristeza, desesperanza... En los colectivos que atendemos están muy vinculados a problemáticas sociales, por no tener trabajo, por no encontrar una vivienda, por no poder pagar el alquiler, por no tener papeles... Sobre todo eso es lo que causa muchísima ansiedad. Y el estrés que genera la propia Administración pública.
- Explíquese.
- Hay una Administración que cuida, que facilita ayudas, pero hay personas con desconocimiento del sistema, del idioma, problemas de comprensión, incluso discapacidades... que tienen dificultades para coger una cita, para presentar papeles que justifiquen gastos... A veces no se tiene en cuenta desde la Administración ese perfil y se les exige que hagan gestiones para las que no tienen capacidad e igual no presentan un papel en Lanbide y le quitan la ayuda económica de la que viven.
- Y eso afecta a su salud mental.
- Es un estresor, más todo el estigma que conlleva, porque hay muchas personas que lo viven con mucha vergüenza. Y también hay mucho sufrimiento, en el caso de los migrantes, por ese señalamiento social de que eres extranjero y vives de ayudas.
- ¿Qué tiene que hacer la Administración?
- Lo que tiene mayor impacto es que, cuando se comete un error, lo primero que se hace es cortar esa ayuda, e igual no tienen que hacerlo tan a la ligera. Si pensamos en personas que no llegan a final de mes, y que eso tarda unos meses en resolverse, aunque luego la resolución sea favorable porque ha habido un error de la Administración, si no cobran esos meses dejan sin pagar la vivienda, el propietario no les va a volver a renovar...
- ¿Cómo ayudan a estar mejor a una persona que vive en la cuerda floja continuamente?
- Les ayuda mucho, aunque parezca una obviedad, que se les trate como personas, desde su dignidad, que se les reconozca sus derechos, que les entiendas y que les muestres que no les estás juzgando.
- ¿Cuánto tiempo duran los procesos?
- Una media de seis meses. Hay personas a las que igual se les da el alta en tres sesiones, porque simplemente necesitan un asesoramiento en algo puntual. Es habitual en los migrantes, que en cuanto las cosas empiezan a ordenarse desde la parte administrativa, no es habitual que se queden cronificadas. Y tenemos procesos de años, incluso de familias enteras, normalmente nacionales, que en estos 30 años hemos atendido a las abuelas, a las hijas y a las nietas. Son familias, con muy poquitas oportunidades, que a la vez han continuado en precario también sus hijas, que luego han sido madres también muy temprano, y que sus hijos también han entrado en esa rueda de la pobreza, que incide mucho en la salud mental.
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«Nos encontramos con jóvenes muy desbordados por las redes sociales»
- El año pasado atendieron a 78 menores.
- Hay una demanda bastante alta. Nos estamos encontrando con jóvenes muy saturados, muy desbordados por las redes sociales, el bullying, nuevas realidades que hacen que la presión que tienen sea alta y sus herramientas personales más frágiles.
- Como cualquier chaval.
- También van unidos a la propia situación familiar, a la falta de oportunidades. Es diferente un joven que puede salir con sus amigos al cine, a comerse una hamburguesa o a la playa y coger el metro, que estos menores, que en su casa no hay recursos. En una edad en la que se está con una necesidad de estar entre iguales, no poder pagar el transporte es un problema. Hay espacios que para ellos son impensables y nuestro ocio pasa mucho por el consumo, lo ven en las redes.
- ¿Tienen más posibilidades de desarrollar problemas?
- Son vasos comunicantes. La falta de oportunidades, la pobreza... lleva unidos muchos estresores. No es lo mismo una vivienda ubicada en un lugar determinado a una habitación con tus padres en un piso compartido con otras familias.
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