Piso por 55 euros al mes en Bilbao a cambio de cuatro horas semanales de solidaridad
El Ayuntamiento ofrece este curso 55 plazas de alquiler compartido en Bilbao La Vieja y Otxarkoaga a jóvenes estudiantes que colaboran en proyectos comunitarios
Víctor García, de 26 años, lleva tres años residiendo en San Francisco, donde paga un alquiler de 55 euros al mes al Ayuntamiento de Bilbao. Primero vivió en la calle Cortes, después en el número 7 de la plaza Corazón de María y ahora, en el 5. Natural de Oviedo, donde estudió Biología, cursa un doctorado de Biomedicina y Bioquímica en la UPV/EHU. Y es uno de los jóvenes estudiantes de postgrado que han obtenido plaza en los 20 pisos que Viviendas Municipales destina al programa 'Jóvenes Solidarios', que ofrece un total de 55 plazas en régimen de alquiler compartido a un precio simbólico (gastos de luz y agua no incluidos) y que están acondicionados con cocina completa, mobiliario y cuentan con terraza. Como contrapartida, colaboran cuatro horas a la semana con proyectos comunitarios y en el apoyo a colectivos vulnerables en los barrios de Otxarkoaga y Bilbao La Vieja, donde se ubican los pisos en los que residen. Les acogen asociaciones como Bakuva, Claret Enea, Tximeleta, Gugaz Aurrera y la Fundación Itaka les acogen.
El de la Plaza Corazón de María 5 es el tercer piso de Víctor en la zona, que se enteró de este programa municipal través de un compañero de clase. «Se pagan entre 350 y 400 al mes por habitaciones en pisos compartidos, así que sí, es un ahorro. Es un programa muy útil sobre todo para los que venimos de fuera, pero además apoyar a las asociaciones es muy gratificante y estoy muy agradecido. Y Bilbao es una ciudad muy guapa», explica.
Pisos para tres
Víctor colabora dos días a la semana con Gugaz Elkartea, dando apoyo extraescolar a niños que tienen barreras idiomáticas. Comparte piso con otro compañero que también se llama Víctor, ingeniero que estudia un máster en San Mamés, y con una chica que cursa un máster relacionado con la comunicación. La edad media de los jóvenes que participan en este programa es de 28 años. En esta edición el 53% son mujeres y el 47%, hombres. «Son ya catorce años desde que pusimos en marcha esta iniciativa, con el propósito de contribuir a que los estudiantes que eligen Bilbao para residir mientras realizan un master universitario, puedan tener acceso a una vivienda en condiciones económicas muy asequibles, así como a participar en causas sociales del barrio donde residen durante el curso», ha explicado Yolanda Díez, concejala de Vivienda y presidenta de Viviendas Municipales. Este año, apunta, se ofrecen 11 habitaciones más que el año pasado. «Contando con los gastos de agua y luz, vivir les puede salir a 100 euros como mucho. Eso es extraordinario. Además son pisos sin lujos, pero dignos, soleados y con terraza». Normalmente, los alumnos pueden acceder a ellos desde mediados de octubre y hasta el último día de julio. Lo que dure el curso. Deben cumplir unos requisitos y se valora la renta familiar.
Gorka Moreno, vicerrector del Campus de Bizkaia de la UPV/EHU, destaca el trabajo voluntario que realizan y su aportación a la comunidad. Nekane Garatea, responsable del área de alojamiento y acogida de la oficina de Relaciones Internacionales de la Universidad de Deusto, entidad que ofrece 10 plazas en el programa, apunta que el programa ofrece una oportunidad increíble para los estudiantes. El 70% de las plazas que se ofrecen en esta universidad las ocupan «alumnos internacionales». Este año, por ejemplo, se benefician del mismo unas chicas de Colombia, Perú y un joven de Pakistán. «Aplica más gente, pero algunos no tienen el suficiente nivel de castellano como para hacer trabajos comunitarios», relata. Este es el primer año en el que participa IED Kunsthal. El director, Gaizka Zuazo, tres chicas llegadas de América – Argentina, Bolivia y la República Dominicana– participan en la iniciativa. «Una está enseñando idiomas, otra trata con adultos inmigrantes y la tercera ayuda a una asociación en temas de diseño gráfico. Son acciones muy positivas de devolución a la ciudad en las que conocen a gente, y para las que llegan de fuera es muy importante».
