Menús para quien no puede comer sólido, diabéticos o con intolerancias
Carmen Abad, una mujer de 94 años, vive sola en un piso en la periferia de Durango. A su edad, los desafíos cotidianos han cambiado ... y la cocina, que antes era uno de sus lugares favoritos, se ha convertido en una fuente de dificultades. Sin embargo, ha encontrado una solución que ha transformado su vida diaria: el servicio de entrega de alimentos del Ayuntamiento. «Siempre es puntual, y lo más importante, está rica», dice satisfecha.
El Consistorio ha diseñado esta prestación con el objetivo de proporcionar una alimentación adecuada a las necesidades nutricionales de la tercera edad en su propio hogar. A través de la empresa de abastecimiento Gastronomía Baska, ofrece dos tipos de menús, además de la posibilidad de personalizar las dietas en función de las exigencias alimenticias específicas, en todo momento con el respaldo de un informe médico. «Se hacen menús dirigidos a diabéticos, a los que tienen alguna intolerancia... incluso purés con proteínas para aquellos que no pueden comer sólidos», detalla Jessica Ruiz, concejala de Tercera Edad.
El proyecto, dirigido a los vecinos de más de 80 años o de 65 en situación de dependencia empadronados en la villa, ha tenido un impacto muy positivo en el municipio. «Ahora mismo tenemos entre 75 y 80 usuarios», relata Ruiz. «Y muy importante, no hay límite, por lo que se puede apuntar todo aquel que lo necesite», confirma la edil.
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