Un informe de los bomberos pide cambios en el mobiliario urbano de Bilbao para facilitar rescates

Aunque Amaia del Campo, alcaldesa del municipio, niega que la presencia de estos elementos en la calzada causara un retraso en la actuación de los profesionales, parece evidente que una correcta distribución del mobiliario urbano facilita la actuación de las Emergencias. Así lo expresan fuentes sindicales de los Bomberos de Bilbao, preocupados por las dificultades de acceso a algunos puntos de la capital vizcaína. «El incendio de Barakaldo, en una estructura de madera, tiene las mismas características que los que solemos tener en el Casco Viejo o en San Francisco», explican tras aportar a EL CORREO un documento realizado por responsables del cuerpo con los puntos de acceso más sensibles.

«Los bolardos son un obstáculo habitual que nos impiden desempeñar nuestro trabajo con garantías», explica el informe. Asegura en este sentido que las actuaciones realizadas por el Ayuntamiento para retirarlos «son insuficientes» y sugiere la posibilidad de reducir los existentes y aumentar la presencia de pivotes móviles. Provocan golpes en los vehículos, retrasos en las intervenciones y, en muchos casos, imposibilitan que la autoescalera (el vehículo preparado para acceder a incendios y salvamentos a gran altura) pueda desarrollar su tarea con normalidad. Entre los puntos conflictivos detectados por los bomberos, se encuentra el cruce de García Rivero con Poza o la confluencia entre Juan de Ajuriagerra y Obispo Orueta.

Los bolardos situados en fila y que dividen la calle Dolores Ibarruri en dos también suscitan enfados en el cuerpo. De esta manera, solicitan que al menos varios de estos pivotes sean movibles; es decir, que los puedan retirar con una llave cuando tengan que hacer una operación.

«Lo ideal es que la autoescalera -las actuales tienen una capacidad de ascender hasta 30 metros- se aparque a ocho metros de la fachada del edificio incendiado y tenga capacidad para maniobrar», cuenta Raúl Mata, delegado sindical de Comisiones Obreras en el Ayuntamiento. Sin embargo, en numerosas zonas es complicado. Por ejemplo, en la calle Iparraguirre, en el tramo entre la plaza San José y la calle Barraincua, la colocación de árboles y farolas «a muy poca distancia entre sí dificulta que se puedan hacer rescates en muchos balcones».

Desde el Ayuntamiento de Bilbao, en cambio, explican que cuando se realizan nuevas urbanizaciones, se aprovecha para retirar los bolardos o cambiar su modelo, en el caso de que se considere que estos no cumplen la normativa. «Si desde Protección Civil se observa que algún elemento impide maniobrar, se traslada al área de obras para corregirlo», añaden.

En marzo de 2021 una cocina de la calle Luis Iruarrizaga ardió. Cuando los bomberos se acercaron, encontraron un cartel que avisaba de que la calzada estaba debilitada. «Nos quedamos en la entrada y tiramos seis mangueras. ¿Pero qué hubiera pasado si tenemos que hacer rescates por la fachada?», se pregunta el informe. «Antes de sacar la escalera, el vehículo se tiene que estabilizar», explica Mata. Después, esta se eleva con dos o tres operarios dentro, lo que aumenta la presión que se ejerce sobre el suelo. «Esta situación puede causar daños en el vehículo o un hundimiento», añade.

Por otro lado, desde el Consistorio explican que, además de las actuaciones motivadas para facilitar el tránsito de los vehículos, están retirando bolardos por petición vecinal. Así ha pasado en algunas zonas como Santutxu o Abando, facilitando de esta manera que personas con movilidad o visibilidad reducida puedan transitar por la calzada.