Sagar, el bar que convierte a sus clientes en dibujos animados
Bilbao marca tendencia mundial estampando los rostros de sus visitantes en paredes, techos, mesas o encima de la barra
Si caen por el Sagar, un genuino bar de Bolueta con una barra de pintxos de miedo y donde sirven unas cazuelitas de chipirones de ... quitar el habla, corren el riesgo de acabar convertidos en dibujos animados. No se lo tomen a broma. Les ha pasado a más de «sesenta y pico» personas, «clientes de todos los días». Todos están que se suben por las paredes... de la alegría que llevan encima. Para gloria suya, han quedado inmortalizados, aunque algunos, por desgracia, han fallecido y dejado algo huérfano este café.
Pregúntenselo si no a Javi, María, Javi y Moja.Los 'Javis' se manejan en la barra y la cocina. O a Rafa, al que todos llaman cariñosamente 'Rafotxa', como aparece escrito. Y a Sandra, Ángel, Vellanco, José Pires, Esteban, Borja, Luis, Ricardo, Iñaki, José Sevilla, Agus... Y, por supuesto, a Maribel, Berta y Tomasi, las «'chicas de oro'», un trío de mujeres curadas de espanto que tienen reservada casi siempre la misma mesa. O, hablemos con propiedad, 'su' mesa, donde quedan, todas las mañanas, a tomar café. Todos y todas, sin excepción, han acabado caricaturizados y con sus rostros, divertidos a más no poder, estampados en las paredes, encima de la barra, en las mesas... ¡Y hasta en el techo!
Con fama mundial
Lo que pasa en el Sagar no pasa en ningún «otro lugar del planeta», confiesa emocionado Juanjo Barón, un maestro internacional de las caricaturas realizadas con aerógrafo. Ha personalizado la guitarra de Alejandro Sanz, la moto y el coche de Fito Cabrales y hasta Mariano Rajoy tiene una caricatura suya. Por eso, Javi Sánchez, dueño del Sagar, se acercó a su estudio cuando decidió tener un «detalle» con sus clientes. «Programaba música en directo hasta que un vecino se quejó y la Policía Municipal me advirtió que no podía seguir haciendo conciertos. Juanjo empezó pintando imágenes de algunos de los grupos que tocaron y de ahí pasó a los clientes. Era una forma de decirles que se sintiesen como en casa. Ni más ni menos. Pregunté a la gente que viene todos los días '¿quieres que te pinte en el bar? 'Ah, pues sí'», respondió la mayoría».
«Nos quedamos casi sin paredes»
Javi nunca tuvo dudas de que el artista elegido sería Juanjo, «un crack, el mejor aerógrafo de Europa». A la anterior dueña del Sagar ya le había hecho dos murales con fotos antiguas de Bilbao. Sin embargo, Javi quería «otras cosas» y hacer un bar «distinto, especial». ¿Resultado? Se montó una cola enorme para figurar en estas paredes. Normal, por otra parte. Barón «clava» a sus elegidos, con la particularidad de que a muchos de ellos les ha colocado en los lugares donde se sientan o en el tramo de la barra donde potean. «Juanjo me preguntaba '¿a este dónde le pinto?' y yo 'a poder ser, en los sitios por donde suelen caer'. Aunque, claro, llegó un momento en que les poníamos donde tocaba porque nos quedamos casi sin paredes».
Barón, de Santutxu «de toda la vida», trabaja siempre con el mismo propósito. «Saco a mis personajes el lado más divertido. El retrato hubiese sido un detalle serio, porque no deja de ser una cosa elegante, pero la caricatura da un tono ligero. Los convierto un poco en dibujos animados. Juego con las proporciones de las caras para que se vea una versión humorística». Si solo repara en los rostros es porque, aparte de «definirnos», había que «ahorrar espacio. Si les tuviese que sumar los cuerpecillos, hubiésemos dispuesto solo de la mitad de espacio».
«La más guapa de mi casa»
«¿Que cómo me veo?», se pregunta Berta. «¿¡Guapísima! Soy la más guapa de mi casa. Se nos murió Bea, la más guapa de la 'mesa de las chicas de oro', y yo me he quedado ahora como la más vieja». Maribel luce pelo corto de color ceniza y morado. «Cuando me hicieron la foto tenía mechas también moradas, pero este me las ha puesto así», dice. 'Este', o sea, Juanjo, media y responde que, al ser imágenes en tonos sepia, no podía aplicar color.
Pregunta a Maribel qué tal se ve y esta responde que «¡fatal! ¡Muy fea». Pura fachada porque se la ve contenta, no, lo siguiente. «¡He quedado muy divertida!». A Tomasi le ha gustado la idea y le gusta verse. Todos estaban avisados de antemano que iban a ser caricaturizados, pero muchos no ocultaron su sorpresa cuando advirtieron que les estaban dibujando mientras tomaban un café. «'¿Me estás haciendo a mí?'», solían preguntarle. Ricardo ya se ha acostumbrado a verse todos los días. «Llevo ahí lo menos tres años», calcula.
Josetxu resulta más difícil de localizar porque su álter ego tiene «el foco justamente encima», recalca el Josetxu humano. Da igual. «Llegaron tres amigos y unos cuantos familiares de Albacete y al reconocerme se llevaron mi fotografía para hacer algo parecido en un bar de su ciudad». Josetxu aparece con la camiseta del Athletic porque Barón le fotografió un día que «iba a San Mamés. Es precioso. Lástima que algunos hayan muerto. Alfredo, el pobre, falleció al de dos días de ponerle ahí», lamenta. «La gente me reconoce mogollón», presume Luis.
«Vamos a nuestro huequito»
Ainhoa comparte mesa con su marido, Oskar; su hija, Uxue; y su amiga Patri. «Estamos los cuatro y nos vemos muy bien. Que nos pintara a todos nos pareció muy fuerte. Madre mía, jamás había visto algo parecido. Cuanto tenemos la mesa libre, nos sentamos aquí. Cada uno tenemos nuestro sitio y este es nuestro huequito», asegura. Uxue se muestra algo más quejica: «Ahora me han puesto gafas y ahí salgo sin ellas. Y, además, mi nombre es con 'x', no con 's'», remarca. «Bueno, no pasa nada», media Ainhoa. «Barón es un artista», subraya. «Dibuja que es una pasada y nos plasma clavaditos», corrige Uxue.
«Desde que abrió hace 7 años, no he fallado ni una mañana. A las diez menos veinte entro a tomar el cafecito. Y si falto, porque me voy de vacaciones, les aviso pero nunca acabo yéndome del todo porque queda mi imagen». Lo dice Berta, a la que Barón plasmó «con cariño y gusto». Igual que a Bea, la antigua dueña, a la que pintó después de muerta. «Se sentaba en la mesa de 'las señoras mayores', pero falleció antes de que empezáramos a pintar. Pedí una fotografía a su familia porque es parte de la vida de este local y quería que también estuviera allí», asiente emocionado Juanjo.
En el Sagar todos salen la mar de animados y rezuman vida gracias al aerógrafo de Barón.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión