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El presidente de Euskaltel Alberto Garcia Erauzkin y Gregorio Villalabeitia, presidente de Kutxabank.
Las elecciones provocan el aplazamiento de importantes decisiones para la economía vasca

Las elecciones provocan el aplazamiento de importantes decisiones para la economía vasca

La salida a Bolsa de Euskaltel, la remodelación del equipo directivo de Kutxabank o el futuro de las fundaciones bancarias se conocerán tras los comicios municipales y forales

Manu Alvarez

Lunes, 11 de mayo 2015, 01:19

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Tiene algo de manía histórica, de sobreponderación de la trascendencia que tiene lo político sobre lo económico y también es un reflejo de la conexión, a veces evidente y otras menos palpable, entre lo público y lo privado. Pero lo cierto es que los comicios municipales y forales que se celebrarán el próximo 24 de mayo han impuesto un parón, un auténtico frenazo, sobre decisiones y movimientos que tienen una gran trascendencia para la economía vasca y que se desbloquearán después de que los ciudadanos pasen por las urnas. Algunas de estas cuestiones que ahora duermen en un cajón con forma de urna electoral se conocen ya. Otras, con toda seguridad, permanecen en secreto.

Entre las primeras, las que se conocen, figura la salida a Bolsa de Euskaltel. La compañía vasca de telecomunicaciones tiene desde hace tiempo todo preparado para buscar nuevos socios e iniciar su cotización en el mercado bursátil, lo que supondrá apertura de una época completamente nueva. Cierto es que Euskaltel nació de un pacto político. El que alcanzaron un día en Burgos Juan José Ibarretxe y Jaime Mayor Oreja, según el cual los parlamentarios del PNV otorgarían sus votos a la primera investidura como presidente del Gobierno de José María Aznar. A cambio, el Gobierno central se comprometía a conceder a las diputaciones la transferencia en la recaudación de los impuestos especiales -hidrocarburos, alcohol, etc.- y también una fórmula -primero un acuerdo con la empresa pública Retevisión y más tarde una licencia-, para que Euskaltel ofreciese servicios de telefonía fija y acceso a internet. Pero también es cierto que hoy es una empresa privada, en la que ningún socio -Kutxabank, Trilantic, Investindustrial e Iberdrola- tienen una mayoría absoluta por separado.

Aunque desde hace meses todo parece visto para sentencia, la compañía y su consejo de administración prefirieron modular el proceso para sortear la convocatoria de elecciones municipales. De ahí que dejaron la decisión final -salir o no a Bolsa- justo para después del 24 de mayo. Todo apunta a que la decisión será afirmativa, además. Y todo esto, ¿por qué? La respuesta se llama "prudencia", ya que aún existe en la sociedad vasca la idea de que la operadora de telefonía tiene algo de empresa pública -cierto es que lo fue en sus inicios- y que los genes neoliberales del PNV -que algunos, aunque pocos, aún resisten en el seno de la formación jeltzale- han decidido su privatización. Algo que en realidad forma parte del pasado, pero que los responsables de la operadora han querido tratar con mimo. En el terreno político cualquier excusa es buena para arrojar a la cabeza del contrario una sartén o un teléfono móvil de los grandes.

¿Qué tiene que ver la cúpula directiva de Kutxabank con las elecciones municipales? Aparentemente nada. Descartado que el presidente de la entidad, Gregorio Villalabeitia, vaya a recurrir a un alcalde, concejal o diputado general para el puesto de consejero delegado, las razones que le han llevado a relegar el nombramiento hasta después de los comicios municipales se tornan insondables. Pero así ha sido. Villalabeitia ha retrasado durante meses ese nombramiento, cual Penélope que teje y desteje el sudario, a la espera de que su decisión pueda aislarse de la batalla partidista de esta época. Todo apunta a que el nombramiento se producirá el próximo 28 de mayo, pasadas ya las elecciones.

Y ¿acaso está relacionado el fondo de reserva de las fundaciones bancarias con la elección de alcaldes, concejales o diputados generales y junteros? Menos aún. Pero lo cierto es que el Banco de España, aseguran fuentes conocedoras de este proceso, ha congelado en un cajón la famosa circular sobre las fundaciones bancarias y sus participaciones accionariales hasta después de las elecciones. El supervisor bancario español, apuntan las mismas fuentes, ha elaborado ya el texto definitivo pero también ha preferido congelarlo y no sería extraño que quizá por indicación del ministro de Economía, Luis de Guindos, quien a su vez habría recibido una petición en el mismo sentido por parte del PNV. La formación jeltzale sabe que este asunto -en la práctica hablar sobre la necesidad de privatizar o no Kutxabank a corto, medio o largo plazo- es sensible y que durante meses fue la munición utilizada por la izquierda abertzale y el sindicato ELA para atacar al partido que preside Andoni Ortuzar.

Con todo, sí que hay una cosa clara. La última semana de mayo y los primeros días de junio van a ser de efervescencia total en la información económica vasca. Lo que no se ha hecho en meses, se hará en días.

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