La Diputación insiste en reclamar a Alonsotegi el millón que un alcalde desvió a dos constructores
Rechaza las alegaciones presentadas por el Consistorio, al que solo le queda la vía judicial para evitar un pago que «hipoteca nuestro futuro»
«Estupor» e «inquietud». El Ayuntamiento de Alonsotegi recibió la semana pasada una notificación oficial por la que la Diputación le comunica que no acepta ... sus alegaciones en el caso del fraude de una subvención de 2012. La institución foral insiste en exigir la devolución del millón de euros que un exalcalde, el jeltzale José Luis Erezuma (ya fallecido), desvió a dos constructores para pagar una antigua deuda municipal. Estos fondos procedían de una ayuda de la Diputación para recuperarse de unas supuestas inundaciones y se falsearon informes y obras que nunca llegaron a ejecutarse.
La resolución ha creado un profundo malestar en el Consistorio, hoy gobernado por EH Bildu. Sus responsables no entienden que la Diputación mantenga la petición de este dinero, cuando fue un exalcalde del partido que gobierna el organismo foral el que pidió la suma y la destinó a otro fin distinto al aprobado. Y también ponen el foco en que ese millón de euros (600.000 euros de las ayudas más 322.000 euros en intereses) acerca al Ayuntamiento «a la quiebra». La localidad tiene un presupuesto anual de 4,4 millones y ha mejorado su situación económica en los últimos años tras salir de una bancarrota técnica que obligó precisamente a la propia institución foral a intervenir a la Administración local y a suspender durante años cualquier inversión pública.
El asunto queda así cerrado por vía administrativa. Al Consistorio solo le resta el camino judicial para intentar soslayar el pago. Todo apunta a que este enfrentamiento con la Diputación acabará en los tribunales. El equipo de Gobierno está decidido a judicializar este asunto aunque antes quiere pulsar la opinión popular y de las asociaciones del municipio. El verano pasado, varios centenares de vecinos se manifestaron en contra de la Diputación y exigieron el archivo de esa reclamación, al considerarla «injusta» y derivada de una mala praxis de un alcalde del pasado. Aquel regidor falleció antes de que fuera juzgado.
El resto de acusados del desvío de dinero (un arquitecto, los propios constructores y dos asesores) fueron absueltos, aunque los jueces reconocieron que se engañó a la Diputación para conseguir fondos de forma fraudulenta. Pese a que se saltaron todos los principios administrativos y de contratación, no hubo condena porque se consideró que no se produjo una pérdida patrimonial, ya que el dinero fue destinado a cubrir una deuda previa con los constructores
«No queremos ahogar a nadie»
Ahora, más de una década después, la Diputación quiere recuperar esos 600.000 euros más los intereses. Todo ello pese a que no detectó en su día el fraude, que fue precisamente denunciado por EH Bildu, entonces en la oposición. Ese era uno de los argumentos de las alegaciones. Fuentes forales se reafirman en los argumentos que ya apuntaron en su día respecto a este caso. «Estamos legalmente obligados a reclamar el reintegro, porque así lo estipula la norma de subvenciones».
Aseguran que, de no hacerlo, supondría «incurrir en posibles responsabilidades por parte de la institución por omisión, al no ejercer las funciones que le corresponden». El organismo dirigido por Elixabete Etxanobe también señala que «no hay intención de generar dificultades financieras al Ayuntamiento y estámos plenamente a disposición de Alonsotegi para acordar la mejor de las fórmulas para minimizar el impacto en las arcas municipales».
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