Quintana y el ejemplo de Ocaña
El Aspin abre hoy tres etapas pirenaicas que verán el duelo entre el colombiano y Froome
J. Gómez Peña
Viernes, 8 de julio 2016, 00:46
En el Tour, el 8 de julio es el día de los valientes. Lo instauró Luis Ocaña en la edición de 1971. «Para ganarle a Armstrong hay que hacer locuras a la manera de Luis Ocaña», azuzó en 2005 Christiam Prudhomme. El director de la ronda gala pudo elegir a otro campeón para dar ejemplo. Los hay más ilustres. Pero prefirió a aquel tipo sin patria, con bandera pirata, capaz de asaltar el trono de Eddy Merckx, entonces intocable. Aquel 8 de julio de 1971, el Tour recorría 134 kilómetros entre Grenoble y la cima de Orcieres-Merlette. Merckx era el tirano, el dueño de su era. Le temían. Ocaña, insumiso, era de los pocos que se atrevían a sostenerle la mirada al caníbal. Fuente, otro dorsal sin miedo, había incendiado la etapa. Ocaña escuchó la fatiga de Merckx. A por él. A todo o nada. Desde lejos. Una locura. Llegó a la cima alpina de Orcieres-Merlette con casi nueve minutos sobre el belga. Leyenda. Lo nunca visto. No ganó aquel Tour porque Merckx le asedió hasta que el conquense se cayó en el barro del descenso del col de Mente. Pero Prudhomme no olvida aquel día.
Hoy es 8 de julio y al Tour llegan los Pirineos. Tres días. Todos temen que el Sky de Froome repita la ráfaga de 2015 en La Piedra de San Martín y esta tarde trate de reventar el ascenso al Aspin. Quintana está advertido. El colombiano se ha tapado en el llano. Lo ha pasado sin un rasguño. Ya está en la parte del Tour que quiere. Y como quería: empatado con Froome. Hace un año le faltó coraje para retar a Froome. Esperó mucho. Tardó. No fue puntual con la historia de este deporte, escrita por valientes. A partir de hoy en el Aspin el Tour le da otra oportunidad. Que le recuerden quién era Luis Ocaña, aquel castellano emigrante en Francia que en otro 8 de julio se atrevió hasta con Merckx.