Los científicos dictan un drástico recorte de hasta el 77% para la costera del verdel
Los arrantzales de la flota artesanal de Bizkaia apuestan por un plan de recuperación urgente que incluye el cierre total de la pesquería
Mirari Artime
Lunes, 6 de octubre 2025, 19:00
Los peores temores de los arrantzales de la flota artesanal que se dedican a la captura del verdel en Bermeo, Lekeitio y Ondarroa, así como en Santurtzi y Armintza, están a punto de cumplirse. Los científicos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés)han dictado un recorte de hasta el 77% para la próxima costera de esa especie.
El órgano independiente que asesora a la Unión Europea y a los estados ribereños responsables de cuidar y repartir la caballa han indicado una cuota mínima para el año que viene. En la recomendación publicada la semana pasada fijan que no se debería capturar más de 174.357 toneladas, lo que supone un tijeretazo del 77,08%. Según el registro que el ICES lleva a cabo con esta especie desde 1987, es una medida histórica al ser la cantidad más baja que indican.
«La suma de las cuotas unilaterales para el verdel ha dado lugar a capturas que han superado el dictamen científico en un 39% de media desde 2010», avisan los expertos. Esa situación de descontrol absoluto, recalcan, ha llevado a que «la presión pesquera» sobre la caballa esté «por encima del rendimiento máximo sostenible».
Es decir, la biomasa reproductora de esta especie se encuentra en una situación de vulnerabilidad y corre el riesgo de no recuperarse si no se adoptan medidas urgentes ante la sobrepesca de los países del Norte.
«La caballa es uno de los stocks pelágicos más valiosos y ampliamente explotados de Europa, y la consideramos fundamental para la supervivencia de nuestra flota pesquera», han manifestado en una nota publicada por Opescaya, la organización de productores de pesca de bajura de Bizkaia.
Reclamación continua
«Sin embargo, bajo la superficie de esta pesquería tan activa se esconde una historia de modelos complejos, acuerdos rotos, graves incumplimientos, y un recurso que podría estar en la cuerda floja», añaden.
«Como conocemos, por las denuncias que estamos presentando, nuestra flota de anzuelo no es capaz de capturar la cuota que le corresponde, desde hace ya unos cuatro años, y es continua nuestra reclamación de que se tomen inmediatamente las medidas adecuadas para darle solución a este grave problema».
En esa línea, aseguran que su posición es absolutamente clara. «En el momento en el que la biomasa se encuentre en riesgo de colapso se cierre totalmente la pesquería, tal y como se llevó a cabo para la recuperación de la anchoa, ya que pensamos que sería la única forma de que todos los países respetaran lo establecido por los científicos», adelantan.
Durante la pasada primavera, las embarcaciones de anzuelo capturaron 537.649 kilos (un 14% aproximadamente de sus posibilidades de pesca), muy lejos de los 1,1 millones de kilos capturados en 2024. El precio medio de venta superó ligeramente los dos euros.