Bilbao subirá más las basuras a los pisos caros y a aquellos en los que viva más gente
El equipo de gobierno (PNV y PSE) rechaza las 32 enmiendas presentadas por la oposición y mantiene el cálculo diseñado para formular la nueva tasa
Sin cambios ni imprevistos. Si no se producen contratiempos, el pleno del Ayuntamiento de Bilbao aprobará el próximo jueves la nueva tasa de basuras ... que se aplicará a partir de 2026. Y lo hará según los criterios de cálculo diseñados por el equipo de gobierno (PNV y PSE). El Consistorio ha desestimado las 32 enmiendas presentadas por los grupos de la oposición (12 de EH Bildu, 15 del Partido Popular y 5 de Elkarrekin Bilbao), tal y como ha dado a conocer este miércoles el director de gestión tributaria, Carlos Urgoiti, en la comisión de Hacienda previa a la sesión plenaria.
Así las cosas, y según lo previsto, el recibo medio anual se encarecerá el próximo año un 45% en la capital vizcaína, de 134 a 195 euros al año. Aunque eso sí, pagarán más los pisos caros y en los que viva más gente. Y es que la cuota que deba pagar cada familia se fijará en torno a dos criterios. El primero, denominado 'componente básico', es la capacidad económica, que se determinará según el valor catastral de la vivienda, mientras que el segundo -bautizado como 'componente específico'- atiende a la intensidad de residuos generados. Esto es, la cantidad de basura que se tira. Para ello, y dada la dificultad de controlar casa por casa cuánto es lo que se desperdicia, el Ayuntamiento tendrá en cuenta el número de personas que habitan en cada hogar al entender. Su lógica pasa por entender que a más personas, más residuos generados. Para compensar este desembolso, el Consistorio ha decidido congelar el resto de tributos municipales y establecer una batería de bonificaciones.
Si los votos emitidos en la comisión no variasen, la propuesta sería aprobada con el visto bueno del PNV y PSE y la abstención de EH Bildu, que pedía reformular la ordenanza municipal y calcular la tasa de basuras según el consumo de agua de los hogares al considerar que los criterios establecidos por el gobierno municipal podrían provocar una «fuga de empadronamientos». El PP, por su lado, ha vuelto a mostrarse contrario a la propuesta municipal. Su concejal, Ángel Rodrígo, ha defendido que la tasa debería penalizar «al que más contamina». «Si alguien no genera residuos, no debería pagar nada», ha ejemplificado el concejal, que calificó de «oportunidad perdida» el diseño de la futura tasa.
Cambio de gestión
En su defensa, la responsable del área de Hacienda en el Ayuntamiento, Marta Ajuria, ha asegurado que el impuesto «no prima la cuestión tributaria» y que el equipo de gobierno «no habría ido con esta propuesta si no existiera una obligación de diseñar una tasa que no sea deficitaria». Por simplificar, la remodelación de la tasa atiende a una normativa europea que especifica que el servicio no debe ser deficitario. En Bilbao lo es. El Ayuntamiento recauda 25 millones de euros cuando la prestación tiene un coste de 31,7 millones.
Además de la batería de impuestos, el Ayuntamiento también aprobará el cambio de gestión de las basuras de cara al 2026. La tasa de residuos -así se denominará el servicio- pasará del Consorcio de Aguas al Ayuntamiento de Bilbao, al entender que «los datos con los que se elabora el cálculo parten del Consistorio».
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